Los casos límite contradictorios caliginosos, de delante de Aristóteles, han de tener un medio, tanto como del exceso y del defecto, asina asín así, del ser y del noser, de la enciclopedia védica upanishad sánscrita, de la modernidad ilustrada originaria einsteiniana, de la verdad y de la falsedad, de la literatura rayuela cortazariana, del universo en expansión y del universo en contracción, de la energía humana evolutiva teilhardiana, de la teoría holística unificada einsteiniana, del tiempo ordinario y del tiempo extraordinario, de la moral rosaluxemburgoiana.
Con digresión y sin digresión, los caso límite contradictorios caliginosos, de delante de Aristóteles, han de tener un medio, tanto como exprésase en el exceso y en el defecto, en que ha de estar el tercio incluso aristotélico profundo, entre el tercio excluso y el tercio incluso. Asina asín así, la indeterminación védica upanishad sánscrita profunda, entre el ser y el noser. Similaricadencia tautológica repetitiva platónica, el centro universal unificado reflexivo teilhardiano, la teoría holística unificada einsteiniana, entre el universo en expansión y el universo en contracción. El equilibrio complementario dinámico dialectico difuso, entre la partícula y la onda. Tanto como, y, que no de otra suerte que como cuando, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, entre el tiempo ordinario y el tiempo extraordinario.
Con divagancia y sin divagancia, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es el tiempo, llevado por la espuelación del pensamiento, por la suscitación de la crítica irónica analítica, y, por la estimulación de las pasiones. Tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, que ha de estar entre el tiempo ordinario y el tiempo extraordinario, es el aviso y el ejemplo de lo presente quijotesco cervantino profundo, entre el testimonio de lo pasado y la advertencia del porvenir.
Con circunloquio y sin circunloquio, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es el imperativo borroso difuso, entre el imperativo hipotético y el imperativo categórico, entre el Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano. El tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es el movimiento real histórico sinusoidal ludovicosilvaiano, la eterna noria notoria, los hechos en entera ejecución, los acontecimientos en pleno desarrollo, entre algo nuevo ante el sol ludovicosilvaiano y nada nuevo bajo el sol eclesiástico.
Con rodeos y sin rodeos, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es la ironía quijotesca cervantina, es la maniobra épica suntzuiana, entre la defensiva y la ofensiva, entre la guerra y la paz, entre amor y odio, entre el punto débil y el punto fuerte. El tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo es la concepción filosófica inductivadeductiva, entre el entendido y el estético ético espiritual. El tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es la historia quijotesca cervantina, entre depósito de actos definidos explícitos y fin conceptual implícito, entre la verdad y la falsedad, entre la emulación temporal y la realidad temporal.
Con vaguedad y sin vaguedad, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es contenido que contiene el medio aristotélico de La Gran Moral Aristotélica, que a su vez es contenido entre exceso y defecto, y al mismo tiempo es complemento del principio del tercio excluso, en que aparece su contrapeso el tercio incluso, a la par de ser, lo de Rosa Luxemburgo, equilibrio dinámico dialectico difuso, simultáneamente, identidad y unidad de contrarios, similaricadencia tautológica repetitiva platónica, lucha de contrarios.
Con ambigüedad y sin ambigüedad, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es cuartel convite cívico mílite para el golpe feroz cesarvallejoiano teleológico, hacia un nivel superior conceptual de nuevas concepciones perceptibles. El tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, está entre la teoría sensorial subversiva lingüística y la teoría racional sediciosa logística.
