La Tecla Fértil

Trump y Putin, dinamizan economías para jerarquizar empresas productivas

Jueves, 19/12/2019 09:46 AM

*Categorizar cargos públicos, un estímulo al trabajador que comunistas quitaron en la construcción del Estado socialista, Siglo XXI.

Rusia y Estados Unidos de Norteamérica, buscan darle un grado optimo a la economía internacional, al darle más confianza a la descentralización y a la naturaleza del criterio contextual para que los Estados productores mediante los organismos e instituciones descentralizadas marquen los dispositivos para que la autoridad política de un ente comercial logre el principio básico de la igualdad y que el sistema democrático conduja a modificaciones básicas que le permita al funcionario público tener poder, autoridad y mejor salario para atender a su familiar hacia un bienestar comunitario.

En la tradición inaugurada por la Revolución Francesa y que continuo con China y Rusia, se busca la centralización de las políticas económicas en centros de control popular que, a su vez, es descentralizado hacia valores económicos que anulen la discrepancia y las políticas competitivas que anulan la acción del Estado y, por ello, deben establecerse leyes que minimicen la corrupción administrativa y de aranceles, sobre todo en el área del Mediterráneo y del Caribe.

Rusia, se siente preocupada por la acción económica de algunos países llamados progresistas, como es el caso Venezuela, donde se desbarato la construcción del Estado Socialista y la economía se fue a pique por grupos no aptos para cumplir en esas instituciones funciones administrativas.

Es necesario un trabajador competitivo, en una empresa desligada a asuntos políticos. Muchas, aplicando actitudes esclavistas a sus trabajadores o pagándoles precios irrisorios. Con Trump y Putin, los trabajadores han logrado mejorar el status de los ciudadanos residentes en esos países, me refiero a Rusia y EEUU.

Por ello, se busca una adecuación a las complejidades económicas y a una buena planificación de la economía moderna, donde se necesita ofrecer una producción transparente de los agentes locales de crecimiento social y metalúrgico.

La idea es estabilizar todas las transacciones entre ambos países y China con continentes que hoy, tienen problemas particulares de identidad política y se resisten a dejar sus ideas atrasadas en políticas de crecimiento social y urbano.

La agricultura, es el mayor tema tomado por Nicaragua para salir del foso económico, Daniel Ortega Saavedra quien es un militante sandinista obediente lo ha tomado así, junto al famoso comandante cero para avanzar en la economía nicaragüense y hacer factible el canal para unir los dos mayores océanos.

Lo importante es el capital humano y existe en sus diferentes fases de producción. Sobremodo en un país que le ofrece a sus ciudadanos seguridad pública y militar. Lo que estimula un crecimiento sustentable y de inversión plausible a quienes plasman su confianza en el socialismo emergente del Siglo XXI.

El proceso de crecimiento ha sido lento, pero eficaz. Permitiendo una estabilidad emocional y de confianza a las familias nicas para que inviertan en pequeñas empresas en casa o contexto territorial.

Así que esto, ocasiona un beneplácito a Vladimir Putin que ve en Daniel Ortega Saavedra, un hombre emprendedor y le gusta tener una visión productiva, asunto que le inquieta a Donald Trump porque a pesar de las diferencias ideológicas, conoce de la estabilidad nicaragüense en la Región.

Hay que destacar, los urbanismos, se denota un crecimiento plausible en familias que le asignaron viviendas muy cerca de sus puntos de producción.

La tecnología, es una referencia clara de ese crecimiento y las expectativas creadas han dado sus resultados para lograr el ingreso monetario a los grupos familiares.

De esta manera, las interrogantes se han dinamizado. Todo, para un camino sustentable y dinámico en la visión de una economía en crecimiento. Venezuela queda atrás, más un país que se quedo sin factores de producción, como el humano. Jamás, el presidente Nicolás Maduro Moros pensó quedarse solo, sin un futuro juvenil en las empresas del Estado, una decadencia social aterradora. Se necesita ir a una reflexión.

Venezuela, ha sido un hueso de roer duro para ambos países, por la actitud de sus gobernantes.

Uno de los éxitos de Donald Trump y Vladimir Putin en los proyectos de economía de los Estados respectivos que dirigen es la eliminación del favoritismo, y los sistemas de funcionabilidad de las personas adscritas a los despachos institucionales. De allí que, este gran esfuerzo nos lleva a la aplicación de sistemas de administración pública y, tener como concepto de mercadotecnia llevar a cabo la construcción nacional del Estado.

Los mejores gestores de proyectos, son aquellos que cuentan con un alto grado de capacidad en la definición política y decisoria, como entender los matices del entorno local.

Los fracasos en Chile Bolivia, Argentina y México, tienen sus puntos de raíz en el manejo de especificidad de los mismos presidentes y su tren directivo. Ya que los enfoques de productividad basados en la producción se han perdido y, no se hacen esfuerzos en el diseño de los productos que esa sociedad exige y necesita.

Los Estados progresistas han venido minando sus propios recursos industriales y de producción, creando burbujas de funcionarios que no laboran en igualdad de condiciones, destruyendo las unidades de producción y el fomento tecnológico de sus principales gestores. Dando como semillero, la ignorancia de muchos integrantes de esa misma sociedad.

El concepto de estatalidad y soberanía estadounidense, es muy distinto a la concepción dada a las democracias desarrolladas, con políticas muy diferentes a las aplicadas en Europa, Asía, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Este sentimiento, conduce, a veces, a la tendencia típica de los estadounidenses de confundir sus propios intereses nacionales con los intereses, más generales, del conjunto del mundo.

De hecho, algunos europeos consideran que sus instituciones nacionales tienen un grado de legitimidad mucho menor que las internacionales y sitúan a la Unión Europea en un lugar intermedio entre ambas. Teniendo presente, las profundas raíces que los identifican con las historias nacionales y la encarnación de Estado-Nación.

En todo caso, el arte de la construcción del Estado normearicano, ruso e Israelita bajo un nuevo criterio global tiene un elemento clave, el poder nacional. Tan importante como desplegar la fuerza militar tradicional para mantener el orden mundial.

Los europeos, tienen mejores conocimientos que EEUU y Rusia, pero, siempre se movilizan en aguas movedizas de origen económico y, aunque reflejan un carácter transitorio, tienen en sus manos la capacidad para resolver esta actual cuadratura del poder económico.

Trump, no será derrumbado en el actual juicio que le siguen, sino, su repetición en la Casa Blanca está ya asegurada.

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