Los italianos están alucinando

Lunes, 19/10/2020 06:52 PM

Me toca escribir sobre el país de mis raíces. Eso porque, desde que tengo nuevamente DIRECTV, ya puedo seguir los sucesos que por allá ocurren, oír el idioma, mantenerme informada.

Y ayer domingo, me pude reír mucho pues ¡al fin!, un dirigente italiano en su sano juicio profirió unas cuantas verdades. Y nada mejor que el Presidente (así lo llaman allá) de la Región Campania, o sea, ¡Nápoles!

Se trata de Vincenzo de Luca, quien arremetió contra la fiesta de Halloween en Italia. Pues sí, lo leen bien: ¿Halloween en Italia?

Pues en los últimos años han cambiado mucho las cosas por allá, muy diferentes a la época cuando estudié en la universidad, precisamente en Nápoles de donde son originarios mis padres. En estos tiempos, pero en realidad empezó hace varios años, a los italianos les ha dado por imitar todo lo que sea gringo. Lamentablemente empezando por el idioma, pues introducen diariamente, entre varias palabras italianas, siempre alguna anglosajona. Tipo lock down, en vez de cuarentena, o refund cuando hablan de las negociaciones con la Unión Europea, pero no sólo específicas sino comunes, de todos los días, como location green, total black, family business, y muchas otras que debería listar para escribir un artículo sobre este punto.

Apreciados lectores, una buena amiga napolitana, me escribe, en relación a lo que hace en su tiempo libre: ¡sono full inmersión con i nipotini! Esto es, el anglosajón poco a poco está penetrando el lenguaje común de los italianos, nada menos herederos de Dante Alighieri, el gran poeta para el cual se le acaba de asignar un día del calendario, el Dantedí, 25 de marzo de cada año.

Pues en esa invasión de Gringolandia al parecer llegó también la fiesta de Halloween y De Luca, decretó que en Nápoles no se festejará "la inmensa idiotez, estúpida americanada, que hemos importado a nuestro país y que sirve sólo para incrementar el consumo idiota en ambos países".

No le falta razón a De Luca cuando explica que, mientras él y su equipo buscan desesperadamente cómo aumentar el número de terapias intensivas, aumentar la capacidad de los hospitales, salvar vidas, hay un imbécil por ahí organizando la fiesta de Halloween, o, como llamaríamos nosotros en Venezuela, un gigantesco, contraproducente, absurdo, corona-party.

Y De Luca sigue explicando su arduo trabajo y angustia, en cómo poner a funcionar los respiradores artificiales que el Gobierno le ha donado y que se encuentran aún en cajas, y confiesa que los hospitales están necesitando de unos 16.000 profesionales entre médicos y personal de salud, que aún el Gobierno Central no les envía. Y todo esto cuando la curva de ascenso de la sindemia* Covid está creciendo en las últimas semanas exponencialmente en esa región en particular, pero también en toda la península italiana, quien ya, hasta ayer, tenía más de 11 mil personas contagiadas en 24 horas.

También la Ministra de Educación en Italia arremete contra el presidente de la región Campania, cuando De Luca decreta el cierre, por dos semanas de las escuelas. Literalmente le cayeron encima, a más no poder. Y De Luca se defiende pues informa que su Unidad de Crisis le reportó 800 estudiantes contagiados.

Apreciados lectores, en Italia, imagino en toda Europa, está ocurriendo un gran caos. Tienen la curva exponencial nuevamente, después de dar en mayo, vía libre a todo, sin ninguna restricción, a pesar de la hecatombe sufrida en la primavera. No obstante eso, están evitando como sea, de entrar en cuarentena, o en lock down como les gusta decir a ellos. Plantean con mucha seriedad una controversia entre su libertad y la seguridad, y se confiesan que, tal vez, deberían renunciar algo a su libertad y, todo esto, porque ya no podrán disfrutar las "movidas" en las noches.

La movida, palabra que han adoptado, ésta vez, de su vecina España, que muy frecuentemente mencionan, al parecer es la rumba de los muchachos en las noches, pero, atención, muy entrada la noche, pues se quejan, lloran y patalean, las recientes medidas tomadas, donde está el cierre de bares, restaurantes y la prohibición de reuniones en plazas desde las 24 hasta las 5 de la mañana. Ah, y las salas de juegos y bingos pueden estar abiertos ¡hasta las 21!

¿Cómo resumir esta reflexión? Pues para mí, es asombroso observar que, mientras aquí los venezolanos, y no me refiero únicamente a nuestro Gobierno Nacional Bolivariano, tenemos una actitud ante la pandemia, de responsabilidad, de compromiso, de salvaguardar la vida de la familia y la nuestra propia, en Italia, y Europa en general, se debate por la libertad, la movida, y la salida con los amigos para tomar, al parecer, un irrenunciable aperitivo. Su fuerte deseo del disfrute está sufriendo una peligrosa carencia.

Me pregunto: será que nosotros, luego de años inmersos en problemas, la inseguridad, entre güarimbas, intentos de invasión, robos de nuestros activos en el exterior, la disociación de muchos de los dirigentes de oposición, los bloqueos, el bolívar hecho trizas, y hasta las diatribas por los topónimos indígenas, ¿nos habremos acostumbrado a la falta de disfrute?

Para concluir creo que, en Italia y no dejaría por fuera a Europa, no sólo los idiomas y fiestas anglosajonas están siendo importadas, sino también la actitud irresponsable de Mr. Trump que llama a no darle importancia a la pandemia, y sí privilegiar la economía, pues habría que tratar, según él, por ahora, presidente de USA, como una simple influenza.

Pues bravo por Vincenzo de Luca, quien se esfuerza en salvar vidas en una región muy limitada, en comparación al rico norte, y a denunciar, sin pelos en la lengua, los idiotas y estúpidos que piensan disfrazarse en Halloween, a pesar de no saber que ya están mimetizados con esa cultura estadounidense.

*Una sindemia es la suma de dos o más epidemias o brotes de enfermedades concurrentes o secuenciales en una población con interacciones biológicas, que exacerban el pronóstico y carga de la enfermedad. Wikipedia

 

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