La Solidaridad y la denuncia sobre la actual situación en Haití tiene que ser perentoria a nivel internacional y para nosotros los venezolanos una obligación moral por su ayuda a nuestra causa independentista
122 años, fue el lapso de tiempo, durante el cual el pueblo haitiano pudo, con base a préstamos (franceses, norteamericanos y alemanes), pagar la pesada deuda por su independencia, que le impuso el Gobierno Francés, amenazándolo con flotillas de guerra y aislamiento, sino, cancelaba a sus antiguos mandatarios coloniales 150.000.000 millones de francos en oro.
Además del sistema de explotación de que habían sido objeto por el colonialismo francés, Haití, al parecer caso único en la historia tuvo que pagar una multimillonaria deuda, por el derecho a ser libre, lo que constituyó desde su comienzo como país independiente una carga tan pesada que por sí mismos el pueblo haitiano no podía sobrellevar.
Así de humanos son los colonialistas, llámense portugueses, franceses, ingleses, norteamericanos o como se llamen.
No ha tenido suerte el pueblo haitiano. Dictaduras Brutales como la de Francois Duvallier "Papa Doc" y sus Tonton Macoute, su hijo Jean Claude que no tenía nada que envidiarle a su padre en lo corrupto y asesino y una serie de gobiernos corruptos que han empobrecido al extremo es que Haití refleja las cifras más altas de empobrecimiento y hambruna en nuestra región.
Su primer presidente electo democráticamente, fue derrocada abruptamente por los Estados Unidos, que lo hizo en dos oportunidades hasta que logró en 2004 secuestrarlo con un comando militar y enviarlo a Sudáfrica. Este hecho fue condenado al unísono por el Caricom y la Unión Africana, la OEA, sorda y muda, que es su costumbre cuando no defiende los intereses de los Estados Unidos. En este derrocamiento tuvo sus manos metidas el Presidente George Bush y la comunidad internacional guardó silencio, mirando para otro lado.
Luego han venido las tragedias ambientales, para agravar su situación, terremotos y huracanes han sacudido al pueblo haitiano. Es así que entre Dictadores militares, gobiernos corruptos, la intervención foránea y calamidades climáticas, han progresivamente llevado al pueblo haitiano a una situación de caos que parece imparable e interminable.
Hoy en 2019 una nueve crisis sacude a Haití, su actual Presidente es acusado de corrupto y de no atender las necesidades perentorias de su pueblo. Miles de haitianos recorren las calles, reclamando sus derechos. La respuesta es la represión, se desconoce el número de muertos y heridos, porque sobre Haití, hay un velo de silencio. Los medios de comunicación internacionales muy propensos a enfocarse en otras latitudes y prestarse a descalificar a los gobiernos no afectos a la política de los Estados Unidos, guardan un silencio criminal.
Por estas razones, señalamos que los gritos del pueblo Haitiano, pidiendo libertad, solución a sus problemas sociales y económicos, a la solución a sus necesidades básicas perentorias, a la no injerencia de factores externos que agravan la conflictividad, se pierden en el vacío, chocan contra una pared, SON GRITOS DEL SILENCIO Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL PARECIERA NO IMPORTARLE LO QUE ALLÍ SUCEDE. LA PRESENCIA DE LOS CASCOS AZULES ASIGNADOS SUPUESTAMENTE PARA SALVAGUARDA AL PUEBLO HAITIANO, POR EL CONTRARIO HA DEJADO UNA OLA DE VIOLACIONES A SUS MUJERES, DE REPRESIÓN CONTRA LOS MANIFESTANTES, POR LO QUE, ANTES QUE APOYARLOS, LOS HAITIANOS LES INDIGNA SU PRESENCIA. LA SOLIDARIDAD DE NUESTROS PAÍSES EN PERENTORIA Y NECESARIA CON EL PUEBLO HAITIANO.