El odio de clase contra Pascualina

Lunes, 27/07/2020 03:21 AM

En junio 1932, la Rusia revolucionaria debatía –acaloradamente- sobre diversos tópicos. Fue, en aquellos años, que Stalin, saca a la luz el artículo: «Acerca de algunos problemas de la historia del bolchevismo». En el mismo, analiza el proceso revolucionario bolchevique y se permite asomar su visión del papel jugado por algunos de sus protagonistas, llegando al extremo de acusar a la gran revolucionaria alemana, Rosa Luxemburgo, de centrista, habida cuenta, su carácter crítico de ese proceso revolucionario. León Trotsky, refutó esa aventurera acusación, que le causó tal estado de exacerbación que se vio obligado a responder las afirmaciones realizadas en dicho artículo. Así surgió, su magistral respuesta, titulada: «Fuera las manos de Rosa Luxemburgo», el 28 de junio de 1932, y publicado en dos partes en The Militant. Precisaba, Trotsky, en dicho artículo-respuesta: «¡Stalin, coloca a la gran revolucionaria en el campo del centrismo!...Lenin, comprendió los errores de Rosa Luxemburgo mejor que Stalin; pero no es casual que Lenin haya recordado la vieja copla: A veces las águilas descienden y vuelan entre las aves de corral. Pero las aves de corral jamás se remontarán hacia las nubes. ¡Así es! ¡Precisamente! Por esa razón, Stalin, debería actuar con cautela antes de medir su mediocridad contra figuras de la talla de Rosa Luxemburgo…». Se paseaba, Trotsky, por diversos momentos de los intensos debates, críticos y autocríticos, que caracterizaron al liderazgo revolucionario ruso. Lenin, por delante, es quien escribe: «Representantes destacados del proletariado revolucionario y del marxismo sin falsificaciones, tales como Rosa Luxemburgo, apreciaron inmediatamente el significado de la experiencia práctica, y efectuaron análisis críticos de la misma en mítines y a través de la prensa». Resaltando, Trotsky: « En breves líneas, Lenin, rinde homenaje a la significación histórica de la lucha de Rosa Luxemburgo contra Kautsky: lucha, que el propio Lenin tardó en apreciar en su verdadera dimensión… si para él, Rosa Luxemburgo representa el centrismo, para Lenin, ella es la representante del "marxismo sin falsificaciones"…Desde 1907, Rosa Luxemburgo, se entregó de lleno al trabajo en Alemania, desde una posición de izquierda, contra el centro y la derecha… Stalin, carece de un método científico para pensar, no posee criterios principistas… Su instinto infalible, le ha dicho al teórico del socialismo en un solo país, que la sombra de Rosa Luxemburgo le es irreconciliablemente hostil… Sí, Stalin tiene sobrados motivos para odiar a Rosa Luxemburgo. Pero, tanto más imperioso es nuestro deber de cuidar la memoria de Rosa de las calumnias de Stalin, que han sido tomadas por los funcionarios de ambos hemisferios, y pasar esta imagen verdaderamente hermosa, heroica y trágica a las generaciones jóvenes del proletariado, para que la conozcan en toda su grandeza y fuerza inspiradora.» (Fuera las manos de Rosa Luxemburgo, León Trotsky, junio 1932).

Tal pareciera, se repiten gestos y momentos de aquella épica Revolución, en nuestra joven y también épica Revolución Bolivariana. El debate económico, ha sido fluido y bien dinámico. Si, a Hugo Chávez Frías, debemos agradecer haber develado, más bien visibilizado, la guerra económica del imperialismo contra Venezuela; a Pascualina Curcio Curcio, los venezolanos y venezolanas de bien, debemos agradecerle, el haberle dado carácter científico a ese develamiento del Comandante Chávez. Ha sido, Pascualina Curcio Curcio, quien durante –aproximadamente- la mitad de la última década, se ha dedicado a ilustrar al pueblo venezolano sobre los temas de la Economía nacional. No por casualidad, en Venezuela, cuando se habla de economía, el referente obligado es: «Así lo dijo, Pascualina». ¡Cuánto celo profesional, genera entre sus colegas economistas, el hecho cierto de que a Pascualina se le considere como una voz referencial, cuando de Economía se trata! Estimamos, que mucho, tanto o más, que el odio engendrado en Stalin, por las consideraciones y apreciaciones, que tenía Lenin, a favor de Rosa Luxemburgo. ¡La cochina envidia!

