"En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones, otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de la ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Las leyes de ustedes están en oposición con las de la naturaleza y mediante ellas ustedes roban a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar…". Alegato de George Engels.
Ocurrió el 1° de mayo de 1886, fue terrible su desenlace, las diferencias se dieron en medio de una situación de industrialización en la América anglosajona, cuando en Europa llevaban tiempo hablando del progreso que había llegado para resolver los graves problemas y conflictos de la humanidad. La combinación de factores políticos, económicos, sociales y por supuesto ideológicos, el capitalismo y el socialismo comunismo, comenzaban a enfrentarse desde teorías y postulaciones de los paradigmas que habrían de proponerse para solventar muchos asuntos pendientes, sobre todo entre los tres más importantes imperios del momento, los cuales arrastrarán al mundo al final del siglo e inicios del siguiente a la Primera Guerra Mundial, primera gran consecuencia de aquello que una vez más se pensó para bien, y terminó mal, pues de nuevo el lado más oscuro de la especie humana afloró y se impuso sobre sus semejantes, presagios que hoy se develan con un 1% que acapara más de lo que puede tener el 99% restante de la población global. Sirva esta incisiva introducción, que como un bisturí va a tratar de diseccionar al sistema capitalista, modelo salvaje contra la propia naturaleza y el medio ambiente, cuyos supuestos solo se enfocan en los pocos que son ricos, porque sostienen que son los que han hecho del mundo lo que es, y tienen razón, ellos lo han pensado, logrando que las piezas encajen hasta ahora, tal como ha sido concebido. Pero, como no hay mal que por bien no venga, estamos asistiendo a lo que parece desde todo punto de vista, el retorno a momento en el cual, el hombre medraba y dejaba medrar, manteniendo el equilibrio y viviendo en una cierta armonía, con sus límites claros, siendo parte del todo y el todo de las partes.
Pasemos a auscultar al objeto de marras, puesto que como sabemos somos consecuencia de quienes antes dieron los pasos indicados para que se fueran logrando con paros y huelgas, eficaces formas de lucha frente al poder, pues la unión hace la fuerza, fueron los obreros organizados quienes lograron que un número significativo y representativo, unas 200.000 personas, coparon en pocos días las calles de la segunda ciudad de Estados Unidos, frente a las fábricas donde tenían sus puestos de trabajo, en los que se trabajaba entre 10, 12, 14, y 16 horas la jornada, de las que no estaban exentos ni los niños, ni las mujeres, a quienes se les pagaba aún menos. Entonces la consigna era: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». Aunque la mayoría de los obreros estaban afiliados a la principal organización de trabajadores de Estados Unidos, llamada la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, hicieron circular entre sus miembros un panfleto que decía: «Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo, ya que no hemos dado ninguna instrucción al respecto» (Wikipedia), lo que la mayoría rechazó, hasta en Canadá tuvo repercusiones de aliento, tildándolos de traidores al propio movimiento obrero. No faltaron las posiciones en los principales encartados que ya desde la víspera del día 29 de abril de 1886 trataba a los que se preparaban para la huelga, anunciaban que: «Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarquistas». Por su parte el New York Times señalaba que: Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo. También el Philadelphia Telegram escribía: El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas. En tanto que el Indianapolis Journal apuntaba a que: Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento.
Se podía notar a leguas cuál era la tendencia de los periódicos de mayor circulación, hacia dónde estaban inclinados, y qué peso le daban a las posturas ideológicas con claro sesgo hacia los anarcosindicalistas y anarcos comunistas, como se les conocía entonces, los hombres y mujeres de clara visión humanista y verdaderamente progresistas, que buscaban recortar las inmensas distancias que habían entre las horas de trabajo, sin correspondencia con un salario acorde. En Europa el progreso era el concepto de moda, con el cual el desarrollo haría que se alcanzaran mayores estadios de vida para las masas, pues la técnica y la ciencia estaban al servicio de la gente, de los países y entre ambos de la humanidad entera. Pero todos y todas sabemos cómo se cocieron la habas, y quienes fueron los perjudicados, luego de haberse entregado en cuerpo, alma y mente para salir de abajo, no les permitieron sino esperanzar hueras, pues el sistema capitalista fue mostrando sus dientes, y sus mordiscos cada vez le arrancaban un trozo mayor a las reivindicaciones que había costado ya la sangre, el suplicio y el encarcelamiento de por vida de los que fueron considerados los principales responsables; los chivos expiatorios del desastre que ocasionaron los patronos, que habían contratado a rompehuelgas profesionales y comprado a muchos policías y gamberros, para deshacer el paro de actividades en la fábricas, y por ende del comercio.
