Con mucho respeto y también preocupación hoy aprovecho este espacio para condenar la nueva escalada de violencia que ha cobrado la vida de más de 200 palestinos y dejado cientos de heridos en la Franja de Gaza, alargando y recrudeciendo el antiguo conflicto entre Israel y Palestina, para el que urge una solución pacífica.
Estos enfrentamientos se remontan a la década de los 40. Iniciaron cuando los judíos comenzaron a ocupar de forma ilegal territorios habitados históricamente por los palestinos, haciendo caso omiso a las tantas resoluciones dictadas por las Naciones Unidas para exigir paz y respeto a los derechos humanos de la población palestina.
El afán de las fuerzas israelitas de expulsar a las familias palestinas de sus viviendas en distintos barrios de Jerusalén no se ha detenido. Durante las últimas décadas, a través de distintas guerras han ido ocupando cada vez más territorios, desplazando y obligando a la población palestina a huir y refugiarse en otros lugares, en nombre de la religión y leyes que no han sido justas. Se han desatado feroces bombardeos que se han terminado con la vida de niños, mujeres, ancianos, personas inocentes. Han sido muchos años de lucha del pueblo palestino para defenderse de las agresiones del sionismo y el imperialismo yanqui que también motiva y financia este crimen. Esto debe terminar. Es hora de reconocer los derechos de Palestina.
Los venezolanos estamos convencidos de que las mejores alternativas para dirimir las diferencias siempre serán el diálogo sincero basado en el respeto, las negociaciones y acuerdos, apuntando siempre a la paz, seguridad y bienestar de los colectivos. Por eso desde Nueva Esparta apoyamos la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo palestino. Rezamos por una solución pacífica para el conflicto y expresamos nuestra solidaridad a todas las víctimas de los ataques israelíes. Países del mundo unámonos en una sola voz: ¡Basta de violencia, viva Palestina libre! Un abrazo.