1. Preocupado por saber lo que pasa en El Salvador con el gobierno de Bukele, así como con la exguerrilla del FMLN, no atendí la maravillosa movilización que se desató en Colombia el pasado 28, es decir, hace nueve días; el gobierno uribista/fascista de Iván Duque –que se inició en julio de 2018 y concluirá en 2022- fue denunciado desde su campaña como un candidato derechista, proempresarial, impuesto por el uribismo fascista.
2. En 1999 los gobiernos de Pastrana y de Clinton firmaron el Plan Colombia; ocho años después los gobiernos de Bush y Calderón firmaron –en medio de una feroz represión- el Plan México (aquí llamado el Plan Mérida) marcándose ambos planes como una tragedia nacional que agudizó el militarismo porque como dijera una gran manta en Colombia: "Los gringos ponen las armas Colombia pone los muertos".
3. El asunto más grave es que el gobierno de Manuel Santos logró convencer, pero también dividir, al movimiento guerrillero: la FARC que desde 1964, es decir, durante 53 venía luchando contra todos los gobiernos al servicio del capital. Lo positivo es que un sector de disidentes guerrilleros se mantiene luchando en la clandestinidad. ¿Cuál será la posición de los exguerrilleros que pasaron a la política civil y los que perseveran a favor de la lucha armada?
4. No olvidar que el gobierno de Duque es un gobierno facho/derechista dispuesto a desaparecer la lucha social. Se opuso incluso a que los exguerrilleros de las FARC entren a la política civil. Por ello los Colombianos que están luchando en las calles, además de radicalizarse, deben hacerlo con cuidado. Los asesinos yanquis están apoyando abiertamente a Duque y los mexicanos debemos exigir que el presidente AMLO apoye la lucha del pueblo colombiano.