El punto más álgido al que llegó la huelga fue en Haymarket Square, lugar de concentración de la más numerosa protesta por alguna reivindicación que organización alguna propusiera hasta entonces, del 1° al 4 de mayo de 1886, se dieron todos los argumentos y contraargumentos de cuáles eran las consideraciones a las que se quería llegar en Chicago, una inmensa ola de solidaridad con los obreros había concentrado casi un cuarto de millón de gente, que exigía mejores condiciones laborales, y como punto de honor, la reducción a 8 horas la jornada laboral, con turnos para cubrir todo el día. Pero un hecho, como los que suelen ocurrir como salidos de la nada, y en el momento de mayor intensidad, y permanecido cubierto por un halo de sospecha, fue el del atentado con una bomba contra un grupo de la policía, que intentando contener a los parados, y disolver la manifestación frente a las fábricas, y por otra parte, evitando un enfrentamiento con quienes se prestaban de esquiroles y rompehuelgas, que mantenían funcionando las calderas y la cadena de montaje. Llegaron refuerzos de los gendarmes y hubo bajas de ambos bandos; y de seguidas se activó una feroz persecución contra los posibles sospechosos que eran sacados de las fichas e los cuarteles de policía, fichados por anarcocolectivistas y anarcocomunistas, y todo lo que se pudiera identificar como rojo, o defensor de las causas perdidas de los proletarios del mundo, a quienes no querían unidos. Mucho tiempo tuvo que pasar para que saliera parte de la verdad, desestimando calificaciones ilegítimas, deliberadas y malintencionadas, motivado a reivindicar la inocencia de los ocho trabajadores acusados injustamente, solo por el hecho de tener un pensamiento distinto y otras ideas; de ellos cinco fueron condenados a muerte, uno prefirió el suicidó a ser ejecutado; y tres encarcelados de por vida. Es por lo que son considerados "Mártires de Chicago" por parte del movimiento obrero de esa ciudad. Luego servirá para conmemorar la fecha como el "Día Internacional de los Trabajadores" a lo que habría que incorporarle y de las trabajadoras, pues son muchas las obreras que aportan en muchas partes del mundo. Excepcionalmente en Estados Unidos y Canadá celebran el Labor Day, pero el primer lunes de septiembre.
Quisimos ampliar el contexto y escribir un poco sobre los antecedentes más lejanos de la lucha por las reivindicaciones desde la revolución industrial en Estados Unidos, y en Chicago, ciudad a la que llegaron millares de desocupados desde el oeste y sudeste, viajando por ferrocarriles, y llegaban a instalarse en los aquellos barrios humildes donde la mano de obra, la mayoría vaqueros y los inmigrantes de todo el mundo que se juntaban en aquellos centros urbanos. Desde 1829 existía un movimiento que era el medio para solicitar a la legislatura del Estado de Nueva York, que las jornadas fueran de 8 horas, hablamos de sesenta años atrás, lo que da una idea de lo que había costado alcanzarla finalmente a finales del siglo; era una ley prohibiendo trabajos de más de 18 horas, «salvo en caso de necesidad» rezaba. Eran las condiciones para funcionarios del ferrocarril, maquinista o fogonero, su contravención acarreaba multa de 25 dólares pagaderos en el acto. Fueron algunos de los remotos antecedentes de las tradición laboral y reivindicativa, con la que podemos armar un ensayo al respecto del tema. Es la línea más directa que nos lleva a las organizaciones de obreros, entre los que ciertamente se encontraban los comunistas en EEUU. Las ideas y los pensamientos sobre economía, política, sociedad, ideología y cultura, muestran un panorama en el cual la lucha en una realidad donde se esgrimía un supuesto destino manifiesto como el gran argumento de la nueva civilización occidental, donde los protestantes y evangélicos de siglo, habían establecido, que la prolongación del progreso, era una condición individual y personal, en la que la intervención de la providencia nada tenía que buscar, de ahí que el siguiente paso sobre la población mundial, no era otra que la implantación del Nuevo Orden Mundial, lo que conseguirán instaurar con la Primera Gran Guerra (1915-1918), en la que se echan las bases de la era del liberalismo
