No hay enemigo pequeño
Por: Hernán Urbina
Domingo, 19/04/2020 07:24 AM
Sus poblaciones a las que han mantenido engañadas con el cuento de que esas cuantiosas inversiones que le quitan a la agricultura; la ciencia y la tecnología para producir alimentos y medicinas son para construir los mejores sistemas de defensa para protegerlas de sus "enemigos" han quedado en evidencia que son "buenas para nada" a la hora de que sus poblaciones son invadidas por un minúsculo e invisible enemigo, que sin hacer mucho ruido le está causando miles de bajas sin disparar un tiro.
Que no acabó con ciudades antiguas como sí lo hizo el poderoso imperio norteamericano con Irak, Afganistán, Libia, Siria, Palestina y otras.
Pero no solo eso logró el virus hacer a los imperios,sino que a la vez les anuló todo su poderío militar y obligó a sus ejércitos a ponerse en retirada.
Más en algunos países desarrollados han utilizado a sus ejércitos no para combatir al coronavirus sino para imponer por la fuerza el cumplimiento de la cuarentena.
Con la aparición del coronavirus de procedencia desconocida, se ha puesto de manifiesto "QUE NO HAY ENEMIGO PEQUEÑO" y toma vigencia la frase de José Martí " Lo mas peligroso es lo que no se ve"
De allí que quedo demostrado a los ojos de los pueblos del mundo, que tal poderio belico y militar, no es más que una forma de los grupos capitalistas de mantener atemorizado a los pueblos con el argumento engañoso, de que existe la necesidad de armarse hasta los dientes, para no ser víctimas facil de un supuesto o fabricado enemigo.
Haciendo uso de ese terror obligan a los pueblos a aceptar que los grupos de poder destinen anualmente de su presupuesto un altísimo porcentaje para comprar armas y para tecnificar sus métodos de guerra, en proporción muy superior al que destinan para producir alimentos, medicinas,educación y protección del ambiente.
De tal manera que el coronavirus puso al desnudo una gran mentira, que después de esta pandemia, no tengo dudas, que será el principal reclamo que hará la humanidad a los superpoderosos dueños del capital del mundo, para que pongan sus capitales al servicio de la humanidad y de la naturaleza; porque de aquí en adelante después que se cuenten los miles de muertos que dejo la pandemia, no habrá justificación que valga, para convencer a los pueblos, que primero esta la vida económica de los complejos armamentistas, que la producción de alimentos, medicinas , investigaciones y desarrollo de la tecnología para bien de la humanidad y de la naturaleza.
La gente de buena voluntad de este mundo, debe tener paciencia y fe que despues de esta tragedia, habrá la resurrección de una nueva sociedad mas humana y solidaria impulsada por los movimientos sociales del mundo.