"Nadie puede hacer
que un cangrejo
camine derecho"
Aristófanes
Lo único que le falta a Mike Pompeo para terminar de acusar al Presidente Nicolás Maduro, es la anarquía creada por la Pandemia en Estados Unidos, y de manera alarmante en la ciudad de New York, donde el número de muertos e infectados supera a cualquier país en el mundo, y todavía tiene la cachaza de andar buscando espantos y aparecidos en Venezuela.
En estos momentos parece haberse despertado un verdadero mano a mano, entre estos dos personajes del gobierno imperial. Cada momento se hacen presente con opiniones, como sacadas de un depósito para guardar cachivaches. Trump, acaba de anunciar un verdadero adefesio–y qué para curar el coronavirus– que ningún "brujo" ni predicador religioso de esos que se aparecen en los barrios venezolanos se atreve a "recetar", como es un desinfectante o productos de limpieza para el hogar; pero la desesperación es tan grande en New York, que las autoridades han recibido reportes por envenenamiento de algunas personas. Es decir, el desquiciado todavía tiene quien lo escuche.
Por su parte Mike Pompeo, es el encargado de tratar de esconder la tragedia, que está viviendo los Estados Unidos, en todos los quehaceres de la vida nacional. En su última aparición, volvió con la misma cantaleta por demás rallada –se le agota el repertorio–como si estuviera anunciando una primicia: nuevas presiones contra el gobierno de Nicolás Maduro, cuando lo único que falta, es terminar de cerrar los pocos espacios que quedan, para no dejar entrar la comida y las medicinas. Es tan cínico el secretario de gobierno de Trump, que, tratando de paliar el hachazo lanzado anteriormente, termina ofreciendo ayuda "humanitaria", como si estuviera convenciendo a un grupo de niños con caramelos.
Las expresiones de estos voceros no pueden extrañarle a nadie. Donald Trump, ha sido señalado por estudiosos de la salud mental en Estados Unidos, como una persona para ser tratado por ese gremio médico, y las pruebas saltan a la vista; recomendar un desinfectante o productos de limpieza, como tratamiento para un virus, que tiene a un número considerable de científicos en Jaque, trabajando contra el tiempo, es, como para ponerse a pensar, el peligro que representa este acaudalado empresario; y además reúne unas condiciones folklóricas, como decía mi abuelo: "viejo con plata, y enamorado, es como un caballo gordo, nunca sabemos, cuando va a salir barajustado atropellando a todo el mundo"
Michael Richard "Mike" Pompeo, es la típica acción de un buitre; cada vez que habla deja el ambiente impregnado por el hedor putrefacto de sus vilezas; qué se puede esperar de un funcionario, cuando sin ningún tapujo se atrevió a decir: "Mentimos, engañamos y robamos. Teníamos hasta cursos de entrenamientos". Se refería a su paso, como director de la CIA, y todo el mundo sabe, que este organismo fue creado para espiar y matar a todo aquel, que se interponga en la política de los gobiernos estadounidenses, o cualquier desliz, como ha sucedido con el ex empleado Edward Snowden, perseguido por la cantidad de revelaciones sobre esta casa de la muerte. Todo esto nos dice, que el mundo se encuentra seriamente amenazado por un aspirante a brujo, y un descarado matón; bien lo dice un axioma jurídico: "A confesión de parte, relevo de pruebas" nada hay que probar ante las descaradas declaraciones de estos malabaristas de la realidad; se hacen los desentendidos ante los destrozos de la pandemia en su país, para satanizar el gobierno de Nicolás Maduro.