Venezuela post pandemia

Lunes, 01/06/2020 07:45 AM

Grandes acontecimientos, sacuden la metrópolis imperialista. No se trata de Covid-19, y sus más de cien mil fallecidos, producto de un sistema de salud privado -supuesto del primer mundo- colapsado por más de un millón de enfermos, sino del -ya tradicional- odio racial del blanco anglosajón gringo en contra de la población afrodescendiente de los EEUU, y unos cuerpos policiales que le han declarado la guerra a muerte: «…cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aun tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.» (Tengo un sueño, Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha sobre Washington, Por Martin Luther King, Jr.). Minneapolis, es el epicentro del descontento de una mayoría de la población estadounidense en contra de una gestión de gobierno fascistoide, que ha hecho aguas y un pueblo –desesperado- porque aún no llega noviembre, y no puede expresar en las urnas su descontento democráticamente. «Los oprimidos no pueden seguir siendo por siempre víctimas de la opresión. El anhelo de libertad acaba por manifestarse, y esto es lo que ha ocurrido con el negro americano. Algo dentro de él le ha recordado que tiene, desde que nace, derecho a la libertad; y algo fuera de él le ha recordado que esa libertad puede conquistarse.» (Carta desde la cárcel de Birmingham, Dr. Martin Luther King Jr., 16 de abril de 1963). ¡Ese día llegará, Mr. Trump!

La República Bolivariana de Venezuela, RBV, es una de las victimas predilectas del asesino de la Casa Blanca. Antes de la llegada de la pandemia por Covid-19, Donald Trump, designó un presidente autoproclamado, hoy prófugo de la Justicia, desconociendo la Constitución Bolivariana y demás leyes de la República. Inició, un proceso de caos planificado, «constructivo», como prefieren llamarle los tanques pensantes imperialista, con el fin de destruir el Estado-Nación y sustituirlo por un estado de violencia permanente, que le permitiera al gobierno de los EEUU establecer un estado de sitio permanente y poder realizar su anhelada limpieza étnica en contra de la población que –mayoritariamente- se auto declara como bolivariana, chavista y nacionalista, además de poder disponer –libremente- del manejo de los recursos energéticos y mineros de Venezuela, tal cual hicieron a lo largo de la denominada cuarta república. Tal es, el objetivo declarado del contrato que suscribiera Juan Guaido y la contratista del Pentágono, Silvercorp. Detrás del cual, está y a las pruebas debemos remitirnos, Donald Trump y su pléyade de supremacistas blancos, todos miembros del Klu Klus Klan. La «transición», de la que tanto hablaron, es allí definida y exige no solo la derogación de la Constitución Bolivariana de 1999, sino la extinción de todos los poderes públicos, surgidos a partir de su aprobación, incluida, la propia Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que sería reemplazada por contratistas privados de seguridad estadounidense. Es la regresión a los tiempos de la colonia. Razón por la cual, en estos 21 años de Revolución Bolivariana, siempre se negaron a expresarlo en un Programa de Gobierno y exponerlo –públicamente- en los 25 procesos electorales en que se les convocó a participar y, de hecho, participaron en todos, menos uno. Nuestra FANB, PNB, Gobierno y pueblo de Chuao, al derrotar a la pretendida invasión mercenaria, venida desde la Guajira colombiana, aliada al narcotráfico y gobierno de Iván –el terrible- Duque, asestó una derrota histórica a las fuerzas imperiales que pretendían asesinar a la Patria. No es poca cosa, lo logrado con tal hazaña. Comparable, quizás, con lo que pudieran ser algunas de las batallas lideradas por el Padre Libertador, Simón Bolívar, es solo cuestión de tiempo, armas y lugares, pero el pueblo guerrero es el mismo, igual el enemigo histórico: «Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad». (Simón Bolívar: Carta a Patricio Campbell. Guayaquil, 05/08/1829). Derrotada, la invasión mercenaria, no se ha detenido la agresión imperialista multimodal. Cuba, China, Rusia e Irán, han redoblados sus esfuerzos solidarios con la Patria de Bolívar y Chávez. No solo con insumos médicos, medicinas y pruebas para detección de Covid-19, también con gasolina que pretendió el imperialismo -como arma inusual- para paralizar el país, y provocar la conmoción interna que hoy viven los propios EEUU. No pudieron, saboteando la gasolina, el agua, la electricidad, Directv, especulando con los precios de los alimentos, hurtando recursos públicos colocados en la banca internacional por el orden de los 30 mil millones de dólares, articulándose con bandas del narcotráfico en barrios de la capital para generar inseguridad y miedo en poblaciones, saboteando instalaciones petroleras, en fin, propiciando el caos interno. Y, no podrán con este pueblo que vence las dificultades. «¿Quiénes somos?» se preguntaba el Padre Bolívar en su Carta de Jamaica, y se respondía: «Somos un pequeño género humano», desafiante contra todo tipo de dominación imperial, concluyendo, el Padre Libertador: «El pueblo que ama su independencia, por fin la logra» y la mantiene, en resistencia heroica!

