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De Trump a Maduro, Infiltración de los cascos centrales de poder y su pérdida

Lunes, 30/11/2020 01:47 PM

El uso de la fuerza en una guerra constituye una falacia. Rusia lo comprendió con la postura clara de Vladimir Putin y la astucia de Donald Trump, ambos tuvieron acuerdos comunes para enfrentar y confrontar la tercera fuerza proveniente del mundo chino. Pero, hay quienes desean tergiversar de la naturaleza del poder su esencia y, alguien debe imponer su voluntad al mundo para detener el fundamentalismo religioso que se unió a los movimientos del Foro de Sao Paulo para imponer sus ideas. La doctrina impartida por los carteles y algunos núcleos musulmanes buscan proyectar su poder y unidad de fuerza en cualquier parte del planeta.

Desde la administración Bush, los demócratas juegan a la guerra con los musulmanes y Barak Hussein Obama despliega su artillería desde los núcleos de poder ubicados en los barrios negros de las principales ciudades claves de los Estados Unidos de Norteamérica. Para Hillary Clinton no le fue fácil ser Ministra de Estado y, la invasión a Irak y la muerte de un general en la triple frontera constituyó su error más grave, porque cuando Bush se propuso iniciar una guerra preventiva contra Irak, nadie le detuvo. -

En este sentido, mi mayor preocupación es el nuevo orden mundial en el mundo financiero y sus consecuencias desastrosas no solo para USA, sino para los principales Estados Imperiales del mundo. El orden mundial se basa en la soberanía de los Estados y el de soberanía ya es un concepto anacrónico, nacido en una época en que la sociedad estaba integrada por gobernantes y súbditos, no por ciudadanos. En consecuencia, la soberanía se convirtió en la piedra angular de las relaciones internacionales en 1648, con La Paz de Westfalia. Después vinieron las guerras religiosas, fueron treinta años de duras batallas para que los gobernantes determinaran la fe de sus súbditos. La Revolución Francesa derrotó al rey Luis XVI y el pueblo se hizo con la soberanía. En principio, desde entonces, la soberanía reside y ha residido en el pueblo y Bush, ante las maniobras de su amigo oriental Osama Bin Lade determino las implicaciones de la diplomacia en la política y especialmente, ya el petróleo y los minerales para la energía nuclear era un problema y desde ese momento, comenzó la lucha directa contra el terrorismo.

Bush marco una pauta equivocada y la impetuosidad de Donald por igual, cuando tenían todas las estrategias de guerra para ganar. Es un juego de ajedrez, así es la política de hoy. Los mismos socialistas cercaron a Mao Zedong cuando ya todo estaba reconstruido para ir a una nueva etapa en China, de la revolución cultural iba a pasar al nivel industrial.

Cuando se va a una batalla, los estrategas deben armas cinco frentes de lucha, el último es la armería y tiene que existir un centro piloto, acompañado por el campo cibernético, porque es de inteligencia y manipulación genética, virus y dominación mental, es un solo cuerpo de una realidad geopolítica.

El alcance de la razón es ilimitado porque es un instrumento para el dominio del territorio y, en este sentido, Juan Guaido resulto incapaz de mover el voto latino por estimulación externa en lo interno, una brecha para que Biden perforara las pequeñas murallas de contención que Trump no quiso cerrar y se le llenaron de COVID- 19. En todo manejo grupal debe haber un líder, un controlador.

Los expertos extranjeros que hacen injerencias en un territorio son espías y violentan la soberanía de un país. Allí, donde el gobierno se muestra receptivo, los mercenarios se muestran hostiles y cumplen sus tareas de extracción de documentos y materiales energéticos para favorecer sus países de origen. En ocasiones hay que seguir dos vías de manera separada, la fundación local se centra en la sociedad civil y la otra fuerza trabaja con el gobierno. Otras veces, la segunda vía debe variar sus planteamientos. Venezuela esta encasillada con sus aliados, debe pagar mucho dinero para alimentar a un grupo humano parasitario, cuya función es criticarlo y controlar zonas de guerra por bolsas alimentarias. Esto se da en nuestro caso.

El único problema de las tropas extranjeras es que estas vienen y van, como los cubanos, es por ciclos para aprovecharlos Hugo Chávez creo escuelas y círculos políticos, pero esto, no se ha cumplido y el personal local no cumple funciones específicas, un ejemplo, el Claps está infiltrada y controlado por la oposición y el Psuv- AD y las campañas que ejecutan son adeistas todas. Así que la coalición partidista le esta fallando al presidente Nicolás Maduro Moros y lo que implica pérdida de poder central y las fuerzas enemigas ya controlan todas las instituciones del gobierno bolivariano.