Con imprecisión y sin imprecisión, el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es lo que le ha faltado a los políticos en su mayoría, y, mas y más, a los que andan a la caza del poder soberano territorial, en que Pepe Mujica, quedóse corto cuando dijera, en la II Cumbre de la CELAC en La Habana 2014, que a los políticos le ha faltado filosofía, y, ya Rosa Luxemburgo, tenía en sus manos los pelos del burro onagro almagro, con su definición histórica del tiempo extraordinario vivencial profundo, y, que no dudamos que Rosa Luxemburgo, abrevara en las irónicas páginas cervantinas del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (I, IX) olvidadas, tanto como William Fulkner, quien pudo leer el Quijote, el Premio Nobel de 1949, mas y más, de mil veces, en que anídase esa sabrosa ironía cervantina quijotesca olvidada. Y, no en vano, Juan Carlos Onetti, que no el rey Juan Carlos Huidor, aquel, el uruguayo diametralmente opuesto al Escurridor Pepe Almagro, que no omitiría la ironía de la triste figura abandonada, que don Pepe y su jefe canciller dejaran de lado, y que Onetti, no pasara en blanco alto bajo silencio, como cuando burla burlando, y, a la songa songa cervantina arrinconada, dijera que: "Si tuviera el poder suficiente, que nunca tendré, decretaría la lectura obligatoria del Quijote, y, ese sería el único cercenamiento que haríale a la libertad". Con qué abultados redondos glúteos glóitos golosos, siéntase la cucaracha. Este cura ignaro raro cleuasmo asno, no está al cabo de determinar el asiento de la cuca oruga larva mariposa, pregúntenselo a don Pepe, que ese sí sabe de eso, ¡Sabrá Pepe! ¡Pepijo y su Hijo! Y, que a buen seguro, ha de responder con las buenas palabras comilonas comiconas micomiconas del diputado campestre cojedeño cuarto republicano copeyano: "¡Sácamelo Miguer! ¡No puede sel!".
Con digresión y sin digresión, y, a buen seguro que tanto Rosa Luxemburgo como William Fulkner, hubieran echado de menos, y, sentido sentida nostalgia, el macheteo y poda de la Real Academia de la Lengua Española, a Don Quijote (I, 37 y 38): "Quítenseme de delante los que dijeren que las letras hacen ventaja a las armas, que les diré, y sean quien se fueren, que no saben lo que dicen… las armas requieren espíritu, como las letras, veamos ahora cuál de los dos espíritus, el del letrado o el del guerrero, trabaja más. Y esto se vendrá a conocer por el fin y paradero a que cada uno se encamina, porque aquella intención se ha de estimar en más que tiene por objeto más noble fin. Es el fin y paradero de las letras..., y no hablo ahora de las divinas, que tienen por blanco llevar y encaminar las almas al cielo, que a un fin tan sin fin como éste ninguno otro se le puede igualar; hablo de las letras humanas, que es su fin poner en su punto la justicia distributiva y dar a cada uno lo que es suyo, entender y hacer que las buenas leyes se guarden. Fin, por cierto, generoso y alto y digno de grande alabanza, pero no de tanta como merece aquel a que las armas atienden, las cuales tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida. Y así, las primeras buenas nuevas que tuvo el mundo y tuvieron los hombres fueron las que dieron los ángeles la noche que fue nuestro día, cuando cantaron en los aires: ''Gloria sea en las alturas, y paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad''; y a la salutación que el mejor maestro de la tierra y del cielo enseñó a sus allegados y favoridos, fue decirles que cuando entrasen en alguna casa, dijesen: ''Paz sea en esta casa''; y otras muchas veces les dijo: ''Mi paz os doy, mi paz os dejo: paz sea con vosotros'', bien como joya y prenda dada y dejada de tal mano; joya que sin ella, en la tierra ni en el cielo puede haber bien alguno. Esta paz es el verdadero fin de la guerra, que lo mesmo es decir armas que guerra. Prosupuesta, pues, esta verdad, que el fin y blanco de la guerra es la paz, y que en esto hace ventaja al fin de las letras…"