Contra la República Bolivariana de Venezuela, no ha habido imperio que se haya ensañado con tanta crueldad, como lo han hecho los EEUU y Europa. Las mal llamada sanciones, tan solo han permitido someter al pueblo venezolano a penurias y limitaciones nunca antes vividas. Se han constituido, dichas sanciones, en crímenes de lesa humanidad contra toda la población venezolana: «Estados Unidos ha producido un daño inconmensurable al pueblo de Venezuela que se mide en afectación a la vida y a la salud de millones de personas, y en especial de los grupos vulnerables: niños, niñas, adolescentes, personas con diversidad funcional, adultos mayores, pacientes y enfermos. Los graves impactos sobre el acceso a alimentos, medicamentos, y en general, a bienes esenciales para la economía y la vida nacional, violan los derechos humanos y condicionan el desarrollo, la soberanía y la independencia de Venezuela.» (Las sanciones son un crimen, publicación del MPPIC de la RBV). A lo que se añaden, el robo de importantes activos de la República en los propios EEUU, Inglaterra, Portugal, Colombia, Costa Rica y República Dominicana, bajo el falso supuesto de ser un país «dictatorial». Extraña «dictadura» que en los últimos 20 años ha realizado 25 procesos electorales que contaron con la observación de veedores internacionales, muchísimos más de los que han realizado los EEUU en toda su historia republicana.

El proceso de nuestra primera independencia, entre 1810 y 1823, se llevó a cabo en 80 batallas militares, las fuerzas patrióticas triunfaron en 50 y las coloniales en 28. En 21 años de Revolución Bolivariana o Segunda Independencia Nacional, 25 han sido las batallas electorales, en 23 han triunfados las fuerzas patrióticas y en solo dos de ellas han triunfado las fuerza retrógradas imperialistas (referendo consultivo para la reforma de la Constitución y legislativas de 2015). Las fuerzas del imperialismo, acuden a las armas de la violencia y el odio, debido a su imposibilidad de ganar los corazones del pueblo, sus votos. Las guarimbas, el terrorismo y ahora la contratación de mercenarios colombo-estadounidenses, ligado a los Cárteles del narcotráfico colombiano y empresas de seguridad estadounidense, han entrado en escena para intentar obtener lo que no han podido con los votos del pueblo. Hoy, frente a todas esas armas de agresión imperial, le ha tocado al pueblo venezolano hacer frente a un arma inusual y extraordinaria, la pandemia por Covid-19. El pueblo, Gobierno, Instituciones, PNB y FANB, han logrado someter a Covid-19, como lo evidencian las cifras aportadas por la OMS. No ha sido tarea fácil, esta nueva batalla librada, que sin la ayuda de la ONU, OMS, Cruz Roja Internacional y naciones –auténticamente- hermanas como Cuba, China, Rusia e Irán, ello hubiera sido imposible o al menos bien difícil. El bloqueo de los imperios, EEUU y Europa, ha querido hacerlo más complicado pero han fracasado y hoy, Venezuela, presenta cifras relevantes en su lucha contra Covid-19 y se presta a flexibilizar su Cuarentena Social. Apenas, al día de hoy 31, se alcanzaba la cifra de 1.459 enfermos, 14 fallecidos y la tasa de recuperación de pacientes más alta del continente y la más baja tasa de mortalidad, también del continente. Con la particularidad, que debido al proceso de migración en reverso que vive Venezuela (regreso de venezolanos a su país), el 80 por ciento de los enfermos provienen –ya enfermos- de sus países antes residentes, llámese Colombia, Brasil, Chile, Perú o Ecuador. Se trata de enfermos importados, que acuden a Venezuela en búsqueda de atención de salud Pública y Gratuita. Esos países, integrantes del llamado Cártel de Lima, seguidores de las instrucciones de Washington para agredir a Venezuela, también han utilizado a la pandemia como arma de guerra inusual, expulsando venezolanos y venezolanas desde sus territorios ante la negativa de sus sistemas de salud de prestarles atención médica, en muestra de xenofobia y odio, tan solo comparable con la vivida por los judíos y comunistas, en tiempos de la Alemania nazista. Hoy, contra el pueblo Palestino por parte del régimen nazi-sionista que gobierna Israel.