A los venezolanos que emigran los tienen esclavizados en puestos de trabajo, mientras en Venezuela se les dota desde apartamentos hasta carros, gozan de beneficios médicos y lugares de recreación. Es que, hasta en las instituciones oficiales hay extranjeros dinamizando documentos y asuntos sanitarios.

Aquí observamos una relación circular, la democracia puede servir como ideal solo si resulta eficaz, sí es generalmente aceptada como ideal. La democracia no puede imponerse por decreto, menos La Paz, es cuestión de trabajo y creatividad y los aspectos positivos de una realidad nos lleva a una expansión económica, el estímulo intelectual y espiritual. Esto no se ejecuta en Venezuela y, por lo tanto, no hay Estado de Bienestar.

Macri en Argentina y Trump en EEUU, cometieron el mismo error, no midieron sus fuerzas y su ejército es débil, algo más que mediocre, solo saben fustigar a jóvenes que añoran una democracia plena y libertad que es cultura. Los chinos con Mao Tse Tung lograron cultivarse y dejar de ser campesinos y se dispusieron as pasar a otro ciclo, cuando desde el núcleo del poder lo reventaron y China paso a ser gobernada por una dinastía hasta nuestros tiempos.

Trump quiso gobernar bajo dogmas y el COVID- 19 no es un dogma, es una burbuja de bacteria lanzada al cielo estadounidense, pero el cambio climático hizo el trabajo, esparció por los dos hemisferios, oriental y occidental, un virus mortífero por asuntos económicos y de mercado. La ciencia es hoy utilizada para romper con los círculos viciosos y las conexiones ya establecidas por interconexión de valores financieros.

Guaido, le espera un juicio largo, por no cumplirle a Trump y por permitir que Obama movilizara toda una población de los suburbios para aniquilarlo en la meta final. Junto a Leopoldo López y Julio Borges es el culpable de toda esta defenestración en el campo del manejo político.

El pensamiento político nos lleva a situaciones concretas y no a una ilusión del pragmatismo ideológico, es asunto de posturas. El pensamiento tradicional, no es el único afluente de la dogmaticidad, se necesitan líderes que muevan los requisitos para ocupar cargos, estamos en una guerra cibernética y no en una lluvia ácida por los misiles y gases tóxicos de las bombas lanzadas al enemigo. Es un asunto de teoremas y mapas mentales.

El comportamiento de China plantea un obstáculo que la sociedad civil no puede superar por sí misma. Pekín ya puede ejercer presión sobre las multinacionales, pero no sobre China o La India, la política energética que practican estos países habrá de requerir la atención de todos los gobiernos, se mueven una multiplicidad de créditos y la sociedad civil no puede remplazar a los Estados Soberanos, pero, sí puede influir en el modo que estos y otros actores como las multinacionales se conduzcan.

China y La India, tienen un gran afán de obtener materias primas, y Trump en vez de coincidir con Xi. Se dedico a cuestionar el mercado portuario que lleva este país asiático hacia el mismo EEUU y sus colonias. Así que estamos en el comienzo de una limpieza étnica, la segunda ola de este gravoso virus esta por llegar y más fuerte, se necesita llegar a Bolivia por la hoja de coca.

Hoy, el mundo se abre en un marco muy distintivo y la democracia estadounidense se enmarca en la separación de poderes, no el reconocimiento de que la verdad última se halla fuera de nuestro alcance, en gran detalle es una sociedad abierta como en Venezuela. Pero, nuestro gran error es que gobiernos extranjeros interfieran en nuestros principios políticos e ideológicos.

Los proyectos de poder son indisolubles, podrían acabar separados por estrategias y contrapuestos, nos referimos al partido como tal y al mismo gobierno. En efecto, la tertulia de izquierda en Washington acabo dividida entre quienes deseaban ser los militantes profesionales y, quienes persistían en su vocación de bifurcar al contrario y segmentarlo para debilitarlo, una vieja estrategia de Mariátegui. Pues, la toletería de Biden gano, comenzando con mala imagen y el COVID 19 termino desplomándolo y que comprendiera que era un hombre, Trump cultivo su derrota y Nicolás ahora se da cuenta que el Psuv- AD tiene los Claps minados, yo simplemente le invito a Parque Valencia donde la mayoría son opositores y le están agradecidos a Freddy Bernal, antiguo adeco cercano a CAP.

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