En los últimos 40 años, el Estado Plurinacional de Bolivia atraviesa una profunda crisis económica, con una contracción del PIB de 6,2% en este 2020, debido a los efectos de la pandemia del Covid-19 y la crisis política generada por el Golpe de Estado protagonizado por Jeanine Añes con apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Después de las continuas manifestaciones del pueblo boliviano tras el Golpe de Estado, se generó una convulsión social durante varios meses, esta, trajo como consecuencia una crisis política (violación de los derechos humanos, persecución de los miembros del MAS y asesinatos), ante estas circunstancias se llegó al acuerdo de realizar las elecciones. El pasado domingo 18 de octubre de 2020 en medio de una profunda incertidumbre, a riesgo de manifestaciones y de hechos aislados de violencia policial, se realizaron los comicios electorales donde triunfo en primera vuelta el Sr. Luis Arce por el partido MAS.
Luis Arce, estudio en la Universidad Mayor de San Andrés, en la Paz, donde se graduó de economista, además, realizó un master en la universidad británica de Warwick. Asimismo, ocupó durante 18 años diversos cargos en el Banco Central de Bolivia, fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo que gobernó Evo Morales. Es considerado por muchos analistas políticos de derecha como un tecnócrata.
Con el triunfo de Arce, en Bolivia, se pueden apreciar los próximos cambios en la región, pudiera manejarse un poco más la negociación para disminuir algunas disputas en la política interna con el solo hecho de que Áñes, extremista de la ultra-derecha admitiera la victoria de Arce y lo felicitará, y del mismo modo, lo hizo Luis Almagro, máximo representante de la OEA, es un paso importante para el reconocimiento del triunfo de la democracia en ese país.
Hay que resaltar lo dicho en tuiter hoy 19 de octubre de 2020, por el Sociólogo venezolano, Damian Alifa, (@damian_alifa), “Volvio el kirchnerismo y volvió el MAS en Bolivia. Estoy seguro que volverá Alianza País en Ecuador. Cuando hay buena gestión y conexión con la gente se vuelve. Pero cuando se quiebra la principal industria del país, dejas a la gente sin luz, te robas todo es más difícil”. Es decir, mientras los políticos tengan ética, hagan buena gestión en su labor y se avoquen en atender al ciudadano común en pro del bienestar de todos, perdurará por siempre y si no cumple con las expectativas quedará en el olvido.
Es interesante el panorama en Sur América, la Izquierda se está reacomodando nuevamente y la derecha pierde un ariete por su falta de liderazgo y su falta de vínculo con el pueblo, por otro lado, para el gobierno del Presidente Nicolás Maduro y compañía es estratégico el triunfo de Arce, ya que, geopolíticamente podría tener mejores maniobras para contrarrestar los efectos de las sanciones financieras y los ataques diplomáticos del alicaído Grupo de Lima.
Por lo tanto, la política interna boliviana capaz tenga un giro interesante en los próximos meses, sin embargo, la profunda crisis económica que persiste en el país, no es fácil; puede ser que el nuevo Presidente Arce cambie de postura por intereses de Poder y negocie con algunos agentes económicos para oxigenarse ante la crisis como lo hizo el Presidente de Argentina Alberto Fernández que negoció con el FMI.
Por ahora no podemos adelantarnos en el juego de la política interna boliviana, pero se puede afirmar que, tendrán mejores momentos y disminuirá la profunda incertidumbre y la crisis política.