Estamos en el siglo XXI y pensamos e incluso sentimos que el colonialismo es un salvajismo que ya ha sido superado en la Historia de la Humanidad. No, y un ejemplo de ello es el anacronismo colonial denominado (Israel), que se impuso desde Europa y por europeos oficialmente el 14 de mayo de 1948 en la Palestina Histórica.
Este (Israel) es un clásico colonialismo, aún incrustado en nuestro histórico ser contemporáneo. No estoy hablando de su carácter como régimen de Apartheid, racista y genocida, que lo es y es natural que lo sea, ya que su esencia es colonial.
Hay una diferencia que busco plasmar en este escrito y es la de diferenciar entre el clásico colonialismo y el actual colonialismo eurosionista. La diferencia es que el colonialismo sionista no proviene de un pueblo, sino de un movimiento europeo que busca devenir en pueblo, en Estado/Nación. Esta particularidad hace del colonialismo sionista el peor y más brutal colonialismo de la Historia Universal, ya que el hecho de ser un colonialismo que no proviene de un pueblo, resuelve apropiarse de la Historia del pueblo nativo y esto conlleva a la necesidad del exterminio del pueblo originario árabe-semita de la Palestina Histórica. La existencia del pueblo palestino puede desaparecer.
Los ideólogos sionistas conocían los ciclos coloniales, en grandes líneas, un pueblo con su territorio patrio, con un punto de partida para colonizar a otro pueblo, expoliar. El pueblo nativo posteriormente llega a su independencia y el colonizador abandona. El pueblo colonizador tiene un punto de retorno, que es su tierra patria. Los ideólogos sionistas se formulaban la pregunta ¿El día que estos nativos palestinos obtengan su independencia cuál es nuestro punto de retorno? No hay punto de retorno, o en realidad cada quién retornaría a su respectiva patria: Rusia, Francia, Polonia, Ucrania, Alemania, Inglaterra, Marruecos, etcétera. Y para que esto no suceda se hace necesario el exterminio, el fin del pueblo Palestino. Ese exterminio no es necesariamente a través de cámaras de gas, sino que se ejerce de distintas modalidades como el Apartheid, el racismo, Checkpionts, bombardeos, la construcción del Muro, destrucción de cultivos, bloqueo al agua, violación a la Resolución 194 de la ONU al Derecho de Retorno de los Refugiados Palestinos, Acuerdos de Oslo, la propaganda mediática, etcétera.
El genocidio ha existido a lo largo del clásico colonialismo, pero en grandes líneas no era el objetivo final, sino frente a las rebeliones nativas, es más, el exterminio no era ganancia para el colonizador ya que el nativo era la mano de obra barata, el esclavo era el motor de la producción, el motor de la economía.
El colonialismo del movimiento eurosionista al pueblo palestino no solo lo expulsa de su tierra natal, sino que también lo expulsa de la Historia, y aunque no es el único pueblo que expulsan de la Historia, estamos ante el único caso donde el colonizador se apropia de la Historia del pueblo nativo.
En el clásico colonialismo el pueblo colonizador destruye la Historia y cultura del pueblo nativo, la bestia, el impuro, el salvaje. El colonialismo sionista ha destruido el patrimonio contemporáneo palestino, a fin de borrar cualquier vestigio de tal cosa llamada Palestina, y ver, que se trataba o de lo que los sionistas denominaron: Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra. Destrucción de documentos, libros, archivos, obras de arte, reliquias, etcétera.
En el clásico colonialismo el pueblo colonizador no expulsa al nativo sino que lo somete, al pueblo palestino también se le somete pero la particularidad es su expulsión, Al Nakba 1948, Al Naksa 1967, la violación a la Resolución 194 del Derecho de Retorno, el Apartheid, la legislación racista, genocidios, entre otros.
El colonialismo del movimiento sionista europeo implanta su propia población como identidad nacional, robando un pasaje milenario de la Historia del pueblo nativo. Falsificando la Historia para la justificación de la colonización: Israel la Tierra que Dios prometió a los judíos. El pueblo que retorna a la tierra ancestral después de 2000 años. Se toma la identidad religiosa judía como pretexto de identidad nacional. También vemos en este caso como una comunidad religiosa blanca europea de raíces indo-europeas reclama derechos históricos en un núcleo semita.
El israelí no es israelita. El pueblo Hebreo proviene de Iraq que en su periplo hacia Palestina, en esa caravana como era costumbre se incorporaban otras tribus, todas semitas.
Por otra parte el occidente no guarda la noción que el monoteísmo judío-cristiano-musulmán es una herencia de la Historia árabe, y el archivo judío-cristiano es un registro omnipresente en el sentimiento occidental que ha permitido el exitoso fraude del sionismo al utilizar la fascinante narrativa religiosa para el robo de la Historia del pueblo nativo Palestino.
…Europa no tiene su propio monoteísmo o mejor dicho, su monoteísmo es árabe…
El pueblo palestino porta en su haber 18 mil años de Historia, 11 mil años de Historia escrita, partiendo de Jericó. Ahora existe una disputa entre los sionistas religiosos y los sionistas seculares. Algunos sionistas religiosos manifiestan que no es toda la Historia de dicho pueblo la que les pertenece y que es a partir del monoteísmo judío, muchos incluso son anti cananeos. Los sionistas seculares que son los más operativos, hábiles y pragmáticos manifiestan que toda la antigua Historia pertenece al pueblo judío, que es su pasado ancestral.
Ante este anacronismo colonial en nuestro siglo XXI, donde roban la Historia del pueblo aborigen, pero también roban la expresión artesanal más popular del pueblo palestino como lo es el bordado, Tratriz, y demás manifestaciones culturales como la expresión culinaria del mundo árabe del Levante, el Falafel, el Hummus…
Es normal este ultraje, porque proviene de un colonialismo que no es de un pueblo étnico, que no tiene Historia y le arrebata la Historia al pueblo nativo, pero también es normal que el pueblo Palestino pueda desaparecer.