"Por la dignidad, por la soberanía de nuestros pueblos no nos
queda más que unirnos contra esa amenaza común que es
el imperio estadounidense, el imperialismo
mundial, el capitalismo mundial".
Hugo Chávez (*)
Desde el mismo momento en que asumió la conducción del gobierno gringo, el rubicundo Donald Trump se empeñó en derrocar al presidente Nicolás aduro usando todas las herramientas del poder imperial sobre Venezuela y sus aliados, sancionando y amenazando a quienes pudiesen auxiliarnos. No pudo.
Trump, el empresario, el millonario, el rico, el WASP, el fascista, supremacista, racista y criminal presidente norteamericano se va con su frustración y fracaso en los hombros. Su soberbia y adoración del poder no lo lograron. Parafraseando a un autor (Rodríguez Gelfenstein): Trump, posee "un discurso y un accionar que emerge de su profundo y enfermizo odio hacia los pueblos, que sin embargo han ido perdiendo el miedo y hoy, lo envían –una vez más- al estercolero de la historia de donde nunca debió haber salido y que solo evitó por el indulto que le concedió George H. W. Bush. Allí podrá encontrarse con Macri, Peña Nieto, Kuzcinski, Vizcarra, Cartes, Temer, Varela y otros, esperando que pronto recalen Uribe, Duque, Santos, Bachelet, Piñera, Bolsonaro y Juan Orlando Hernández para seguir soñando con la destrucción de Venezuela". https://www.alainet.org/es/articulo/210625.
(Y conste que hemos realizado críticas a lo interno en cuanto a políticas sobre todo económicas desacertadas del gobierno actual, pero frente al imperio no puede haber medias tintas)
Con Biden no hay que hacerse muchas ilusiones, pero debemos apostar a mejorar las relaciones en el marco del respeto mutuo, estando en un mundo multipolar y pluricéntrico, donde ya los Estados Unidos no juegan solos como lo hicieron durante 20 años luego del derrumbamiento del bloque socialista a partir de la caía del Muro de Berlín. China, Rusia, India, Turquía e Irán se alzan con diferentes políticas en este turbulento mar de las relaciones internacionales y Venezuela debe seguir asumiendo el legado que dejó Chávez y que le costó la vida.
(*) Hugo Chávez. Discurso en Patio de Honor del Ministerio de la Defensa. 14 de junio de 2006. Ed. FANB.