Lo concreto, es que la pandemia por Covid-19, producto de decisiones de gobierno, acertadas y asertivas, permitieron el control a tiempo de la enfermedad. El pueblo venezolano, comprendió que la mejor y única vacuna contra la pandemia, estaba y está, en el acatamiento de la Cuarentena Social y, ello, permite hoy al Gobierno Bolivariano avanzar hacia nuevas etapas de su flexibilización y apertura de nuevos sectores de la economía. El Presidente Constitucional, Nicolás Alejandro Maduro Moros, ha optado por avanzar en un mecanismo de control de la pandemia de 5x10, así llamado. 5 días de la semana para la apertura de negocios y comercios, industrias y la banca, la economía pues, en franjas horarias, y luego 10 días para retomar la Cuarentena Social y evaluar los efectos de salud en la población expuesta durante esos 5 días de actividad. El Sistema Público y Gratuito de Salud de la República Bolivariana de Venezuela, ha superado la prueba que le ha puesto Covid-19 y ahora se presta a nuevos retos. Por otro lado, la industria petrolera venezolana sumamente agredida por las medidas coercitivas unilaterales de los imperios, EEUU y Europa, inicia una nueva etapa de recuperación con la ayuda de la hermana República Islámica de Irán. Cinco tanqueros iraníes, llegaron al país, no solo con gasolina sino con importantes insumos en equipos y diluyentes necesarios para recuperar y reparar las refinerías. Con ello, ambas repúblicas hermanas, asediadas y agredidas por el imperialismo de los EEUU, rompen el cerco creado mediante las mal llamadas sanciones imperialistas y ahora avanzan hacia un nuevo ciclo de relanzamiento de las relaciones diplomáticas y comerciales, entre ambas naciones.

La Venezuela post pandemia, sin dudas, será otra. Menos dependiente de EEUU y Europa. Más cercana al nuevo eje de desarrollo económico del planeta: Eurasia. No se equivocaba, Zbigniew Brzezinski, al pronosticar el final de la hegemonía de los EEUU y el caos que ello produciría, ya lo estamos transitando y solo basta echar una mirada a lo que ocurre en los propios EEUU, en que el caos ya se ha instalado y en sus colonias del sur: Chile, Colombia, Brasil y Ecuador. Una Unión Europea a las puertas de su disolución, Covid19, simplemente ha frenado ese proceso en curso. China y Rusia, hermanadas y más unidas que nunca antes, convertidos en verdaderos polos de referencia mundial, tanto en el ámbito económico como militar, desafiando la otrora hegemonía de los EEUU. Venezuela, está integrada a ese nuevo polo de referencia mundial. El mundo Multipolar del que tanto nos hablara el Comandante Hugo Chávez Frías, lo cual: «Mientras más perfecta es la crisis que padece el capitalismo, más segura y despejada será la vía del socialismo venezolano hacia la independencia y grandeza patria…» sentenciaba Hugo Chávez Frías, el 22 de marzo 2009.

A la Venezuela post pandemia, se le abren las grandes alamedas y el cambio de su estructura económica y social se le facilita, para avanzar hacia caminos de prosperidad y felicidad posibles, juntos todo será posible! Señalaba, uno de los documentos emanados de la Junta Suprema, que se constituyó el 19 de abril de 1810: «Venezuela se ha puesto en el número de las naciones libres y se apresura a noticiar este acontecimiento a sus vecinos, para que, si las disposiciones del Nuevo Mundo están acordes con las suyas, le presten auxilio en la grande y harto difícil carrera que ha emprendido». Caracas, prendió esa chispa y terminó por levantar toda la América. Venezuela, se colocaba entonces, a la vanguardia emancipadora de Nuestra América. Hoy, de nuevo, le ha tocado abrir el camino y la fuerza histórica, que viene desde 1810, para hacer realidad la nueva independencia americana. Señalaba, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa: «Estamos viviendo no en una época de cambios sino en un Cambio de Época». No se equivocó, solo fue cuestión de tiempo histórico…

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