Con disgregación y sin disgregación, la tumba y poda estuvo en la preposición de: "Quítenseme de delante…". Ahora en deshora y en adelante, ha de aparecer: "Quítenseme delante…". Ahora en deshora perola, que hubieran dicho Rosa Luxemburgo y William Fulkner, del Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, con la tremenda poda del Quijote, y, diérales Saramago, a los venezolanos, un Quijote cojo cojitranco mocho. Pero bueno, entre Premios Nóbel te veas, y, Rosa, ahí, viendo la vaina en el tiempo extraordinario vivencial profundo. En tanto que a Jorge Luis Borges, gustábale la lectura del Quijote, que comenzara a leerlo a los cinco años, en la traducción del árabe al inglés, que no la de Cide Hamete Benengeli, del árabe al castellano, como narráralo Cervantes. Y, qué hubiera dicho Jorge Luis del Premio Nobel de Literatura de 1998, de la poda quijotesca venezolana, y, que muriera Borges en 1996, que a lo mejor el Nobel de 1998 era para él, pese a que lo estuvo esperando tanto tiempo, y murióse diciendo de esto: "Defiéndeme Señor, de ser mármol y olvido. Defiéndeme no de la espada y de la roja lanza, defiéndeme sino de la esperanza. Defiéndeme de mí". Esa esperanza, similaricadencia tautológica repetitiva platónica nietzscheiana, pues: "La esperanza es el peor de los males que existe, prologa y prolonga el tormento en los hombres y en las mujeres". Créole y CREOLE, que Jorge Luis, en esa larga espera para el 1998 del Premio, fue su tormento y alegre consuelo feliz para José Saramago. Y, Rosa, ahí, viendo la vaina en el tiempo extraordinario vivencial profundo en solidaria solidaridad insólita abismal con el gaucho. Y, el Comandante Fidel, a la muerte de Jorge Luis, había leído al Quijote una docena de veces. Y, Juan Marce, Premio Cervantes 2008, dijera que "Una de las primeras lecciones que emanan del Quijote (trascendencia de una obra cumbre), es que las cosas no siempre son lo que parecen… No lo eran entonces para el valeroso caballero en aquel siglo tan pródigo en espejismos y tampoco lo son hoy… Las famosas armas de destrucción masiva que no hace mucho algunos juraban haber visto (Irak), al final resultaron ser un par de zapatos". La ironía quijotesca cervantina olvidada, llevada por las palabras que dan a entender lo contrario de lo que se dice, la oposición y contraste entre la realidad y lo que se espera, las cosas no siempre son lo que parecen, tal como dijera George Politzer, en Los Principios Elementales de Filosofía, en que su opinión resulta de la Primera Ley de la Dialéctica: "Las cosas no siempre han sido lo que son". Helo aquí, el filósofo envuelto de ironía quijotesca cervantina arrumbada, que faltárale a Pepe Mujica. Ahora bien, de Juan Marsé y George Politzer, nace el realismo mágico cervantino abisal entre el realismo ingenuo einsteiniano y el realismo mágico cervantino, del exceso y del defecto de La Gran Moral Aristotélica, y, Rosa, ahí, viendo la vaina en el tiempo extraordinario vivencial profundo.
Si el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo está en los casos límite contradictorios caliginosos, de delante de Aristóteles, del exceso y del defecto. Entonces sea dicho que el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, ha de ser similaricadencia tautológica repetitiva platónica de la indeterminación védica upanishad sánscrita profunda entre el ser y el no ser, de la modernidad ilustrada originaria einsteiniana. Ergo vergo sea dicho que el tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es la similaricadencia tautológica repetitiva platónica de la verdad cortazariana abismal, entre la verdad y la falsedad, de la literatura rayuela cortazariana, de la energía humana evolutiva centrada universal unificada reflexiva teilhardiana, y, de la teoría holística unificada einsteiniana, entre el universo en expansión y el universo en contracción. Ergo vergo sea dicho que la filosofía y la ironía, son contenidos que contiene el continente rosaluxemburgoiano, el tiempo extraordinario vivencial profundo. Ergo vergo sea dicho que la reciprocidad es válida, tanto como la contrarrecíprocidad socrática en el slash del cuadrángulo rectángulo de Sócrates, y, en la hipotenusa (slash) del triángulo rectángulo pitagórico, entre el teorema directo y el teorema indirecto. Ergo vergo sea dicho que todo lo dicho del tiempo extraordinario vivencial rosaluxemburgoiano profundo, es la optimalidad ortogonal pitagórica, y, solución de todos los casos límite contradictorios, entre el realismo ingenuo einsteiniano y el realismo mágico cervantino, entre el universo en expansión y el universo en contracción, del exceso y del defecto de La Gran Moral Aristotélica, del tercio excluso y del tercio incluso. Ergo vergo sea dicho ¡coño verocos barroco joropo! que ¡Rosa, ahí, ha estado viendo la vaina en el tiempo extraordinario vivencial profundo! Y, Rosa, ¡sigue y sigue, ahí! ¡ETERNA NORIA NOTORIA!
Otrosí: ¡Discúlpenme mis fraternales lectoras y lectores, y, Aporrea! Mas y más, que si no lo hago asina asín así, todo esto perderíase, pues mi magín es demasiado frágil, y, he de correr y correr por escribir. Aun y aun, cuando llego a la máquina, ya lo que traía en caletre mollera chirimoya, hase borrado. ¡Que arrechera!