Pascualina, fundamenta sus criterios económicos, en consideraciones principistas. El Socialismo, sigue siendo su norte económico. Y, mire que ello le ha hecho merecedora de muchos enemigos dentro del proceso bolivariano, que la ven con sobrado recelo. Su más reciente investigación: «Los salarios: en la empresa privada y en la administración pública II», ha sido objeto de la crítica más despiadada y funesta. No se busca, refutarle con argumentos, sus razonamientos económicos, sino que se intenta defenestrar su compromiso revolucionario, y su causa a favor del bolivarianismo. Se busca, crear la cizaña y desmoralizar la investigación revolucionaria. Señala, el también docente y economista, Jesús Farías: «…se emplea una fraseología revolucionaria con la pretensión de manipular el tema tan sensible y complejo de los salarios. Aunque este pueblo no se deja engañar, siempre es necesario desmontar las manipulaciones.» Y lo hace, desde un medio público, AVN, lo que pareciera ser la opinión oficial del Gobierno Bolivariano. Pascualina, expresa en su investigación, una verdad de perogrullo: «Todos los que trabajamos en la administración pública también hemos visto desplomarse nuestros salarios en 97% desde agosto de 2018, como consecuencia de la hiperinflación inducida». Por supuesto, manifiesta su deseo del necesario ajuste salarial para las 3.555.155 personas que laboran en la Administración Pública y, además los 4.988.882 pensionados y pensionadas. Como, buena conocedora de la Economía, ubica la causa que impide tomar esa decisión urgente, en la Esquina de Carmelitas. Quienes alegan: «que no hay recursos suficientes en el presupuesto.» Asertivamente, y también acertadamente, Pascualina, ubica la causa que justifica esa posición política, en el hecho de que están: «entrampados en el dogma monetarista». Tamaña afirmación, le ha bastado para llenar de cólera y odio, al otrora docente y autoproclamado «guardián» de la verdad económica, sí, hablamos del mismito que, siendo ministro de comercio exterior, y entrevistado por Carlos Croes, a finales de agosto de 2016, afirmara: «Esa tasa de cambio nuestra, que está flotando se está acercando al Dólar Today» […] «Eso es un logro de nuestra política. Hemos derrotado a DólarToday, lo neutralizamos, no siguió aumentando» (Informe21.com). ¡Aleluya! Si fuese así, cómo explicar, las quejas actuales de todo un pueblo por las continuas y abusivas alzadas en el valor de la divisa imperial, inducidas –precisamente- por DólarToday, en estos días de mediados de 2020. Peor aún, cómo explicar, que ahora no actúa solo DólarToday, sino que se le ha añadido otro instrumento de guerra económica, autodenominado como dólar BCVToday. Los hechos, hablan por sí mismos. DólarToday, goza de muy buena salud. Recordémosle, al profesor Farías, una afirmación que hiciera en la entrevista televisiva, antes mencionada: «Aquí, lo que empuja la inflación no son los salarios. Nosotros tenemos meses de inflación sin incremento salarial, es decir, es una demagogia de la más barata». Coincidía, entonces, con Pascualina. Tan solo un mes antes, 18 de julio 2016, era entrevistado por Ernesto Villegas, en el programa 7 preguntas, afirmaba sin pudor: «Va a subir –aún más- y después va a comenzar a disminuir (…) cuando sube a tal punto viene el estímulo para traer capital de afuera». Los hechos, son los hechos. El dólar, no ha dejado de crecer desde entonces, al punto que cuatros años después de aquella afirmación, el dólar se encuentra por encima de los 200 mil bolívares al cambio, y sigue en continuo crecimiento como evidencia de esa fracasada política.

