Tenía previsto escribir estas líneas el día de antier, 10 de noviembre, en el marco del recorrido de la caravana que realiza Evo Morales Ayma, líder histórico de la Revolución Democrática y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia, y presidente además del Movimiento al Socialismo, Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), que no sólo ha vuelto al poder político en ese país, de la mano de los compañeros Luis Arce Catácora y David Choquehuenca, en su calidad de Presidente y Vicepresidente (ambos forman parte del equipo político del MAS-IPSP y del propio Evo). Sino que esto puede traer un viento de cola muy positivo para nuestros pueblos.
Es necesario hacer un breve recuento, porque cuando uno se dedica a realizar balances y análisis, y comparamos el escenario del año pasado con el actual, podemos constatar el giro de 180 grados que se ha dado en esta Patria Grande.
Diría mi buen amigo, compañero de espacio radial y camarada, Gonzalo "Chalo" Azuaje, el retorno de Evo a su patria se da casi exactamente 365 días después de su derrocamiento el año anterior. Cuando la felonía, la componenda de sectores policiales y de las Fuerzas Armadas compradas por el imperialismo yanqui, le dio ese zarpazo a Evo Morales y lo derrocaron. Veníamos de la derrota electoral del neoliberal Macri en Argentina por parte de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, pero la República Oriental del Uruguay, la coalición de izquierda Frente Amplio, no logra retener el poder, y es derrotado en los comicios generales por la derecha representada en Luis Lacalle Pou.
Esto era algo impensable para algunos analistas, y hasta desalentador para las fuerzas de izquierda en este lado del continente. Pero esta situación, en menos de un año, cambio total y radicalmente.
Indudablemente que el triunfo Arce- Choquehuanca con el 55% de los votos y en primera vuelta pulverizó la tesis de fraude con la reelección de Evo y su posterior derrocamiento el año anterior, como lo hemos señalado. Y demostró aquella máxima de la política y de la vida, que a veces "ganando se pierde, y a veces, perdiendo, se gana".
Pero no solamente es el triunfo electoral del MAS IPSP en Bolivia, sino también el triunfo en el plebiscito en Chile, donde la mitad de la población participó, y en donde más del 78,27% de los electores y electoras no sólo manifestaron su voluntad de derogar la Constitución de la dictadura de Pinochet, vigente en ese país desde 1980, sino que además el 78,99% de la ciudadanía en ese país manifestó que esa nueva Constitución política de ese Estado debe ser redactada por una Convención Constitucional, que sería el equivalente a una Asamblea Nacional Constituyente en ese país.
Esto podría ser advenimiento de la profecía del presidente mártir de ese país, Salvador Allende, cuando en medio de su martirio, señaló que: "Más temprano que tarde, se abrirán las anchas alamedas, por donde transitará el hombre libre…"
Sin duda, esto es algo muy bueno, y que habrá que estar pendiente para evitar los intentos de secuestro por parte de la burguesía de ese país, ante este clamor del pueblo de O Higgins y Allende que luce imparable y que no aguanta más paliativos a esa gangrena social, parafraseando al Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar.
De igual manera, la ratificación en San Vicente y las Granadinas de Ralph Gonsalves, país caribeño aliado de nuestro país. Alianza esta delineada por el gigante Comandante Hugo Chávez, y concretada y ejecutada por el entonces canciller y hoy Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Y parte del cierre de estos eventos que pueden favorecer y avizorar, lo que hace un poco más de cuatro años, el compañero en ese entonces vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, en una conferencia dictada en la provincia de Santiago del Estero de la Nación Argentina, denominada "Que está pasando en el continente", habló de la nueva oleada de gobiernos progresistas y el avance de la izquierda en el continente.
Esto debido a la reciente destitución realizada por parte del Congreso peruano, y por "incapacidad moral" debido a supuestos delitos de corrupción, al mandatario de ese país, Martín Vizcarra, quien a su vez tuvo que asumir el gobierno por un hecho similar, ante la renuncia para evitar su remoción por parte del parlamento peruano, de Pedro Pablo Kuzcynski, quien también se le seguía un proceso de vacancia por esa incapacidad moral.
Es decir, el modelo político peruano está vetusto, caduco y tan corrompido, que necesita ser refundado sobre bases nuevas. La crisis política en ese país es tan tremenda, que la única válvula de escape que ello puede tener son las elecciones generales a celebrarse en el primer cuatrimestre del año 2021.
Tampoco podemos perder de vista los comicios generales de la República bolivariana y sucrista de Ecuador, en febrero del año que viene, donde también se pintan expectativas muy positivas con el posible retorno de la Revolución Ciudadana al Palacio de Carondelet, en Quito.
Del caso venezolano y de las elecciones parlamentarias a celebrarse dentro de unos 24 días para el momento en que escribo estas líneas y las mismas aparezcan publicadas en mis blogs y diversos portales, en las próximas entregas haré unas consideraciones más detalladas y extensas, tanto para la opinión pública nacional como a nivel internacional. No se las pierdan.
Quiero culminar estas líneas con la siguiente afirmación:
Pese a que el año pasado las perspectivas que podía tener no eran las mejores, y sin negar el duro momento que podemos afrontar en una post pandemia que se avizora mucho más dura que la propia pandemia, por la cantidad de plazas de trabajo pérdidas y las brutales caídas en los PIB de los diferentes países del mundo, salvo China. Estos cambios a nivel de gobierno en la América Latina y El Caribe, me hacen reconciliarme con la fe y la esperanza de que otro mundo mejor, no sólo es posible, sino necesario.
Soplan Buenos Aires por estos lados de la Patria Grande.
Y se siente la Brisa Bolivariana en la América Latinocaribeña.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!