¿Golpe de Estado en Ecuador? La denuncia Rafael Correa. Pudiera ser

Lunes, 22/02/2021 02:45 PM

Según reportes de prensa, Rafael Correa, expresidente ecuatoriano, ha lanzado la siguiente alarma: "Atención Latinoamérica y mundo: Ecuador sufre nuevamente golpe de estado. Fiscalía intenta llevarse computadoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) para que no se proclamen resultados e impedir la segunda vuelta. La Presidenta del CNE denuncia que le quitaron custodia policial".

chttps://www.aporrea.org/internacionales/n363000.html

En la misma nota se hace saber que "la Fiscalía General de Ecuador emitió un comunicado a la prensa y en sus redes sociales para ordenar la recolección del contenido digital de la base de datos que administra el sistema informático electoral".

En efecto, la "Fiscalía", como para que no quede dudas, ha admitido el procedimiento y se justifica diciendo que "El objetivo es preservar la base de datos que administra el sistema informático electoral con corte a la fecha" y "generar un reporte a nivel de base de datos de los registros de las actas con inconsistencias de la Junta Provincial Electoral de Guayas".

La "Fiscalía", al parecer, se ha tomado para sí, una función que corresponde al órgano electoral, habiendo de por medio una solicitud de revisión de cómputos que, previamente fue acordada entre los candidatos que compiten por el segundo lugar y el derecho a ir al balotaje, el indígena Yaku Pérez y el derechista Guillermo Lasso,

Pese que, con anterioridad, hubo un acuerdo entre Lasso y Pérez, de hacer una revisión, el mismo fue anulado por el primero, en virtud que el segundo, con posterioridad, puso nuevas condiciones.

Para más señas, el propio Guillermo Lasso, ha condenado el acto de la Fiscalía diciendo, "hechos que deberían alarmar a todos quienes defienden la democracia en Ecuador" y, según la nota que comentamos, agregó en su de Twitter: "No es momento de temores, de defender a personas o intereses particulares".

Lo primero que queda claro de todo esto es que, la denuncia de Correa tiene fundamento y más que, un golpe de Estado, si pensamos en términos ortodoxos, se pudiera tratar de una maniobra ordenada desde los altos niveles del poder y simplemente ejecutada por la fiscalía para favorecer un cuadro, ante el balotaje, que favorezca a quienes aquélla pueda ejecutar, por la imperiosa necesidad de hacerlo, dado lo ordenado de la verdadera y más poderosa fuente de mando, el gran capital. Hay que evitar que Correa o el "correísmo", vuelva al poder.

No es un secreto y menos una información de difícil acceso que el gobierno de Lenin Moreno, se llenó de créditos del FMI, por lo que en el pasado reciente sometió al pueblo ecuatoriano a severas limitaciones y alzas indebidas de precios en servicios, para atender a las ya tradicionales exigencias del mencionado organismo financiero. De donde no es difícil colegir, que ya allí, hay un opositor y hasta enemigo declarado de la posibilidad del regreso de un gobierno progresista al país suramericano, más si el mismo viene bajo la inspiración de Rafael Correa. Por aquello, se produjeron grandes manifestaciones, al inicio casi espontáneas, como las de Chile casi inmediatamente y en lo fundamental por las mismas razones.

Por otra parte, el reciente triunfo de Luis Arce Catacora en Bolivia y la complicada situación en todo el subcontinente suramericano, donde los aliados de EEUU parecieran perder las ventajas alcanzadas en el pasado reciente, lo que incluye el estado deplorable ante la opinión pública de gobiernos como el de Sebastián Piñera en Chile y Bolsonaro en Brasil, el complicado cuadro electoral de Perú, deben haber prendido las alarmas en la Casa Blanca y más allá de esta, en los espacios donde se halla el poder fáctico.

