1. Eso del "charrismo" sindical es muy viejo en México, viene de 1948 y ya casi nada significa; viene del viejo alemanismo, además es muy local, sólo de México y se confunde con la charrería o el jaripeo mexicano. Es mejor llamarle líder vendido, traidor, ladrón, gobiernista, priísta, panista, proyanqui, capitalista, sumiso, iletrado, entregado, patronal, empresarial, etcétera, algo más concreto ligado al tipo de trabajador. Además, la lucha magisterial tiene que estar supeditada a lo educativo, a lo cultural, a los programas escolares. Aunque los profesores o maestros son seres humanos -trabajadores como los demás- son trabajadores especiales porque están al servicio de los niños y sus familias.
2. Todos los líderes del sindicato de educación (SNTE), fundado en 1943 por impulso del gobierno de Ávila Camacho (1940-46) y su secretario de Educación Torres Bodet, han sido bautizados como "charros" desde los cacicazgos de Robles Martínez, Jongitud Barrios y Esther Gordillo, pasando por fuertes secretarios generales (Sánchez Vite, Olmos). Sin embargo, aunque "líder charro" hacía alusión al famoso "Charro Díaz", que vendió el SNTE al gobierno de Miguel Alemán (1946-52), quizá sería mejor decirles gobiernistas, patronales o ladrones de cuotas. ¿Por qué les han llamado "charros"? Si todos se han puesto al servicio del gobierno del PRI, PAN y demás, entonces son líderes gobiernistas al servicio del capital.
3. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, fundado aquellos años, ha sido un sindicato controlado por el gobierno. Durante su existencia ha tenido dos grandes caciques: Jesús Robles Martínez de 1949 a 1974, y Carlos Jonguitud Barrios de 1974 a 1989, quienes respetaron los estatutos y fueron secretarios generales un cuatrienio, aunque a trasmano nombraron y destituyeron a los dirigentes magisteriales. Durante el cacicazgo sindical de Robles fueron secretarios generales del SNTE: Manuel Sánchez Vite, Enrique W. Sánchez, Alfonso Lozano Bernal, Alberto Larios Gaytán, Edgar Robledo Santiago, Félix Vallejo Martínez y Carlos Olmos Sánchez. Yo ingresé a la SEP en 1960; sindicalmente lo hice en el MRM othonista.
4. No olvido que en septiembre de 1972, cuando Jonguitud tomó el local sindical para expulsar a Carlos Olmos y así dar punto final al dominio de Robles Martínez, yo estaba cursando mi último año en la Normal Superior de México y pertenecía al Bloque de Delegaciones Independientes. Después de cubrir Jonguitud la secretaría general, le siguieron: Eloy Benavides, José Luís Andrade Ibarra, Ramón Martínez Martín, Alberto Miranda Castro, Antonio Jaimes Aguilar y Refugio Araujo del Ángel, quienes fueron también líderes del SNTE pero bajo el cacicazgo de Jonguitud. Este bloque de delegaciones fue el que se encargó de la sección XI en 1989 y que se debilitó y autoliquidó por broncas personales.
5. Todos los dirigentes sindicales antes nombrados fueron "dirigentes charros", pero con mayor precisión debieron calificarse de gobiernistas, priístas, entreguistas. La realidad es que los profesores tenemos que ser más precisos en nuestras calificaciones porque eso de "charros" no es calificativo de las masas o las bases, sino de líderes de oposición. ¿Puede olvidarse que en cada legislatura (diputados y senadores) el PRI –más tarde el PAN- colocaba a unos 10 profesores como pago por el sucio papel electoral que el SNTE desarrollaba a favor de cada gobierno en turno? El mismo papel de premiación hacían los gobernadores de cada estado con los profesores súbditos.
6. Pero muy por encima, muy arriba, de los poderosos cacicazgos de Robles Martínez y de Jonguitud Barrios, surgió en abril de 1989 –con todo el poder del presidente Carlos Salinas- el cacicazgo de Esther Gordillo Morales que llegó a ocupar todos los cargos que el PRI puso en sus manos, así como todos los privilegios que el PAN le entregó en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Fue tan hábil Gordillo que siendo secretaria general del PRI y líder de la diputación priísta de la Cámara de Diputados buscará imponer el IVA a medicinas y alimentos, rompió con Roberto Madrazo, dividió a la FSTSE y fundó su partido Nueva Alianza para luego dejar al PRI en 2006.
7. Al perder la Presidencia el PRI en el año 2000, el gran poder económico del SNTE y su capacidad para participar en la política, hará que la profesora Gordillo obtenga un poder inusitado sobre la SEP a cargo de papanatas del PAN: el tal Reyes Tamez, la Vázquez Mota y el tal Lujambio, poder que se extenderá a varias dependencias del gobierno federal mediante sus parientes e incondicionales, como los consejeros del IFE, Carlos Ugalde, en el año de 2003, los altos funcionarios del ISSSTE. También su fortuna creció, se dice, en más de 20 millones de dólares con propiedades en Polanco, Bosque de las Lomas, Coronado, California.
8. Además, para ganar apoyos –y esto no se olvida- convocó a intelectuales y políticos al llamado "Grupo San Ángel" en 1994 asistiendo a la importante reunión personajes muy oportunistas como: Castañeda, Sodi, Basave, Camacho, Fox, García Sáenz, González Pedrero, Labra, Sepúlveda, Fuentes, Krauze, Monsiváis, Poniatovska, González Torres y otras más. Pronto se le acabará su fuerza –estando a punto de recuperarla- cuando el presidente de la República, Peña Nieto, sintió el peligro, porque comenzaba a subírsele a la cabeza, la detuvo en el aeropuerto de Toluca en febrero de 2013 y permaneció en prisión cinco años y cinco meses. Al salir de la cárcel sigue buscando, por todos lados, nueva fuerza.
9. Por último, como viejo militante de la Coordinadora (CNTE) (fui representante de los profesores yucatecos en lucha en la gran huelga y movilización nacional de 1989 y estuve en la negociaciones en la SEP frente a Bartlett) propondría una acelerada educación política clasista de todos los maestros. Los títulos escolares que otorga el Estado (profesor, médico, ingeniero, abogado) sólo sirven para ejercer la profesión en concreto, para emplearse en el capitalismo. Otra cosa es la educación política e ideológica, que es lo urgente, indispensable y necesario para la gran batalla educativa en este país en la búsqueda de la construcción de una nación igualitaria. Si no hay educación política jamás se acabarán con los líderes traidores. (3/VIII/21)