Verdades y mentiras de John Bolton

Sábado, 27/06/2020 03:52 AM

Cuando una persona decide escribir un libro, bien sea autobiográfico, biografía o simplemente crónicas, se corre el riesgo de que en dicha obra aparezcan verdades y mentiras. En cualquier de los dos casos pudiera ser que la obra tuviera una intencionalidad, como es la de halagar, difamar por venganza o simplemente para adular para obtener buenos réditos, o bien por un buen empleo o por dinero. En todo caso, quien posteriormente lea el libro deberá hacerlo con ecuanimidad, a manera de no formarse una imagen desvirtuada del objetivo de la obra.

Recientemente el mundo está convulsionado, primero por el problema de salud en el ámbito mundial derivado de la pandemia de covid 19 y segundo, por la aparición en el mercado editorial del libro "La habitación donde ocurrió" escrito por John Bolton, ex asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump. Este malévolo personaje, ante algo que podría interpretarse como una amenaza a la seguridad del gobierno de los EEUU, decidió ante un juez prohibir, por fortuna infructuosamente, la publicación de la obra. Lo expongo de dos maneras, que John escribió verdades y mentiras sobre el amargado Donald, primero, para afectar la reelección en noviembre del gordinflón rubicundo. Acción tomada, posiblemente, en venganza por haberlo dejado sin empleo. Y segundo, porque el autor quiere demostrarle al mundo que es un apasionado por la literatura y dicha obra es una prueba de que es un excelente escritor.

Según se lee en "La habitación donde ocurrió" hay párrafos dedicados a Venezuela, en el entendido que nuestro país siempre está en el foco de atención: posee grades riquezas codiciadas por las miserables corporaciones globalizadas de EEUU y la UE además, porque de las acciones que el amargado gordinflón tome contra Venezuela puede decidir su reelección con los votos de los racistas, tanto los de Florida, como los del resto de la unión.

En verdad la obra de John no refiere nada nuevo que los venezolanos no estemos al corriente. Esto es, la complicidad del gobierno de Donald en todos los atentados como el caso de los drones y de los golpes de estados contra el gobierno constitucional del presidente MM. Tampoco es un descubrimiento el financiamiento del Departamento de Estado de USA a la oposición venezolana. Así mismo, señala el libro los reiterados fracasos, consecuencia de la ineptitud de los dirigentes de aquella, en sus empeños de derrocar lo que el Departamento de Estado de USA mal llama "la narcodictadura".

John Bolton en sus evocaciones sobre las conversaciones con el rubicundo gordinflón, donde estaba presente Kelly (ex embajadora de EEUU ante la ONU), comenta las diferentes opciones que tienen preparadas contra Venezuela, entre ellas la invasión militar, la cual sería muy "cool", por ser la tierra de Bolívar parte de EEUU. Entiéndase por invasión: devastación de ciudades, violación de mujeres, muertos, heridos, viudas, huérfanos y la ocupación por parte de los marines de nuestro territorio. Asimismo el asesor de seguridad en sus diálogos con el presidente insiste, como resultado de estas operaciones, en "quedarse con ella" (Venezuela) ya que considera que nuestro país, "en realidad es parte de EEUU". Como se nota el afán anexionista de los neos imperialistas no ha declinado y parece acentuase con las sanciones y el bloqueo económico.

Es bueno hacer una reflexión sobre el párrafo anterior dado que en estas líneas presentadas por John, el gordinflón rubio da muestra de su monstruosa ignorancia. No recuerda las luchas de los pueblos de América, Asia y África por la libertad e independencia. Tengo la certeza que ni Bolton ni Kelly no le recordaron los nombres de Simón Bolívar, Gabal Nasser (Egipto), Kwame Nkrumah (Ghana), Sékou Touré (Guinea), Patricio Lumumba (Congo), Ben Bela (Argelia), Mao Tse Tung (China), Ghandi (India), Ho Chi Minh (Vietnam), Fidel Castro (Cuba), Hugo Chávez entre tantos prohombres que dedicaron su vida y algunos la entregaron, en las luchas por la liberación de su país en manos de potencias imperialistas como Reino Unido, Francia, Portugal, Alemania, España…y ahora Estados Unidos. Los mismos cuyos soldados, después de años de lucha, tuvieron que abandonar cobardemente los países conquistados y colonizados.

