El golpe de Estado contra Allende en Chile, reunió derecha, militares, empresarios

Martes, 30/06/2020 07:01 AM

1. El 1973 fue derrocado Salvador Allende, quien tres años antes fue electo presidente de la República de Chile. Fue brutal su derrocamiento porque se pusieron de acuerdo las principales fuerzas que lo odiaban: los militares presididos por Pinochet, el gobierno de EEUU encabezado por Nixon, la gran burguesía empresarial y la ultraderecha agrupada por el partido demócrata cristiano, así como un pequeña parte del "pueblo cacerolero religioso" que fue empujado a las calles por la recalcitrante derecha.

2. La derecha chilena preparó criminalmente el golpe: a) bombardeó el palacio de La Moneda, b) asesinó u obligó a Allende a suicidarse en Palacio, c) recogió en sus hogares a los izquierdistas más connotados, d) llenó los estadios con presos al no caber en las cárceles y e) asesinó a varios miles de activistas cercanos al socialismo. Por ello el golpe de Estado de Pinochet fue conocido como uno de los golpes más sanguinarios de la historia. Al mismo tiempo el golpe en que la intervención de los EEUU –por medio del canciller Henri Kissinger- fue más descarada.

3. Recuerdo a Salvador Allende en su visita a México aquel diciembre de 1972. Yo era profesor en una secundaria de Iztapalapa, CDMX, a dos cuadras de la avenida que hoy debe llamarse Allende. Se embelleció la avenida dos días antes que la inaugura el presidente Chile. No olvido que decenas de gigantescos tráilers bajaban grandes árboles de 20 metros de altura para sembrarlos en ambos lados al borde de la avenida, donde también se inauguró un fraccionamiento proletario. En esos días también me preparaba para entrar a un concurso abierto de oposición para profesor del CCH-UNAM.

4. Pero lo más importante, a lo que se dio mayor relevancia en esa histórica visita, fue al discurso de Allende en la universidad de Guadalajara, acompañado por el Presidente mexicano Echeverría Álvarez y su esposa, así como de otros funcionarios: el Canciller de Chile Clodomiro Almeyra, el de México, Emilio Rabasa, así como el obispo Méndez Arceo. Se refirió a los jóvenes diciéndoles algo así: "Todos los jóvenes tienen que ser revolucionarios; lo extraño es que no lo sean". Manifestó el compromiso de la Universidad con el pueblo, negó la querella de las generaciones, describió las condiciones de la dependencia y explotación de los países subdesarrollados, y las actitudes de los países poderosos frente a ellos.

5. Aunque advirtió: "La revolución no pasa por la Universidad y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente los trabajadores". La juventud contemporánea, y sobre todo la juventud de Latinoamérica, tienen una obligación contraída con la historia, con su pueblo, con el pasado de su patria. La juventud no puede ser sectaria; la juventud tiene que entender, y nosotros en Chile hemos dado un paso trascendente: la base política de mi gobierno está formada por marxistas, por laicos y cristianos, y respetamos el pensamiento cristiano; interpreta el verbo de Cristo, que echó los mercaderes del templo.

6. Hacia el final de su discurso en Guadalajara, hizo un enérgico llamado a la conciencia de los jóvenes: "El escapismo, el drogadismo, el alcoholismo –cuántos son los jóvenes de nuestros países, que han caído en la marihuana que es más barata que la cocaína y más fácil de acceso– ¿pero cuántos son los jóvenes de los países industrializados? [...] ¿Qué es esto, qué significa, por qué la juventud llega a eso? ¿Hay frustración? ¿Cómo es posible que el joven no vea que su existencia tiene que tener un destino muy distinto al que escabulle su responsabilidad?"

7. Salvador Allende fue candidato presidencial en Chile cuatro veces (1952, 58,64,1970). Perteneció al Partido Socialista de Chile. Era un socialdemócrata convencido y en todo su gobierno, aunque defendió de manera abierta el socialismo y a los marxistas, fue el primer presidente de izquierda producto electoral. En México muchos concordábamos más con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que no creía en el electoralismo y pacifismo de Allende. Su dirigente era Miguel Enríquez luego del golpe fue obviamente asesinado. Luego vendrían 47 años de gobiernos burgueses en Chile de Pinochet y seguidores, mientras el pueblo sigue en la miseria.

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