Sumisión
Por: Hedelberto López Blanch
Miércoles, 04/12/2019 10:46 AM
En una sesión que se caracterizó por intervenciones hostiles de representantes de grupos de derecha y extrema derecha que intentaron convertir al contrarrevolucionario
José Daniel Ferrer en un héroe, fue suscrito un documento contra la isla del Caribe.
Esto ocurrió pese a que Cuba demostró hace unos días, con hechos fehacientes que este ciudadano fue arrestado por secuestrar y golpear a varias persona que requirieron atención médica, además de poseer Ferrer un violento historial que incluye la agresión física a su ex esposa cuando estaba embarazada.
La resolución promovida por la derecha en el europarlamento presentó una falaz situación del caso de Ferrer en un debate titulado “Casos de violaciones de los Derechos Humanos, de la Democracia y del Estado del Derecho”.
Pese a las numerosas voces de las fuerzas de izquierda y progresista que denunciaron la instrumentalización del caso como una maniobra para atacar a la isla y a la vez acompañar los intereses injerencistas de Estados Unidos, la resolución fue aprobada por 382 votos a favor, 243 en contra y 42 abstenciones.
Durante un programa de la televisión cubana quedó demostrada esa nueva maniobra de Estados Unidos en aras de denigrar a la Revolución. En el vídeo se observa a este agente al servicio de Washington, en perfectas condiciones de salud y hasta cuando él mismo se golpeaba la frente contra una mesa y comienza a dar gritos de que lo estaban maltratando.
Ferrer, que se autoproclama como jefe de un grupúsculo denominado Unión Patriótica de Cuba y que ha recibido más de 50 000 dólares de organizaciones norteamericanas, fue acusado por sus propios colaboradores por delitos de secuestro y golpizas que les propinó.
Las voces de los parlamentarios que desmontaron la maniobra contra Cuba no fueron oídas por las fuerzas derechistas.
La sumisión del Parlamento Europeo a los dictados de Washington quedó más descalificada cuando no se mencionó en esas sesiones las violentas represiones ocurridas en estas semanas contra miles de manifestantes civiles en Ecuador, Colombia, Chile o en Bolivia después del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.
En Ecuador, las protestas civiles provocaron dos docenas de muertos y cientos de heridos a manos de la policía mientras que en Chile ya suman 23 jóvenes muertos, cerca de 2 000 heridos y más de 5 000 detenidos.
Las denuncias por torturas, violaciones de mujeres detenidas y la pérdida de visión de jóvenes producto de disparos de la gendarmería, se asemejan a los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet.
En Colombia, donde a diario ocurren asesinatos de miembros de organizaciones humanitarias, sociales e indígenas, así como de ex guerrillero que se desmovilizaron tras los acuerdos de paz firmados en La Habana, el gobierno de Iván Duque ha respondido con la fuerza contra los manifestantes que exigen la eliminación de nuevos paquetes de medidas neoliberales.
En Bolivia, después del golpe de Estado, las fuerzas de derecha han lanzado una cacería contra los indígenas y los miembros del Movimiento Al Socialismo, lo que ha ensangrentado sus pueblos y ciudades.
De estos flagrantes hechos contra la violación de los derechos humanos y de la vida de los pueblos latinoamericanos por habla, ni tan siquiera los mienta, el Parlamento Europeo.
La sumisión al imperio estadounidense de los miembros derechistas el Parlamento Europeo ha quedado más que demostrada, es solo un apéndice de los dictados de Washington.