A Pedro Castillo, como a Remota Montiel le tienen, en blanqueo, pa’ que piense como ha de batir el cobre

Jueves, 08/07/2021 03:06 PM

En el bachillerato, desde los primeros años, de cuando estudié en el Liceo Antonio José de Sucre, tiempos del gobierno de Pérez Jiménez, por las exigencias de aquella bella escuela y de las compañías que tuve, fuera de ella, hechas entre otros espacios, en la Plaza 19 de abril, hoy Andrés Eloy Blanco, se me pegó la maña de la lectura y particularmente de la narrativa. Para una referencia diré que mucho antes de llegar al 5to. año, ya me había leído toda la obra hasta ese momento conocida de Gallegos y unos cuantos narradores del continente y más allá.

Era eso como una obligación, pues además de los chismes del pueblo y asuntos de la política que se trataban con excesiva discreción, en aquellos grupos se hablaba mucho de literatura, poesía y narrativa y uno se sentía como obligado a saber algo para participar o "meter la cuhará", como solíamos decir, y no ser excluido o excluirse.

Fue entonces cuando leí "Sobre la misma tierra", una de las novelas del maestro Gallegos, ambientada en la región zuliana y la gente de Goajira. De aquella muy lejana lectura, recuerdo a Remota Montiel, la hija de la india Cantaralia y el contrabandista Demetrio Montiel. Y como a esta Remota, entrando en la pubertad, la metieron, por disposición de su padre en "blanqueo", en una pequeña cabaña en los espacios de su casa paterna. Se aisló en aquel reducido espacio, sólo visitada por alguien a su servicio, para si bien no recuerdo, se limpiase de lo "malo" que en ella hubiese para abordar una nueva vida. Pasó tiempo encerrada y aislada del mundo exterior.

Recuerdo a "Sobre la misma tierra", a Rómulo Gallegos, a la hija de Demetrio Montiel y Cantaralia y el blanqueo de esta, pensando que las autoridades electorales peruanas, pese el descartar todos los alegatos de Keiko Fujimori, haber contado y recontado los votos, hasta haber sabido la posición de EEUU, partidaria de "respetar las decisiones de los órganos electorales" competentes, lo que no significa que de manera concreta y rotunda hayan reconocido el triunfo de Castillo, todavía no terminan por proclamar a este presidente del Perú.

Y es que este estado de espera, suspenso en el que mantienen a Castillo, más que a nadie, está como destinado a ponerle en blanqueo. Más que esperar que la señora Fujimori agote sus reclamos y las clases dominantes de fuera y dentro, terminen de digerir los acontecimientos por demás inesperados, como quien se come un mondongo a medianoche por no desairar al amigo que hizo la invitación, opten por dar su visto bueno sin que quede duda alguna, parecieran querer que el presidente electo, pero no proclamado, piense muy bien cómo se baila la cumbia peruana". Y medite que "si a es apenas al principio, para reconocerle una victoria probada y recomprobada, cómo será la vaina si al llegar al gobierno se pone a buscarle las cuatros patas al gato".

Dicho de otra manera, y eso deben saberlo bastante bien los psicólogos, psiquiatras y todos los expertos en la conducta humana, el plan, deliberado o no, busca aflojarle las piernas a Castillo, que deje de lado sus sueños de maestro de escuela rural, que abandone sus derrotes, internalizados más por lo vivido que lo estudiado, porque las cifras, por mucho que hablen, no dicen más que los mordiscos del hambre propia, la de los amigos cercanos y, el entorno todo, de quien vive en medio de la humildad.

A Castillo pues, como a Remota Montiel, le tienen en "blanqueo", para asustarle, quitarle de la cabeza esas ideas de cambiar lo que sea menester para imponer la justicia que sueña, por lo que se metió en la política, quiso ser presidente, aquellas que empezaron a atormentarle más por ser un maestro de escuela y del ambiente campesino.