«Qué era el monetarismo? La famosa definición de Friedman fue la proposición de que "la inflación está en todos lados y siempre es un fenómeno monetario." Eso quería decir, que el dinero y los precios, estaban vinculados. Pero más allá de eso, Friedman, creía que el dinero era una variable de la política monetaria – una cantidad que el banco central podría crear o destruir cuando quisiera. Si se crea demasiado, habrá inflación. Si se crea demasiado poco, la economía podrá colapsarse. Siguiendo esa dinámica, la cantidad correcta generaría el resultado deseado: precios estables en lo que Friedman llegó a denominar la tasa natural de desempleo.» (El colapso del monetarismo y la irrelevancia del nuevo consenso monetario, James K. Galbraith). El BCV, ha adoptado el dogma monetarista, como mecanismo de acción para lograr los objetivos que le ordena la Constitución Bolivariana, para garantizar: la estabilidad de precios y la estabilidad del valor de la moneda nacional. Objetivos, que según Pascualina, han obligado al BCV a: «"equilibrar" las cuentas fiscales superponiendo lo económico sobre lo social.» (Los salarios: en la empresa privada y en la administración pública II, P. Curcio Curcio), lo que les lleva a alegar, al BCV, para oponerse a cualquier ajuste salarial o mejora sustancial del factor Trabajo, que: «no hay recursos suficientes en el presupuesto». Emisión monetaria, es igual a inflación, es parte del discurso monetarista que han convertido los medios, como el discurso dominante.

Monetarismo, se asocia principalmente con Milton Friedman, uno de padres fundadores del Neoliberalismo, premio Nobel de economía y creador de: A Monetary History of de the United States, 1867-1960, publicada en 1963. Obra, en la que Friedman, sostiene que la política monetaria deficiente de la Reserva Federal de EEUU, la FED, fue la causante de la Gran Depresión de 1930, porque erró al no neutralizar las fuerzas que ejercían presión a la baja sobre la oferta de dinero. En noviembre 2002, Ben Bernanke, gobernador de la FED, habló en Chicago en un acto de homenaje por el cumpleaños de Milton Friedman, allí dijo: «como todos aquí sabemos, en su Historia Monetaria, Friedman y Schwartz, presentaron el colapso de 1929-33 como producto de la equivocación de los mecanismos monetarios del país. Contradiciendo el conocimiento común de la época en que escribían…», en aquellos años, la FED restringía para evitar la especulación. La Reserva Federal, por sí sola no causó la Gran Depresión, fallas intrínsecas a la estructura capitalista, en combinación con malas prácticas políticas, mala distribución del ingreso, bancario y corporativa, antes y después, fueron -en conjunto- los causantes de tamaño desastre económico. En 2003, el propio Milton Friedman, reconoció el fracaso de su teoría monetarista, en una entrevista concedida a Simon London del Financial Times, cito: «El uso de la cantidad de dinero como meta no ha sido un éxito. No estoy seguro que yo lo promovería tan fuertemente hoy, como lo hice en el pasado». No obstante, sus viudos aún lo hacen, y le defienden con tal vitalidad, que se molestan –violentamente- cada vez que les tocan esa tecla del monetarismo. El Monetarismo es a Milton Friedman, lo que Milton Friedman es al Neoliberalismo, uno de sus padres fundadores, desde la Escuela de Chicago. El temor a que los señalen como enchufaos neoliberales, les aterroriza.

