La Tecla Fértil

Coronavirus y la guerra bacteriológica hacia Latinoamérica

Martes, 14/04/2020 08:12 AM

La presidencia de Ronald Reagan marcó un nuevo rumbo en la historia política de los Estados Unidos de Norteamérica, porque, los Bush entronizaron sus argumentaciones y la plenitud de la derecha abordó los ropajes de la Confederación para conquistar cada alma al servicio de la nación. Parte principal de esta estrategia tuvo que pasar por las Cortes Federales y la Corte Suprema de Justicia. Esto, para conformar un gran movimiento que en un intento político articulado que los llevaría al Sur, hacia una nueva revancha histórica.

La Derecha Cristiana, aprovechó ese momento, quiso flexionar sus músculos políticos y empezó a erosionar el apoyo dado a los fundamentalistas que querían a todo dar invadir Irak, Libia e Irán para controlar el gas y el petróleo. Ya Muhammad Gadafi, constituía una piedra de estorbo para los ingleses, representado en Regis Debray y los norteamericanos en Hillary Clinton. Luego vendría Venezuela con el Plan Cóndor y Balboa, teniendo como una base de ataque, la guerra microbiológica para dormitar a la sociedad mediante una secuencia de virus no letales, pero, sí podía matar a los más débiles.

Reagan convulsionó el mercado, un actor presidente es capaz de cualquier desvarío. Las autoridades chinas tuvieron que reconsiderar los ejes económicos y hacer un gran corredor marítimo para exportar sus mercancías. Era necesario pasar por lugares remotos y lograr un pacto con Moscú para pasar gas por el ártico y recoger manadas de lobos para enseñarles el arte de la seguridad.

Esto, implicaba fundar miles de ciudades medias para crear nuevos polos de desarrollo. Pero, los socialcristianos y religiosos en el mundo ocasionando desequilibrios económicos y en Venezuela se dividieron en pequeñas organizaciones políticas para controlar el poder, me refiero a Primero Justicia y Voluntad Popular, los dos escudos de COPEI.

Así que Shanghái, Hong Kong y Tianjin le servirían de protección industrial a Wuhan y, los campesinos estaban dispuestos a redoblar sus esfuerzos para insertarse en un proyecto económico que llegaría hasta Bolivia en el nuevo rediseño de la Ruta de La Seda. Sabían que se encontraban enmarcados en una nueva brecha del camino financiero y se tuvo que fundar nuevas redes bancarias que apoyarían al sistema de comunicaciones.

Aquí, en Venezuela y en el mundo, gobiernan los banqueros y el rediseño de sus políticas económicas están varadas porque las capas económicas de los socialcristianos representados en la oligarquía y burguesía criolla quieren más acceso al poder como los militares y, el pueblo no cuenta, nos tienen como unos mamarrachos y para completar fomentaron desde la dirección central del poder a un nuevo cuerpo represivo.

Estados Unidos de Norteamérica ve a China como un régimen que se niega aceptar la democracia y el libre mercado, originando una verdadera guerra comercial que cumplió su primera fase en el segundo mandato de Barak Hussein Obama que rompe con toda la columna vertebral del comercio en regiones comunistas, porque solo buscaban el control político y alimenticio hacia el pueblo y, en cambio, Estados Unidos estimulaba el libre consumo y el poco ahorro. Más a esto, en cuanto a Venezuela se sumaba el bloqueo porque el nuevo discurso de los presidentes progresistas es convertirse en dictadores y caudillos, haciéndose millonarios con el control del petróleo, el campo agrícola y privatización del gas como el agua.

Los norteamericanos para intervenir en América del Sur, deben actuar sobre un gran contexto geopolítico y territorial que abarca a Petrosur, integrada por Argentina, Brasil Venezuela y Uruguay. Petroandina está conformada por Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela, Por último, Petrocaribe constituida por catorce países de la Región Caribeña. Por otro lado, Venezuela es una fuente financiera del Fondo Monetario Internacional que en un tiempo de una gesta histórica le sirvió d de base para su desarrollo Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Se debe leer y analizar la historia. Henry Kissinger, hacia 1973, expuso los designios rectores al sistema mundial económico de los Estados Unidos de Norteamérica y los países regionales y colonias, solo tienen un carácter moral de deberes y derechos con carácter local, en caso de una interrupción empresarial se acudirá a la vieja Europa, es decir, a la propagación de enfermedades a través del laboratorio, como el coronavirus que es una suma del dengue y kinkuya para incidir en un alza de la Bolsa de Valores, luego de una breve caída o estabilización económica dada por el ajuste del dólar a escala mundial, dándose una dura advertencia a Europa a no seguir un camino independiente, basado en su núcleo industrial y financiero francoalemán.

Hay, muchos caballos de Troya sobre Venezuela, aplicados de una manera sistemática y que provocará enfermedades, hambre y guerra proveniente en dos sentidos, la delictiva como la política, lo escribe David Powell cuando se atribuye en un trabajo demográfico, la crisis irracional del mercado y las reformas que han de hacerse para evitar el colapso deprimente de un universo capitalista que nos desploma por acciones de artífices que trabajan por el malestar de los pueblos y los parabienes de una oligarquía que utiliza sus peones en las barriadas y bodegas de cada comunidad que, son factores de traición de la patria.

Hay que estar alerta, es el momento para el manejo de un nuevo discurso político sea de derecha o izquierda, eso no interesa, es el manejo de los banqueros como una nueva casta social como la militar hacia humildes hogares ya sean venezolanos o extranjeros, toda la culpa no es de Estados Unidos, somos nosotros que permitimos esas desgracias al no tomar las previsiones básicas ante una guerra bacteriológica, hibrida y de armamentos sean el tradicional o cibernético- hermenéutico o comunicacional.

Llegamos al terrorismo mediático. Es el manejo de la semiótica lingüística. Más allá de nuestra realidad política, hay una estructura que debemos respetar, me refiero al Estado. Y, en consecuencia no debemos botar basura en nuestros patios, tenemos que empezar respetando a nuestra comunidad para hablar mal, luego del presidente y del mismo Estado.

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