Volviendo al tema que nos ocupa, se acumulan las tensiones y los incidentes se suceden, dando al traste con lo que pudo haber alcanzado a ser una victoria para todos los espectadores, y alcanzar objetivos contemplados desde hacía mucho, que se convirtió en un trágico recuerdo de más mártires entre los pobres, que tienen que sacar fuerzas del recuerdo de los que los precedieron sin descanso en la luchas por las reivindicaciones laborales y los derechos de los trabajadores a huelga y a salarios dignos y mejores condiciones en general. Son las condiciones que no alcanzan para los 45 millones de pobres en Estados Unidos, cifra que abarca más de lo que es el número de nuestra población. Entre nosotros las condiciones laborales, los sueldos y salarios, la cesta básica, y demás servicios, se han marginalizado, y solo un sector que está entre los primeros anillos del gobierno, y por parte de la oposición, de quienes ocupan los sectores medios altos y altos de la economía venezolana, son los que pueden vivir con holgura, un mínimo porcentaje, enquistados ambos al poder y la distribución de los recursos, y con lo que resta, atender al resto de la población. Estamos como bajo una sombra que se desliza a lo largo y ancho de la república y cubre en la oscuridad la salida a tanto mal acumulado, que traicionaron el Plan de la Patria, El Golpe de Timón, y han dilapidado los inmensos recursos de todos los venezolanos, de todas las venezolanas; repartiendo la pobreza entre los pobres y la riqueza entre los ricos, los nuevos ricos, nuevas oligarquías, y nueva burguesía que cobijada bajo el Estado, se impone verticalmente entre los estratos de la población venezolana. La voracidad sin precedentes por los enquistados en el gobierno, accionistas de las empresas públicas y socios en las privadas, que paulatinamente se han distribuido en todo el país, y que se mantienen a flote gracias al endeudamiento con las potencias que usufructúan nuestras materias primas, cedidas por años, pues son reiterados los préstamos solicitados, a costa de los yacimientos que quedan por operar a futuro, lo cual ya no nos pertenece. La participación será marginal por parte de las futuras administraciones de lo que quedará de la nación próspera que una vez tuvimos con Chávez, y ya no.
Para ir cerrando solo vamos a recordar al efecto los movimientos que fueron como volcanes en erupción, la Comuna de París y las prédicas de Fanelli y el movimiento obrero; o de Constan refiriéndose al ideal republicano, fragmentos como los ladrillos con los que se levantarían los sólidos cimientos en una trama mayor de estructuras e instituciones, cuya carta de presentación es la muestra de los derechos humanos, vientos que soplaron desde Europa hacia el resto de Occidente, pese al peso muerto que ha sido la oposición burguesa y nuevas oligarquías, truncando las reivindicaciones y medidas para nuevas alternativas, que posturas oclusas, como las del pensamiento único, y que imponen el unilateralismo frente a la corriente del multilateralismo, como una vuelta al pasado, cuando se acordaron tratados y normas reconocidas, eso fue allá por 1882 cuando en el Norte surgía la Federación Americana del Trabajo, con asambleas y sindicatos, que apuntaban hacia las causas obreras, y punto de partida de los métodos de lucha con viento a su favor, que hacían que las banderas flamearan contra las adversidades, en una época plagada por la crisis y la hambruna. Fueron años de lucha, de revoluciones en el ámbito legislativo, pero con claras repercusiones que inclinaban la balanza de la ley a favor de los patronos, negados a reconocer demandas de mejoras, abrumador ventajismo capitalista excluyente, con total desconexión con la realidad de millones de personas, de obreros y trabajadores sobreviviendo con salarios de miseria en las condiciones infrahumanas, sus familias hacinadas en tugurios.
