En nuestro más reciente artículo sobre la terrible tragedia que ha tenido que vivir el pueblo colombiano por décadas (https://www.aporrea.org/ddhh/a296848.html), donde la muerte por encargo dejó de ser, desde hace mucho tiempo, motivo alguno de estupor, es hoy un acontecimiento que hace parte de la cotidianeidad, es un suceso, -efectivamente-, que ya no altera para nada la vida general de ese país, del día a día...
Cada noticia en Colombia de un asesinato de la mano de un sicario o, inclusive, de una masacre, no concita respuestas colectivas masivas de protestas e indignación, sencillamente por el temor del pueblo, de manera general, a que haya muertos o muy mal baleados por la fuerza pública, para quien ese tipo de manifestaciones lo que busca es amplificar dichas tragedias con una violencia innecesaria, cuando lo que correponde y eso lo reiteran sus mandos, es dejar que las autoridades y la justicia del país actúen…!!! Ese miedo colectivo se ha instalado en la sociedad colombiana porque dicha realidad es añeja, no menos de 60/70 años ha tenido que vivir en una guerra interna que no tiene fin...
En dicho artículo, intentamos demostrar, con datos de fuentes serias, como lo es la ONU, que la impunidad campea a sus anchas en el país vecino… En la mayoría de esos crímenes jamás se llega a conocer quienes los cometieron y menos aún, sus autores intelectuales.
Pero hemos vuelto sobre el mismo tema, porque en dicho artículo incurrimos en un lamentable error, obviamente involuntario, que lanza una falsa y muy grave aseveración: "Cada semana el sicariato ejecuta en ese país más de seis masacres" y lo correcto, en base a los datos y cifras que allí consignamos, el ante título que corresponde, es: "Cada mes el sicariato ejecuta en ese país más de seis masacres".
Aclaramos así el error que es, reiteramos, deplorable...