Las reparaciones históricas contra las aberraciones de la trata negrera y la esclavitud sufrida por las y los afrodescendientes es hoy parte del pasado pero también del presente continuo.
La trata negrera dejó un saldo de más de treinta millones de africanos secuestrados y desterrados forzosamente de áfrica subsahariana para ser convertid@s en esclavizad@s y herramienta de las maquinarias de producción forzadas (minas, plantaciones, haciendas, hatos) durante cincos siglos, logrando el surgimiento y consolidación del capitalismo mercantil.
El tema de las reparaciones fue abordado por mas de cuatrocientas organizaciones, participantes en esta conferencia, que exigíamos que las antiguas potencias occidentales practicantes de la trata negrera y la esclavitud (Inglaterra, Francia, Estados Unidos, España, Portugal y la Iglesia Catolica) debían reparar a los pueblos afro, tanto en Africa como en la diaspora por la efectos nocivos espirituales, físicos y éticos, causados en este vergonzoso proceso deshumanizador
La castración física, moral y espiritual que sufrieron las y los africanos y sus descendientes a lo largo de cinco siglos en nuestro continente, fue catalogado por la III Conferencia mundial Contra el racismo como crimen de Lessa humanidad.(Sudáfrica, septiembre, 2001). Esas antiguas potencias coloniales se opusieron abiertamente contra estas propuesta y abandonaron la conferencia, mientras los activistas que participamos en esa conferencia protestamos en las calles de Durban exigiendo "Reparaciones Ya"
Entre las sugerencias en el plan de acción de esta tercera conferencia, mejor conocido como "El plan de Acción de Durban", en su artículo cuatro "insta a los Estados a que faciliten la participación de las y los afrodescendientes en todos los aspectos políticos, jurídicos, económicos, sociales". Eso lo entendimos como parte de la reparaciones, pero también exigimos reparaciones por las cantidades de crímenes contra la población afro así como el tema de las tierras. En mayo del 2018 por sugerencia de los movimientos sociales afrodescendientes internacionales, se realizó en Caracas, el Congreso Internacional de las Reparaciones (mayo 2018) donde participaron activistas de África, Europa, las Américas y el Caribe. El presidente de Saint Vincent y las Granadinas, Ralph Goncalvez, junto al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolas Maduro hicieron una llamado a los organismo multilaterales para crear un espacio jurídico de discusión sobre esta deuda histórica y el seguimiento a las Reparaciones.
LA CRIMINALIZACIÓN RACIAL EN LAS AMÉRICAS
Actualmente, dentro de los países que más practican la criminalización racial se encuentra Estados Unidos que en los últimos años ha cometido asesinatos, desde los crímenes en Baltimore a Minneapolis, desde Atlanta a Wisconsin, lo cual ha despertado movilizaciones masivas en la tierra del del "tío San". Estados Unidos no a firmado la Convención internacional contra el racismo. Estos crímenes en su mayoría no son penalizados los culpables, al contrario en la mayoría de los casos se reafirma el sistema represivo racial policial como política de Estado. Sin embargo, algunos congresista del Black Caucus han impulsado la resolución HR40, que destaca las reparaciones y su respectivo pago para los descendientes de esclavizados.
El segundo país donde se ha cometido mayor crímenes raciales es en Colombia, como lo a demostrado la organización WOLA, en sus respectivos informe periódicos y el Proceso de Comunidades Negras y otros activista afrocolombianos como Johanne Mosquera, Aiden Salgado, Charo Mina, Efrain Viveros, entre otros. Desde el gobierno de Uribe, Santos y Duque se han cometido sesenta y una masacre y millones de afrocolombianos han sido obligados a abandonar sus tierras. Los afrocolombianos exigen la recuperación de cinco millones de hectáreas y cese a los crímenes sistemáticos contra jóvenes, mujeres y hombres y sus líderes.
El tercer país de criminalización racial en Honduras bajo la presidencia del actual presidente de ese país, Juan Orlando Hernandez, quien ha permitido asesinatos de lideres y lideresas afro indígenas, desde Berta Cáceres y los miles de desplazados de la tierra Garífuna.
El cuarto país es Brasil con el presidente Jair Bolsanaro que ha expresado públicamente su odio hacia los brasileños, concretando ese sentimiento aberrante en asesinatos selectivos.
La racionalización racial es el cáncer que recorre a algunos países de Nuestra América y se muestra ya como un sistema internacional criminal ante lo cual debemos articularnos en una contra ofensiva racial para construir la familia humana que necesita el planeta.