Y si Trump revisa la historia recordará que los huestes de los países invasores encontraron verdaderos infiernos en las acciones de guerra, en aquellos territorios oprimidos. El nuevo César de EEUU muestra sus garras y cual cruel emperador decide cuál país pasará a formar parte de la unión. Solo tendrá que enfrentar un grave problema: el pueblo de Venezuela, que desde el 1811 decidió ser una nación independiente. Y si para aquella época luchó denodadamente contra el imperio español, hoy de nuevo tomará las armas para enfrenar cualquiera potencia extrajera, por poderosa que sea, que intente humillar el suelo sagrado de nuestra patria.

John Bolton miente descaradamente al afirmar que la "dictadura" de MM, a raíz de la autoproclamación apresó al gafo Guaidó y de manera soterrada, resaltó que este fue capturado en una operación de agentes cubanos radicados en el país y que posteriormente fue liberado. En una oportunidad (1998) insiste el desempleado, el autor del libro, en sugerirle al presidente Donald que declarare a Venezuela promotor del terrorismo y devolver a Cuba a la lista de país terrorista, puesto que Obama la había sacado del inventario. Hoy por hoy parece que el antiguo César del miss universo recordó aquel consejo y de nuevo, acusa a Venezuela de "promotor del terrorismo" para tener una excusa para una invasión militar. Qué mala memoria la del colorado Donald, parece olvidar que fue el gobierno de EEUU quien financió, entrenó y armó el estado islámico, el grupo terrorista que actúa abiertamente en Siria bajo la protección de la OTAN. Además, es aliado del reino de Arabia Saudita que protege grupos terroristas que atacan constantemente a Siria. Parece que el presidente extravió la lista donde aparece un grupo de "asilados" venezolanos, acusados de terroristas en Venezuela por nuestro gobierno y gozan de la protección de la administración gringa.

El descarado de John Bolton no oculta la responsabilidad del energúmeno Donald de las sanciones contra el régimen de Maduro, especialmente en el sector petrolero. Por las acciones de su gobierno, apoyado por Juan Guaidó, entre estas el boicot económico, intenta reducir la producción y exportación del crudo venezolano hasta ubicarlo en el nivel más bajo. Esto contribuirá al empobrecimiento del país. Así mismo miente descaradamente cuando escribe que hay que aplicar otras sanciones necesarias para eliminar las corrientes de ingresos "ilícitos" del régimen – especialmente el narcotráfico con narcoterroristas operando principalmente en Colombia con refugios en Venezuela –. Esto es una muestra de la mala intención basada en una mentira descarada. Si el narcotráfico con narcoterrorista operan principalmente en Colombia (según Donald y John), por qué no declaran al país neogranadino como narcoterrorista, dado que es allá donde se produce y se exporta la cocaína. Si EEUU cuenta con más de diez bases militares en aquellas tierras ¿qué papel desempeñan? Si esa droga va dirigida a EEUU ¿cuáles son los carteles de USA encargados de la compra, distribución y venta al mayor de la droga? Conclusión: EEUU y Colombia son unos narcoestados.

Ciertamente, en el libro de John aparecen muchas verdades y mentiras, entre las primeras está en el reconocimiento de Donald al gafo de Guaidó a cambio la extremada lealtad del torpe a EEUU, que de acuerdo con los acontecimientos tal lealtad, jalabolismo, se mantiene incólume. Lamentablemente tal fidelidad se quebranta cuando el rubicundo gordinflón declara, según el libro, que se arrepintió de reconocer a Guaidó, a quien tildó de ser un "niño débil" comparado con el fuerte de Maduro.

A pesar de todo estos deslices John Bolton trabajó como asesor de seguridad de un presidente obsesionado por la reelección, quien actúa como un "comandante en jefe errático" e ignorante por lo "asombrosamente desinformado". Según el autor, Donald desconoce que el Reino Unido es una potencia nuclear, así mismo, asegura que Finlandia es parte de Rusia. Y pesar que este iletrado toma decisiones que tienen que ver con la marcha del planeta.

Es lamentable que el mundo discurra según la égida de un ser que dice ser una hombre de estado, pero que no es más que un mentiroso, un ignorante, un hombre emocionalmente inestable y quien toma decisiones de acuerdo con su estado de ánimo. Como afirmó alguien que no recuerdo "La enfermedad del ignorante es su propia ignorancia". Lee que algo queda.

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