A Castillo, como a Remota, la niña indígena de Cantaralia, le quieren borrar los recuerdos y hasta resabios, deseos de justicia, el concepto mismo que de esta tiene, los compromisos contraídos con su gente a fuerza de vivir con ella.

"Piensa Pedro Castillo", le dicen con aquella injustificada espera, a la que no sometieron a Pedro Pablo K, "el perrito faldero", cuando le ganó a la señora Fujimori en las mismas condiciones, "lo que te haríamos o lo que se te vendría encima si te empeñas, al hacerte presidente, a hacer lo que crees o quisieras hacer por tu gente y no con quienes de verdad y desde que desaparecieron los incas, mandan en esta tierra".

"Sabes Pedro Castillo, piénsalo bien, mientras te hacemos esperar, que quien llegue a presidente, puede que robe, mate y desdiga de lo más sagrado, pero si algo no le está permitido, es ponerse hacer lo contrario de lo que dispongan quienes de verdad tienen el mando, aquí adentro y sus aliados de afuera".

"Observa Pedro Castillo", le dicen con el silencio, ese que no anuncia los resultados definitivos, pero si habla de conteos y reclamos hasta rechazados de la señora Fujimori, pero usados para "dilatar" el anuncio oficial, "que el gobierno de Estados Unidos, si bien habla de unas elecciones limpias, con lo que parecen reconocer tu triunfo, no te mencionan ni reconocen. Dice que, en última instancia, esperará lo que determinen las autoridades electorales y el momento que estas deben tomarse su tiempo hasta agotar uno no sabe qué. Y eso dice, justo para favorecer mantener la decisión en el aire, mientras tú piensas lo que deberás hacer y no caer en la tentación de otros, de querer cambiar lo que está hecho para que dure hasta la eternidad. Pues Pedro Castillo, tú puedes ser presidente, pero no te equivoques. No te está permitido hacer lo que quienes aquí sustituyeron a los Incas, quienes a su vez gobernaron en nombre del dios sol, no aceptan porque le jode sus negocios."

Pedro Castillo, pese no quiera, debe estar pensando mucho en eso. Como que, si así es empezando, cuando con limpidez ganó las elecciones y el ambiente nacional e internacional le favorece, dado el enredo que hay en América del Sur, como que, en Chile, Colombia, Ecuador todo el mundo anda lanzado, cómo será mañana, cuando intente tomar medidas que pudieran molestar a quienes tienen el control, pese quienes no lo tienen, sino más bien están bajo el control de ellos, están viviendo las de Caín y necesitan de urgencia se les ayude. Y él, se metió en eso, justo por estar consciente de eso.

Sabe bien, ahora, una vez proclamado, no le darían un golpe de estado, porque en este momento "la masa no está pa` bollo", pero si podrían ponerle en el purgatorio, lanzarle todos los males que haya en la "Caja de Pandora" y, justo eso, quieren que bien lo piense antes de asumir el cargo que ganó.

Es como un ejercicio de "blanqueo", en el que metieron a Pedro Castillo. Y lo es de advertencia y amenaza.

"De aquí en adelante, Pedro Castillo, después de tanta espera, pese se sabe que ganaste desde el primer día y de la descalificación de la señora Fujimori, a quien habría que hacerle lo mismo por sus antecedentes que rondan por lo menos lo ilegal e inmoral, que no tienes rueda libre. No se te va a dar una patente de corso para hagas lo que a ti y tus cercanos se le ocurra. Te estamos advirtiendo y condicionando; tu cabuya llega hasta aquí y si intentas estirarla, aunque sea un centímetro, tendrás que atenerte a la justicia, no popular o divina, porque esas, un comino nos importa, sino a la que imparten el gobierno de EEUU, los grandes capitales, propietarios, el Comando Sur y todos los chivos que aquí más mean. ¡Ya lo sabes Pedro Castillo!"

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