Antes de darle profundidad al tema, quiero comenzar la introducción por lo mas profundo, y para ello, me permito traer a colación el contenido de un artículo de opinión del Filosofo, poeta, cineasta, guionista y conocedor de la política estadista de Estados, léase bien, porque también hay, conocedores de la política estadista de partidos. Y es que la antipolitica se encargó de lavarle el rostro y heces defecadas por la política de los políticos partidistas. No estoy exagerando y entiéndase bien, no estoy atacando a los partidos políticos, la culpa histórica no es de los partidos políticos, sino de los políticos que dirigían la política de los partidos. Ahora si me entienden! Ah! Bueno, no me vengan con excusas politiqueras que es descabellado e incoherente, el haber concatenado este artículo de opinión de mi amigo Oscar Reyes, deleitense leyendo su contenido, el cual es del tenor siguiente: "...Give me my money back! Óscar Reyes-Matute A mi amigo Tom Hilde. Una costumbre muy arraigada en el capitalismo norteamericano es que si un producto no te gusta, lo puedes devolver y te rembolsan tu dinero. También lo puedes usar un tiempo, pagar una especie de renta (leasing), y cuando te provoque lo devuelves, pues esos lazos de amor no tienen por qué ser para siempre.
Esto también funciona en la política norteamericana.
Otra cosa es la guerra de los propagandistas políticos que cobran por asustar a la gente diciendo que si no votan por su candidato, el otro se va a eternizar en el poder. Quien se crea esas sandeces está pensando en Rusia y no en USA.
Pero hasta esa guerra propagandística, en una democracia vieja y madura, es lo normal, y si no la hubiera el espectáculo sería hasta aburrido. Nadie se aterra por eso, excepto un montón de venezolanos recién re-encauchados en Florida.
Incluso las acusaciones de fraude ya son algo "normal" (no dije "bueno"). Las hubo de parte de los demócratas en la elección Gore vs. Bush Jr., las hubo en las de Hillary vs. Trump, las hay en las de Trump vs. Biden.
Y acudieron a los tribunales, y nadie acusó de troglodita a Gore por ejercer su derecho a la revisión judicial, los jueces verán si hay mérito para una revisión o un reconteo, que no necesariamente para una nueva votación.
¿Existe el peligro de que un Presidente se eternice en el poder en USA? Tengo la impresión de que antes de Michael Moore, otros norteamericanos un poquito más ilustrados que él en filosofía y política se plantearon este riesgo, estudiando la historia romana y europea en general, y creando un sistema muy propio de ellos para evitar ese riesgo, el check and balances.
¿Cuántos períodos puede gobernar un Presidente? En realidad, la brevísima Constitución norteamericana no dice nada al respecto.
Cuando a Papa Washington fueron a proponerle que se lanzara para un tercer período, respondió: "Two terms is enoguh." (dos períodos es suficiente).
Esto se tomó como regla consuetudinaria, como more, hasta que Franklin Delano Roosevelt (FDR), 1932, 1936, 1940, 1944, fue reelecto tres veces y falleció en pleno ejercicio, en 1945.
A los norteamericanos les salió bueno FDR, quien superó la Gran Depresión, estableció el New Deal y lideró a USA y a las naciones democráticas durante la II Guerra Mundial en su lucha contra al fascismo... Pero pensaron con una antropología negativa del tipo: "Si fuéramos ángeles no necesitaríamos gobiernos", dijeron. ¿Qué tal si FDR hubiera sido un psicópata asesino como Hitler, Stalin o Mao?
Para evitar esa lotería humana, aprobaron la enmienda XXII, que permite sólo una re-elección continua e inmediata. Si pierdes esa re-elección, te vas a tu casa, gracias por tu trabajo, dedicación y entrega, pero no te debemos nada. USA es el país de la obsolescencia programada, y la Presidencia no podía escaparse de ese valor sacrosanto. O somos capaces de producir un nuevo líder cada 8 años, o nos acabamos como nación, me decían los colegas en NYU...
¿Resultado?