Domagen en la Historia del 1º de mayo se refería con relación a que en general los patronos tenían mentalidad caníbal, los mismos partidos demócrata y republicano, no se tomaban un tiempo para interponer alguna acción vehemente, por lo que los atropellos crecían en número, mientras disminuían las posibilidades de alcanzar reivindicaciones dignas para los obreros; más bien se publicaban medidas profilácticas como cura contra el orgullo de los trabajadores: "El plomo es el mejor alimento para los huelguistas (…) la prisión y los trabajos forzados son la única solución posible a la cuestión social, es de esperar que su uso se extienda.", escribe el Chicago Tribune. Cómo e podía esperar que un 1º de mayo, época en que arranca la primavera en el hemisferio norte, cuando los trabajos reunidos en fraternidad de obreros, eran contratados por todo el año, trabajando a todo lo largo de la costa pacífica. Pero sin aumentos, sin mejoras, ni ascenso para nuevas ocupaciones en las plazas de trabajo. Era trabajar al límite de la propia paciencia, tragando grueso sin dejar aflorar la ira por tanto repudio. Pero llegó el día 4 de mayo y Haymarket fue sacudida por una avalancha imposible de frenar, y el establishment, utilizando todos los recursos, hace estragos, causa víctimas, asesinatos, más heridos. Los huelguistas no retroceden y se enganchan a los portones y rodean la MacCormick, expulsan a mil doscientos obreros, reemplazados por esquiroles, y los guardias de las fábricas, van tras los pasos de los líderes que organizan las huelgas, dando sus discursos públicos, lanzando consignas que son coreadas por la muchedumbre, más de 50 mil obreros en las calles y haceras de Chicago, luchando por derechos laborales, sociales. Argumentos sobre los hechos y nuevos métodos de lucha con la palabra, mientras los representantes patronales se niegan a transigir, pues consideran que no puede haber ninguna concesión material; era totalmente descabellado solicitar jornadas de 8 horas de trabajo. Se dice que un jurado ante el argumentó de inocencia de los acusados les respondió: "Los colgaremos lo mismo, son hombres demasiado sacrificados, demasiado inteligentes y demasiado peligrosos para nuestros privilegios." Pero ya vemos como la verdad y la justicia se abren paso y pasan por encima de los cobardes que se escudan detrás de los poderosos, almas pusilánimes, que nada saben de la rebeldía de los justos, que como apóstoles sin cansancio llegan incluso al suplicio por sus hermanos de causa, en aquellos días que se prolongaron hasta el 21 de junio de 1886, cuando bajo falsos cargos de responsabilidad por crímenes que no habían cometido, fueron condenados, sometidos a escarnio público, espectáculo con el que buscan distraer la atención hacia los verdaderos causantes, los corruptos que se hacen elegir para que desde sus corporaciones, mantener un orden ficticio de las cosas, mientras el orden natural pasa a ser el del sistema que ellos establecen. n manifestación de la divinidad y por advocación de la Iglesia, el visto bueno de la Banca y los conservadores de ambos partidos; los medios no se quedan atrás, acusando a los anarquistas y las figuras destacadas del movimiento obrero. "Si usted cree que ahorcándonos puede eliminar el movimiento obrero, el movimiento del cual millones de pisoteados, millones que trabajan duramente y pasan necesidades y miserias, si esa es su opinión, entonces, ahórquenos. Así aplastará la chispa, pero aquí y allá, y detrás y frente de usted, a su propio costado, en todas partes se encenderán nuevas llamas. Es el fuego subterráneo y usted no podrá apagarlo". Spies le había dicho al Juez Gary.
