La situación que ha pasado de la crispación generada durante muchos años por la derecha, a la convulsión generada en pocos meses por la ultraderecha, es lo que proyectaron quienes redactaron en 1978 el texto de una Constitución rígida, que es el ropaje normativo que envuelve a España...
Pues todo empezó, en paralelo, con un ejército sin depurar y un cuerpo judicial sin depurar. Aquellos polvos han traído estos lodos absolutamente predecibles.
Y esta escalada de la convulsión es el escenario perfecto en el que se mueve como pez en el agua, antes el fascismo y luego, ahora, el neofranquismo que se propusieron implantar, a cualquier precio, los herederos ideológicos de los franquistas de los años 1970-80 del pasado siglo.
Quienes tenemos ya una edad, hemos ido siguiendo la traza que describo desde esa Transición que tanto se celebró. Los mismos que ya entonces veíamos en la bola de cristal más o menos lo que se está viviendo. Lo que no veíamos, ni vemos; lo que no sabíamos ni sabemos es, cómo acabará...