Estoy absolutamente segura, que nadie ha olvidado el importante rol jugado desde hace varios años por Luis Almagro, Secretario General de la OEA, en su despiadada ofensiva contra la República Bolivariana de Venezuela.
El Departamento de Estado norteamericano le ha retribuido ese rol con creces, al convertirlo en un ariete estratégico y haberlo apoyarlo públicamente para su reelección a la Secretaría General de la OEA. Mike Pompeo se encargó directamente de presionar a algunos países Latinoamericanos serviles y genuflexos con su política exterior, para que votaran por la continuidad de este nefasto personaje. Además, M. Pompeo obligó al embajador del Perú, Hugo de Zela, a retirar su candidatura a la Secretaría General de la OEA, para no dividir la votación, de tal manera que L. Almagro pudiese ganar.
Deseo resaltarle a mis lectoras y lectores el significativo contraste entre la posición de L. Almagro contra el gobierno legal y democrático de Venezuela, con respecto a su posición sobre algunos países de la región. Con relación a Venezuela, él susodicho Secretario General ha usado toda su influencia, poder y astucia para:
1) Desconocer el gobierno legítimo del Presidente Constitucional Nicolás Maduro M.
2) Reconocer a J. Guaidó como presidente interino.
3) Presionar a la Unión Europea y al gobierno estadounidense por más sanciones y mayor bloqueo económico y financiero.
4) Propiciar una invasión militar.
5) Exigir la aplicación de la Carta Democrática y del TIAR.
6) Propiciar la entrada forzada, de la supuesta ayuda humanitaria por la frontera colombo-venezolana.
7) Criticar fuertemente a la Corte Penal Internacional y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por no haber sido más diligente para sustanciar, juzgar y condenar a Venezuela por los supuestos miles y miles de casos de violación de los derechos humanos.
8) Condenar al gobierno Iraní por ayudar al país con el suministro de combustible.
9) Llamar a la abstención en las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
Mike Pompeo, el verdadero jefe de L. Almagro, debe haberle ordenado pasar al modo ciego, sordo y mudo, como dice la canción de Shakira, a causa de los desproporcionados y horrendos hechos que a diario ocurren en USA, Bolivia, Chile, Brasil y Colombia. No es conveniente abordar tanta violencia de los grupos fuertemente armados de la ultra-derecha religiosa, las detenciones injustas y arbitrarias de los hijos de inmigrantes y la exacerbación del racismo y de la brutalidad policial en norteamérica; las masacres y ejecuciones en Colombia; las atrocidades y el marcado terrorismo de estado en Bolivia; los desafueros represivos de los Carabineros y el ejército chileno; la colosal negligencia y desprecio por la vida de los brasileños, debido al mal manejo de la pandemia.
Entonces, sí hay razones para creer que Luis Almagro está completamente ciego, sordo y mudo. O es que últimamente alguien lo ha visto robando cámara y centimetraje en la TV y prensa internacional, como solía hacerlo las 24 horas del día, cuando de Venezuela se trataba?
Será posible que L. Almagro no haya oído, por ejemplo, sobre el asesinato de numerosos indígenas, de las masacres y las ejecuciones de ex-miembros de las FARC, que diariamente ocurren en Colombia?
No habrá tenido la oportunidad de conversar con alguien sobre las masacres de Senkata y Sacaba en Bolivia, a finales del año pasado, así como el hostigamiento a los periodistas y medios, luego del Golpe de Estado a Evo Morales (https://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2019/321.asp) y el terrorismo de estado en la actual campaña electoral en Bolivia, para desconocer al ganador sino es el de la oposicioń? No ha tenido el chance de leer ni una sola noticia de la masiva violación de los derechos humanos por los feroces y desalmados Carabineros chilenos, quienes cargan en su cuenta el haber producido muy graves lesiones oculares, entre otras, a más de 260 personas, por disparos de perdigones directa y deliberadamente a los ojos?
Será que él no ve CNN ni lee Atlantic, The New York Times, The New Yorker, Jacobin,Truthout, The Intercept, Mother Jones, etc? Podemos creer que no tenga la más mínima idea de como se ha agravado la situación social, política y electoral en tierras estadounidenses, con un gran riesgo de enfrentamientos armados entre los seguidores del presidente D. Trump y el resto de la sociedad civil?
En buena ley, L. Almagro, siendo tan democrático y neutral por un lado, y aprovechando la celeridad y la tal experticia imparcial de sus técnicos electorales en la OEA, demostrado en el caso de las recientes elecciones en Bolivia, por el otro, debería propiciar que la OEA fije una posición categórica sobre el riesgo de fraude en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, planteado crudamente por el mismísimo presidente D. Trump, con el elevado riesgo de que él no acepte ni reconozca los resultados, sí le son adversos. Asimismo, debería someter a la consideración de la Asamblea General de la OEA, que se envíe una Comisión Observadora Ampliada, como veedora de las elecciones de marras.
Diera la impresión que entre M. Pompeo, J. Bolton, E. Abrams y A. Uribe, le implantaron a L. Almagro, con ayuda de un pase de coca, un chip bien profundo en el cerebro, de tal manera que su único objetivo y su norte sea contribuir a liquidar la Revolución Bolivariana al costo que fuese. Esto explicaría su desconocimiento de dos principios fundamentales de la OEA: "afianzar la paz y la seguridad del Continente" y "promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención".
No son "Fake News" lo que ocurre en USA, Bolivia, Ecuador, Chile y peor aún en Colombia, con más de 676 asesinatos de líderes sociales, sindicales y campesinos en un lapso de cinco años. Pero no, lo suyo es la República Bolivariana de Venezuela, de allí que no es posible aplicar el viejo dicho: "la salsa que es buena para la pava, lo es también para el pavo"
En este momento, ustedes se preguntarán ¿Y lo de farsante? Bueno, veamos lo que dice El Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Tomo II (Edit. Ramón Sopena S.A.,1976). Farsante: "Aplícase a quién finge lo que no siente o pretende aparentar lo que no es". Asimismo, El Pequeño Larousse Ilustrado (Edic. Larousse de Venezuela C.A., 2.001) dice al respecto: "Que finge lo que no siente o pretende pasar por lo que no es".
Cuando José "Pepe" Mujica, fue presidente de Uruguay, L. Almagro su Ministro de Relaciones Exteriores, estaba ya aparentando lo que no era. El pretendía ser un diplomático progresista identificado con los gobiernos que no obececían las directrices del gobierno estadounidense. De hecho, hay numerosos actos oficiales, donde salía en fotos con algunos Jefes de Estado, entre ellos Hugo Chávez. Luego, Pepe Mujica lo vendería fácilmente para la Secretaría General de la OEA. En 2.015, con 33 de los 34 votos, llegó a ocupar dicho cargo; pero al poco tiempo, dejo de aparentar lo que era y quedó totalmente al descubierto, ante su peregrina defensa de la invasión militar a Venezuela, en el ominoso acto de la supuesta ayuda humanitaria a nuestro país.
Pepe Mujica no lo podía creer y se distanció de él. Al mismo tiempo, El Frente Amplio, partido oficialista de Uruguay, informó de la expulsión por unanimidad de L. Almagro, al considerar una "violación grave" el haber propiciado una intervención militar en Venezuela.
Les puedo asegurar, que cualquier saltimbanqui se queda bastante corto ante esa y muchas otras maromas de L. Almagro. Quién puede ahora, dejar de darnos por completo la razón? L. Almagro es un grandísimo FARSANTE. Alguna duda?