Una farsa total, y la violación flagrante de derechos humanos, normas procesales de forma y fondo, logran que 31 responsables, 8 juzgados, 3 encarcelados y 5 ahorcados; sean los chivos expiatorios de una clase llena de prejuicios, enemigas de las causas sociales y desprecian al proletario. Sin pruebas, solo alegatos y falsos testigos, con una prensa al servicio de las corporaciones de las que forman parte, poderosos lobbies de los poderosos de turno, que en 1889 dio muestras de sobrada animadversión contra las organizaciones obreras y los sindicatos a los que pertenecen, que en el mundo tampoco han logrado una cohesión significativa y poderosa, capaz de plantarse frente a los poderosos y demandar que cumplan con lo pactado en favor de los trabajadores de todo el planeta, en este momento tan crítico para el entero globo terráqueo. Luego de tantos años, de haber sobrellevado como un revival desde las guerras, revoluciones, conflictos, la pérdida en sacrificios inútiles de millones de personas en todo el orbe, de qué sirven y qué conmemorar, si son solo recuerdos de cómo sufrieron en carne propia lo que significó que los pocos que son ricos, siguen siendo más ricos entre pocos, con una codicia tal que ni siquiera teniendo mil vidas continuas acabarían con lo que han acumulado, mientras hay quien no como desde hace días, ni puede acceder al agua potable, menos a los medicamentos que podrían ayudarle a calmar en algo tantos padecimientos en sus organismos, o con la pandemia que nos mantiene en vilo, esperando tras la puerta que cualquier cosa pueda ocurrir, en este océano de mentiras y falsedades a la que nos quieren acostumbrar para que el 1º de mayo en vez de ser el de la verdad sobre la realidad de los obreros y trabajadores del país, de la región y del mundo, alcancen la posibilidad de poder disponer de recursos suficientes para poder capear el temporal que se nos viene encima, pues lejos de amainar el mar de leva, se eleva cada vez más sobre los muelles, mostrándonos que el planeta está en grave peligro, y por ende la especie humana, tienen garantías los trabajadores sobre un futuro cierto, cuando este parón de la economía mundial, la gravedad de la crisis entre quién será el nuevo hegemon cuando EEUU se desplome, y si antes de eso no sobrevenga alguna salida de las ya conocidas por el lugar que se ocupará. En definitiva, creo que es poco lo que se puede reivindicar frente a un mundo tan caótico donde de los más de 7 mil millones de personas, solo 800 millones tienen mayores oportunidades de sobrevivir a cuanto se ha anunciado que está por ocurrir, para implantar el Nuevo Orden Global en ciernes. "Yo amo a mis hermanos, los trabajadores, como a mí mismo. Yo odio la tiranía, la maldad y la injusticia. El siglo XIX comete el crimen de ahorcar a sus mejores amigos. No tardará en sonar la hora del arrepentimiento. Hoy el sol brilla para la humanidad, pero puesto que para nosotros no puede iluminar más dichosos días, me considero feliz al morir, sobre todo, si mi muerte puede adelantar un solo minuto la llegada del venturoso día en que aquel alumbre mejor para todos los trabajadores" Samuel Fielden. Alcanzando el cenit en este siglo XXI, de la pandemia y el cierre definitivo de una forma de economía en la cual los pocos que son ricos están frente a los muchos que son pobres, ante una nueva manera de competencia multilateral que no sabemos cuáles serán sus consecuencias futuras. Tal hegemonía no tiene analogía conocida puesto que está relacionada con el nuevo desarrollo tecnológico y sobre todo de Inteligencia Artificial en la era de la digitalización, en la que es evidente que China lleva la delantera, bajo el chantaje y la amenaza de los EEUU disminuido, que busca establecer una nueva guerra fría ahora virtual, pues el poder destructor y bélico no dejaría nada en pie, dado el potencial de la fuerza del hidrógeno en las armas actuales. El dólar sigue en retroceso, otras fórmulas financieras para cambiar el ancla con otras alternativas que se han propuesto. Hay mucha tela que cortar y confeccionar al respecto, en proporción a otros campos implicados con respecto a la seguridad, los derechos y las garantías que se requieren para establecer las nuevas relaciones y vínculos en el escenario internacional, dadas la nuevas coordenadas y aspectos puestos sobre la mesa de disección de los intereses de los G20. Siguen en espera los derechos humanos, el calentamiento global y la contaminación, la pandemia y cómo revertirla, y no siendo poco para la Historia de Occidente, la emergencia del lejano Oriente y una nueva competencia redistribuida y con voz y voto para equilibrar la economía global. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros informó que el precio de la Canasta Alimentaria Familiar –CAF- de enero de 2021 se ubicó en 457.653.067,86 bolívares, aumentando Bs.
"... salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: «la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable..." José Martí