Agreguémosle a lo anterior el caso venezolano. Al margen de la opinión que se pueda tener frente al gobierno de Maduro, tomemos en cuenta, para el análisis de este asunto, el hecho fundamental que junto con Cuba, los gobiernos de nuestro país, desde hace 20 años, han significado una bandera de lucha contra la injerencia estadounidense en nuestro espacio y es demasiado obvio que, todos los intentos desde la Casa Blanca y el Pentágono por derrocar, primero a Chávez y luego a Maduro, han terminado en el fracaso y lo que es peor, las fuerzas en las que se afincaron para llevar a cabo esos planes quedaron, como se dice en lenguaje coloquial, en el esterero.

Por estos últimos razonamientos, uno pudiera pensar que el gobierno recién instalado de Joe Biden, pudiera no estar tentado a volver con la misma vieja costumbre de mandar a derrocar el gobierno que no le guste, pese que no hace mucho derrocaron a Evo y antes, los demócratas, bajo el gobierno de Obama, lo hicieron en Honduras con José Manuel Zelaya.

Pero una cosa es la diplomacia que se pudiera diseñar, dada la realidad y la obligación de guardar las formas y cuidarse de la opinión pública, eso que mi amigo Vladimir Acosta ha venido calificando de manera acertada como maquillaje, desde el poder formal y los partidos y otra desde el poder fáctico, tras bastidores, para quien esas formalidades no tienen ningún valor ni imponen ninguna conducta cuando se trata de apoderarse de lo cree suyo.

La oposición y denuncia de Lasso, ante el proceder de la fiscalía ecuatoriana, quien cree que "la democracia está amenazada", pese ser un hombre de la derecha, se explica porque, los resultados admitidos hasta ahora por el organismo electoral, le hacen acreedor al derecho de ir al balote a competir por la presidencia frente Andrés Arauz.

Se pudiera pensar que, siendo Yaku Pérez, un "indígena e indigenista", como se le presenta, hablando un lenguaje que pareciera propio de la izquierda y, para más señas, defendido a través de ciertos medios por algunas personas, hasta intelectuales como de la aquella tendencia, que le presentan como el más apropiado, en función de los intereses populares, para ejercer la presidencia de Ecuador en esta etapa y habiendo estado su nombre muy vinculado a las protestas del año pasado contra el gobierno de Lenin y los acuerdos de este con el FMI, sería el llamado a vencer a Arauz. Lo que para EEUU y la derecha boliviana es una tarea urgente. Esto, sin darle mucho valor a los señalamientos que se hacen por otro lado de los vínculos del candidato indígena con instituciones estadounidenses acerca de lo cual se ha hablado bastante en estos días.

Un análisis ligero de la situación electoral ecuatoriana desde este punto donde uno se halla, pareciera indicar que el más fácil que los votos de Lasso, se inclinen hacia Pérez, que, del lado de Arauz, por distintas razones muy internalizadas en aquel universo. Del mismo modo que pensamos, como lo más conveniente para quien llegó de primero en las recientes elecciones, que su competidor sea Lasso y no Pérez. Parece muy difícil, desde nuestra perspectiva, que este pudiera pasar todo el volumen de su votación a Lasso e impedir que, bastante del mismo, por razones de clase, origen y hasta guiados por el olfato, se inclinen en favor de Arauz.

Por lo anterior, el "golpe de Estado" que denuncia Correa, que no deja de serlo, pues las formas de injerencia de EEUU varían y deben variar, dadas las circunstancias del mundo actual, estaría centrado en eso, intentar que, en lugar de Lasso, a quien le corresponde, como parece indicarlo el resultado que indican las urnas, refrendado por el órgano electoral, concurra al balotaje frente a Arauz, sea Yaku Pérez. Sería, según sus previsiones, la forma segura de evitar que el "correísmo", quien tiene sólidos lazos de unidad y coincidencia con el progresismo latinoamericano, regrese al gobierno de Ecuador.

De manera que, la maniobra, lejos de impedir la segunda vuelta o eso que llaman el balotaje, en lo inmediato, más bien lo que pudiera buscar es alterar los resultados para asegurar que, en lugar de Lasso, quien compita con Arauz sea Pérez. Lo que, por razones no muy difíciles de entender, pues quiere ser presidente, lo ha intentado antes, motivó la denuncia del candidato de la derecha en coincidencia con Arauz y Rafael Correa.

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