El profesor Farías, culmina su infeliz campaña contra la Dra. Pascualina Curcio Curcio, intentando desmontar una verdad de perogrullo, el IVA no solo es un impuesto regresivo sino que la burguesía criolla, años hace, que no paga impuestos. Así lo admitió, incluso, una vez un ex presidente de la cuarta república, quien señaló que en Venezuela, solo los pendejos pagan impuestos. Efectivamente, se refería a los trabajadores públicos a quienes el patrón, Estado, les descuenta de sus nóminas la parte correspondiente a sus impuestos. Ello, lleva a Pascualina, a preguntarse: «¿Será que desde la Esquina de Carmelitas pudiesen revisar este asunto de los impuestos, los subsidios a la burguesía y los salarios de los servidores públicos? ¿Será que se pudiesen plantear aumentar los ingresos del Estado por la vía de los impuestos sobre la renta; activos y patrimonios a la burguesía hasta alcanzar una presión tributaria de 40%; en lugar de contener la inversión y el gasto públicos y de esa manera "equilibran" las cuentas fiscales que tanto les preocupa?». Más vale, que no se hubiera ocurrido realizar tamaño emplazamiento, que llenó de iracunda ira al ilustradísimo profesor Farías. Qué les respondería a sus ilustrísimos colegas economistas, el Nobel Joseph Stiglitz y el no menos notable economista Thomas Piketty, quienes en un acto patrocinado por Oxfam, manifestaron sus simpatías por la creación de un nuevo marco impositivo, proponiendo que: «los gobiernos deberían considerar la posibilidad de incorporar mayor progresividad en la tributación sobre beneficios empresariales, con tasas más altas para las empresas más grandes (especialmente los monopolios/oligopolios) y tasas más bajas para las empresas más pequeñas en los sectores altamente competitivos». Quienes, además, alertan, que como efecto de la pandemia por coronavirus: «La contracción del consumo afecta a los niveles recaudatorios por impuestos generales sobre ventas o el IVA, reducen la capacidad al igual que las tasas de empleo afectan al impuesto sobre la renta de las personas físicas. Por lo tanto, los ingresos fiscales mundiales probablemente caerán de manera aún mucho más acusada comparada con la crisis financiera entre 2007 y 2009" cuando bajaron 11,5%.» (Informe de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT), junio 2020). En relación al IVA, ciertamente, el profesor Farías, no coincide con el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su posición diríamos que, histórica, cito: «En la administración del presidente Clinton discutimos el IVA y lo desechamos porque es una medida que afecta más a la clase trabajadora» […] «No es un impuesto que promueva la equidad porque le cobra lo mismo a todos los individuos, independientemente de sus ingresos, y uno de los principios económicos es la proporcionalidad que busca la distribución.» (Más impuestos a monopolios, no al pueblo, plantea el Nobel Stiglitz, La Jornada, 29 de noviembre 2006).

Culmina su disertación, la Dra. Pascualina Curcio, con una exhortación que causa mucha irritación entre factores burocráticos, muy ligados a sectores económicos que le hacen la guerra económica al país todo, concluye, Pascualina: «…no es la clase obrera la que debe ajustarse el cinturón mientras el burgués se lo afloja cada vez más.» Pareciera, haber dicho una herejía para quienes, como el profesor Farías: «en un escenario de depresión como consecuencia del bloqueo y los efectos de la pandemia, es imposible generar mayores impuestos en la economía, sencillamente porque no hay ingresos.» No obstante, no sería nada difícil demostrarle al ilustradísimo profesor de economía, como fundamentales sectores económicos entre los que destacan: el sector financiero, comercial-importador, exportador, economía digital y telecomunicaciones, han mantenido muy en alto, sus abultadas tasas de ganancias, en medio de la pandemia por coronavirus, y ahora se dedican a abultarlas, aún más, mediante la manipulación inducida al alza del valor de la divisa, hoy convertida en moneda nacional, el dólar. Razón por la cual, como bien señala Pascualina, el poder adquisitivo de quienes viven de un salario, se ha deteriorado desde agosto 2018, en un 97 por ciento, y quizás, esa cifra, se haya quedado corta en el tiempo transcurrido…

Postscriptum: Tomamos prestada, una frase del ensayista cubano, Fernández Martínez Heredia, para destacar el desafío que tiene la Revolución Bolivariana por delante: «Si no hay debate, no hay Socialismo». Digamos más, no se trata del debate para desmontar la Revolución, –como quisieran algunos- sino del necesario debate para afianzar la Revolución y hacerla cuerpo, alma y corazón del pueblo venezolano, hacerla irreversible!

Caracas, 26-07-2020

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