El nuevo orden mundial y el liderazgo de China

Domingo, 04/07/2021 08:16 AM


La pandemia por COVID-19 y sus terribles consecuencias en diversos ámbitos, han acelerado la construcción de un nuevo orden mundial corporocrático-totalitario, caracterizado por el progresivo dominio del neoliberalismo a escala planetaria ("globalización"), por encima de las realidades nacionales, regionales y locales y de su institucionalidad, y por tanto de carácter supranacional y antidemocrático, que se identifica claramente con la creciente privatización de casi todo en la vida y hasta en la muerte. En este marco cabe señalar que China ha sido prácticamente la única nación que no se ha visto afectada por la crisis sanitaria global, e incluso se ha consolidado aún más como una superpotencia económica, quizá por encima de Estados Unidos en cuanto a la economía real (productiva):

"Son pocos los países que, hasta el momento, saben a ciencia cierta cómo se comportó su economía en 2020. Lo que sí es casi seguro es que China será una de las pocas economías globales en registrar expansión económica en 2020 y, especialmente, la única de las potencias en conseguirlo.

El país asiático registró un crecimiento del 2,3% en su economía el año pasado, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que a su vez informó que es la evolución más baja desde 1976.

Sin embargo, la misma entidad reconoce que es ‘mejor de lo esperado’, y también lo es para los analistas e instituciones internacionales, que pronosticaban un avance cercano al 2%.

La segunda economía más grande del mundo ha sorprendido a muchos analistas con la velocidad de su recuperación del coronavirus, especialmente porque también ha tenido que navegar por tensas relaciones con Estados Unidos.

Pero, ¿qué tiene China que no tienen las demás potencias?

Un proveedor clave de un mundo sumido en crisis

Que la economía china haya sido capaz de resistir los efectos adversos en la pandemia se debe, según las autoridades, al control de la propagación del virus, así como a la demanda internacional de productos y a las políticas de estímulo para la población.

Las estrictas restricciones en Beijing le permitieron contener en gran medida el brote de Covid-19 mucho más rápido que la mayoría de los países, mientras que el aumento de producción industrial para suministrar bienes a muchos países paralizados por la pandemia, también ayudó al impulso.

La potencia económica de Asia se ha visto impulsada por un sector de exportación sorprendentemente resistente. Muestra de ello es que, en diciembre, las ventas externas chinas crecieron más de lo esperado (…)

‘En los últimos 20 años, nuestro PIB se ha multiplicado por diez, y esperamos que suponga el 17% del total mundial en 2020 por segundo año consecutivo’, explicó el director de la ONE, Ning Jizhe, en una conferencia de prensa celebrada este lunes 18 de enero en Beijing" https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20210119-por-qu%C3%A9-china-fue-la-%C3%BAnica-gran-potencia-con-crecimiento-econ%C3%B3mico-en-2020


De manera que el nuevo orden mundial económico-tiránico, de llegar a consolidarse, tendrá como evidente protagonista a China, país al que erróneamente hay quienes han calificado como comunista, siendo todo lo contrario. El gigante asiático compite de tú a tú con Estados Unidos por el liderazgo global, y en breve podría llegar a ser la única superpotencia en el mundo, superando a la nación norteamericana en todos los ámbitos, incluso en el militar, lo que supondría el desplazamiento definitivo a un segundo plano del hasta hoy imperio estadounidense. En este sentido, destáquese que en la actualidad ya es indudable la influencia de China en el planeta entero, y en el orden económico son numerosas sus inversiones en todos los rincones del orbe, y operan con éxito diversos proyectos como la llamada ruta de la seda, con los que lógicamente ha salido como principal beneficiada la élite china, capitalista hasta los tuétanos.

En América Latina, por ejemplo, crece día a día la participación de China en distintos aspectos, si bien la pandemia parece haber reducido de momento esta participación debido a la misma crisis económica mundial. Y será aún mayor teniendo en cuenta las ventajas que ofrece la región al respecto, y la necesidad capitalista china de ir estableciendo su hegemonía en todos los continentes:

"La creciente influencia de China en América Latina

China estaría estrechando aún más sus vínculos comerciales con América Latina y el Caribe, lo que amenazaría el dominio histórico que ha tenido Estados Unidos sobre la región.


‘Hay tres pilares de la creciente actividad china en la región. El comercio y las inversiones en sectores estratégicos son dos, que ya se vienen dando desde hace algunos años. El tercero y el más reciente corresponde a los acuerdos de investigación y desarrollo, principalmente en el área farmacéutica, que han estado ganando terreno con la pandemia’, dijo a BNamericas Welber Barral, socio fundador de BMJ Consultores Associados y exsecretario de Comercio Exterior de Brasil.

Después de una gran expansión en las últimas décadas, la participación china en el comercio de América Latina y el Caribe seguirá aumentando y, de aquí a 2035, alcanzará entre 15% y 24% del total regional, según estima un informe de Atlantic Council, centro de estudios con sede en Washington.

‘Si bien una participación cercana a un cuarto del comercio regional podría no parecer particularmente alta, el hecho de que China representara menos del 2% del comercio en América Latina y el Caribe en el año 2000 pone en perspectiva la proyección para 2035’, señalan los autores.

El estudio analiza diferentes escenarios y, en el primero y más conservador, se calcula que el comercio entre China y América Latina y el Caribe sobrepasará los US$700.000 millones para 2035, más del doble que las cifras de 2020.

Como grandes exportadores de commodities, Brasil, Chile y Perú son los países latinoamericanos que más comercian con el gigante asiático actualmente, señala el exministro de Hacienda chileno Felipe Larraín, quien participó de la teleconferencia en la que se presentó el estudio" https://www.bnamericas.com/es/reportajes/la-creciente-influencia-de-china-en-america-latina

Tras lo señalado en la cita y párrafo precedente, se evidencia que Estados Unidos va perdiendo su hegemonía en América Latina, y entonces se ha visto obligado a buscar la forma de intentar revertir esta situación, amenazando, chantajeando y sancionando por un lado a los aliados de China como Venezuela, y por otra parte impulsando una especie de asociación multinacional para enfrentar en América Latina y el resto de la Tierra a lo que sus últimos Gobiernos han calificado como amenaza china, que podría hasta desembocar en una guerra mundial total (¿la III?) entre los norteamericanos y sus "amigos", y China, Rusia y sus socios.
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