Nada, que el 53 % de los votantes más o menos piensa que los valores de identidad, progresismo, internacionalismo y liberalismo político (lo que algunos suelen llamar centro-izquierda), son mejores: black live matters,, metoo, LGBT...
Pero resulta que 47 % piensa que la tradición, la familia, la propiedad y America First son mejores valores, que tienden a la estabilidad, y no entienden por qué deberían sentirse avergonzados de enamorarse de alguien del sexo opuesto, de querer casarse, tener hijos y prosperar, pues les parece que eso no es demoníaco...
Tengo la estúpida impresión de que este asunto lo están dirimiendo a partir de una votación récord, que no se veía desde 1900, y en medio de una pandemia nada graciosa... Sorry, guys: no veo guerra civil por ningún lado...
No hay revolución (Dios los libre), no pasa nada, el lunes la bolsa sube al menos tres puntos, pero el contagio de Coronavirus no va a bajar. Tampoco se le quiere curar, ya que las vacunas son mucho más negocio que el tratamiento.
Como ha señalado Javier Wolcoff (formado en USA con Philip Berg en Kabbalah Centre) el negocio de las las farmacéuticas no es curar sino aliviar síntomas, y en el caso del Covid, si te lo curan se acaba el negocio, ¡Tienes que ponerte dos vacunas cada dos años...!
¿Los venezolanos? Paso...
Cuando entré a estudiar filosofía en la UCAB, el Padre Virtuoso, actual rector, fue mi profesor de filosofía política, él entendió enseguida lo que yo buscaba en la academia.
Pero en general, los demás profesores y alumnos se rieron de mí cuando les dije que la política iba a convertirse en artículo de primera necesidad, de supervivencia, en Venezuela. ¿La política? ¡Asco! me decían sobrados, y me miraban con conmiseración, como un apestado.
Sólo me creyeron en USA, en NYU, en el programa Fulbright de la Embajada, me creyeron amigos como Thomas Christian Hilde...
Luego de tantos años apostando a la antipolítica, mi país se fue a la mierda, y cuando mis paisanos se dieron cuenta de la imperiosidad del debate y la reflexión política, se estaba haciendo demasiado tarde, como en la novela de Antonio Tabucchi.
Pero ahora que tenemos 28 millones de analistas políticos en Venezuela, at home and abroad, ya es tiempo de cambiar de negocio, me dije, así que adiós academia y asesorías políticas.
Si vamos a vender mentiras, es mejor cobrar sueldo de guionista de Hollywood que de profesor universitario en Venezuela debatiendo con una partida de genios que fracasaron estrepitosamente defendiendo la democracia en su país, y que ahora quieren corregirle la plana a los norteamericanos.
Un consejo final: nunca miren a America con ojos de venezolanos, ni con categorías analíticas importadas de Europa, por muy prestigiosas que éstas sean.
America es excepcional, en el sentido de que son diferentes al resto de las democracias del mundo, son la democracia más vieja del planeta, la que más ha durado sin un golpe de Estado, la que ha sobrevivido a cuatro magnicidios y medio (Reagan se salvó por dos centímetros), a dos guerras mundiales, siempre haciendo sus elecciones cada cuatro años, y por algo será.
¿Qué pasó en USA? Nada, que los clientes políticos dijeron:
-No nos gustó Trump, es muy loco y muy peleón... Give me my money back...
Así que el tendero tomó su muñeco rubio, lo puso otra vez en el stand, abrió la caja, le iba a devolver el dinero al cliente, pero antes le preguntó:
-¿No quieres este otro? Es bastante más viejo, pero por eso mismo no pelea tanto.
El cliente sonrió, se resignó, agarró su muñeco de pelo totalmente platinado y salió. And that's all folks, end of story...
¡Bueno se tenia que decir y se dijo!.
Me despido hasta otra próxima oportunidad; pero lo hago al estilo del conocidísimo y ascendido a las huestes celestiales del cronista Oscar Yanez: "ASI SON LAS COSAS"
La guerra propagandística de la política
Por: Ysaac Jacobo Mosqueda
Domingo, 08/11/2020 09:48 PM