La virulenta campaña de desinformación contra Cuba en todos los medios de comunicación hegemónicos occidentales han tenido como objetivo tratar de desestabilizar al gobierno revolucionario que desde hace 60 años ha desafiado al imperio más grande de la historia moderna.
Con la valentía de defender su independencia y soberanía el pueblo cubano ha sorteado invasiones, atentados, terrorismo y bloqueo económico, comercial y financiero lanzados desde Estados Unidos y ha sido un ejemplo de lucha para todas las naciones Latinoamericanas.
El pasado 11 de julio tras una fuerte campaña mediante sofisticados medios de Internet y apoyándose en órganos de prensa extranjeros, Washington y la ultraderecha cubanoamericana en Miami, lograron que elementos antisociales pagados por agencias estadounidenses, asaltaran comercios, establecimientos gubernamentales y agredieran con machetes, piedras y armas blancas al pueblo que salió a defender a su Revolución.
El primero que hizo presencia en las calles fue el presidente Miguel Díaz Canel quien habló con numerosas personas, mientras una abrumadora multitud de pueblo junto a los órganos del orden controlaban a los antisociales sin que mediara las violencias que se han observado en países como Estados Unidos, Colombia, Brasil, Chile u otros europeos.
No es menos cierto que el inhumano bloqueo económico, financiero y comercial que Estados Unidos mantiene desde hace 60 años contra Cuba, reforzado durante la administración de Donald Trump con otras 243 medidas coercitivas, junto a la proliferación de la pandemia de coronavirus han afectado profundamente a la economía de la Isla y algunas personas confundidas se dejaron llevar por las campañas de desinformación malintencionadas lanzadas desde el exterior.
El presidente Joe Biden, en sus primeros seis meses en la Casa Blanca, ha seguido la misma línea de su antecesor con el objetivo de tratar de destruir al Gobierno cubano.
Ahora, ¿ustedes se imaginan por un solo momento que en Cuba se hubiera golpeado a una de las personas que Washington y los medios de comunicación hegemónicos han impulsado para que realizaran actos vandálicos contra instituciones públicas, la policía y contra cualquiera persona que defienda la Revolución?
Aunque no hubo ninguna violencia por parte de las autoridades y del pueblo cubano que salió a contrarrestar a los antisociales, eso no ha sido óbice para que se lanzara (ya estaba preparada de antemano) una enorme campaña de desinformación, noticias falsas y llamados a una invasión armada contra la Isla, las cuales han proliferado en las redes sociales, medios hegemónicos occidentales y por parte de funcionarios de la administración estadounidense.
A la par, se escuchan gritos y diatribas contra Cuba del desmoralizado secretario general de la OEA, Luís Almagro y de la ultraderecha cubanoamericana encabezada por el pensionado de la Organización Nacional del Rifle, Marco Rubio y sus pares Bob Menéndez, Carlos Curbelo, Ted Cruz, y compañía. Por si fuera poco, el alcalde de Miami, Francis Suárez, llama a lanzar una invasión armada contra la Isla.
Como es conocido, las fuerzas derechistas de la región, aupadas por Estados Unidos y con las orientaciones emanadas de la Casa Blanca, han impulsado golpes de Estado (unas veces parlamentarios y otras militares) en varios países a la par que pueblos cansados de padecer las vicisitudes impuestas por regímenes neoliberales, salen a las calles y son reprimidos con desmesurada fuerza.
Pero de esto no se expresa el ministerio de colonias, más conocido por OEA, ni los medios hegemónicos de comunicación, sino todo lo contrario, tratan de ocultarlo.
Las cifras en Chile son espeluznantes por la violenta represión del régimen de Sebastián Piñera donde han sido heridas 3 455 personas; por disparos 1 985; lesiones oculares por perdigones, 355 (muchas han perdido la visión de uno o los dos ojos); 8 813 denunciadas por torturas. Flagrantes violaciones de los derechos humanos.
El régimen de Colombia arremete con perdigones y gases lacrimógenos contra las grandes manifestaciones que reclaman mejoras en sus condiciones de vida y de trabajo, a la par que exigen el cese de los asesinatos selectivos contra líderes sindicales, indígenas y guerrilleros desmovilizados tras los acuerdos de paz firmados en La Habana.
Nada de estos hechos, que son realidades y consternan a muchos ciudadanos latinoamericanos no aparecen en los grandes medios de comunicación controlados por la derecha pero si están llenos de las llamadas Fake News (noticias falsas) contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, países que han mantenido contra viento y marea las banderas de la independencia, la democracia y de la solidaridad en América Latina.
Por más que se esfuercen en levantar calumnias, la verdad se abre paso y cada día, esta pequeña Isla del Caribe, es más admirada y respetada por las naciones y pueblos del mundo.