El venezolano, reiteró de manera responsable la voluntad de construir nuevos pasos para un diálogo eficaz con la Corte Penal Internacional, como parte de la cooperación establecida en el marco del examen preliminar, que realiza ese organismo a Venezuela. A solicitud de los EE.UU, y de la Unión Europea, por intermedio de la OEA y del cartel de lima. Con el objetivo de garantizar un cambio del gobierno democrático del pueblo venezolano, que conduce el Presidente Nicolás Maduro electo con votos. Pretende la OEA a través de sus manipulaciones desestabilizar la democracia venezolana, a los fines de montar en Miraflores un gobierno títere y vasallo de la Casa Blanca y de la Unión Europea. A la OEA, bajo la conducción de su actual ‘Sicario General’ (secretario general Luis Almagro), le sobran expertos en golpes de Estado, invasiones, bloqueo contra Venezuela, injerencia, promoción del conflicto, sumisión a Washington y corrupción multilateral.
El objetivo del grupo de lima (llamado cartel de lima): era derrocar al Presidente venezolano Nicolás maduro, eliminación de la Unasur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), según lo ordenado por el demente Donald Trump, dando cumplimiento a la máxima gringa que señala: los EE.UU, no tienen amigos tienen intereses y la otro máxima más cruel aun: mandamos o destruimos. La Casa Blanca coloco al frente de esta misión al expresidente de ingrata recordación a: Pedro Pablo Kuczynski, no pudo con la tarea. Hoy el cartel de lima se auto elimino, el Presidente Nicolás Maduro continua al frente del gobierno de los venezolanos. El que ya no esta es el demente Donald Trump y su vasallo Pedro Pablo Kuczynski, así paga el diablo. El Cartel de Lima debe ser lo más nefasto que hemos hecho en política internacional en la historia del Perú. Lo ha dicho su nuevo Presidente: Pedro Castillo.
Una mirada sobre el surgimiento del Grupo de Lima evidencia que la administración de Donald Trump lo impulsó luego de que un conjunto de países no lograra activar la Carta Democrática Interamericana en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), invocando la ruptura del orden constitucional en Venezuela. Fue entonces cuando un conjunto de países que respaldaban esta posición expidieron una declaración desde la ciudad de Lima en 2017. Se proponían desarrollar un grupo para dar seguimiento y acompañar a la oposición venezolana, en la búsqueda de una salida pacífica a la crisis, exigiendo la liberación de los presos políticos y la realización de elecciones libres y ofreciendo ayuda humanitaria. Entre los países que suscribieron la creación del foro estaban: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, y se unieron posteriormente: Guyana, Santa Lucía, Haití, República Dominicana y Panamá. El cartel de lima fue creado y avalado por Estados Unidos, la Unión Europea y la OEA y por la oposición terrorista venezolana.
A pesar de la protección del gobierno estadounidense y de la Unión Europea a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta organización regional vive su momento más crítico desde su fundación, hoy se emiten caracterizaciones con mucha propiedad, la OEA: "tal como está no sirve" y que "es un escuadrón" que avanza sobre los gobiernos populares de América Latina. En los años del Gobierno del demente Donald Trump (2017-2021) en Estados Unidos "hicieron que la OEA no fuera un lugar de encuentro para los País del Continente América, Donald Trump con instrucciones dadas al gris personaje de Luis Almagro, transformaron a la OEA, en un sindicato para el crimen, para perseguir a pueblos que decidieron ser libres, independientes, democráticos y soberanos. La OEA es parte del policía del mundo que quiere cambiar a los gobiernos populares en América Latina.