Mi palabra

El caos de Afganistán la película Made in USA

Jueves, 19/08/2021 08:47 AM

"A fin de cuentas, la guerra es una perversión universal...

y las historias de guerra, la pornografía de la guerra"

John Rae

Un amigo, con el celular en mano, muy asombrado me enseñó los videos del aeropuerto de Kabul –capital de Afganistán– donde vivieron momentos de terror y frustración muchos colaboradores de los invasores yanquis. Esto sirve de ejemplo, como los gringos al invadir, aparte de matar inocentes, dejan el caos, y cuando no pueden invadir las inventan para crear la anarquía, como han hecho aquí en Venezuela; nos dolarizaron y ahora no hay cambio o no reciben los billetes viejos o con algún daño, y los mismos perjudicados de la oposición se hacen los guaidó; no queriendo ver y entender que, todo es parte de la maniobra del gobierno estadounidense y sus títeres para crear la situación lamentable en el cual nos encontramos atollados.

Después de 20 años, las fuerzas de ocupación salen en desbandada, momento aprovechado por Donald Trump, para pedir la renuncia de Joe Biden, quien, por cierto, viene demostrando en su corto tiempo en la Casa Blanca, de andar tan despistado al extremo de confundir a Trump, con Obama; una de las tantas lagunas mentales al expresarse. El imperialismo, está viviendo momentos sumamente peligrosos para la humanidad. Salen de un mandatario, por demás señalado por los estudiosos de la salud mental, para caer en uno, no menos despistado, y de paso en el ocaso de su vida que, da mucho para pensar, en medios de los reacomodos del gobierno estadounidense.

La cúpula de los grandes partidos, sostenes del imperialismo–demócratas y republicanos– se encuentra en medio de una podredumbre, el cual vienen tapando, con el gran poder mediático; la prueba más visible está en el caos presentado en Afganistán: los únicos santos, son precisamente los invasores yanquis, porque quieren convencer a medio mundo y sobre todo reforzarles la idea a los seguidores de las inverosímiles culebrones de Hollywood que, los buenos de las películas son ellos, y todos los demás son terroristas, y cuanto epítetos se les ocurren endosárselos a quienes, no estén de acuerdo con las atrocidades yanquis.

Los gobiernos estadounidenses no tienen y no pueden ocultar nada, antes tantas evidencias de sus manos ensangrentadas. Han vivido de invasión en invasión, y por muchas piruetas en medio del circo montado, la verdad se hace presente. En 20 años en Afganistán, terminaron abandonando a los que, pedían a gritos una invasión, como la salvación. El mismo presidente, en medio de la huida, saqueo al país, sin importarle el caos dejado, confirmado por el propio presidente Joe Biden: "Nuestra misión nunca fue crear la democracia" ¿Cuál democracia? Si llegaron matando y atropellando a todo el que, conseguían a su paso, y nunca la han practicado ni en su propia tierra. Son unos expertos en crear "ejes del mal", se despachan y se dan los vueltos.

Lo cómico de todo esto, es la reacción de sus secuaces que, les han servido, como punto de apoyo en estas invasiones. La claudicación confirmada con la caída de Kabul, ha traído calificativos que nadie se imaginaba. El presidente de Alemania, la calificó, como una vergüenza para occidente. ¿Cuál vergüenza, si toda la vida han apoyado las atrocidades de los gringos? El presidente de Checa, Milos Zeman, fustigó de cobardes al gobierno de los Estados Unidos, y a la propia OTAN, al cual pertenecen, como dando a entender: "Con estos no se puede confiar, ni arrodillados en misa"

Lo seguro de todo esto, es el bombardeo por todos los medios posibles, presentando a los invasores, como los verdaderos héroes, después de salir, dejando un espectáculo macabro: muertos, destrucción, terror en nombre de la democracia y de paso contra el terrorismo, para luego explotar al máximo este desastre a través de las cintas cinematográficas Made in Hollywood; la esencia del capitalismo salvaje; lo contrario no lo dejan florecer, y para eso, consiguen en cualquier rincón de la tierra copias de Guaido, con la patente estadounidense, así, sea un simple espantapájaros, pero con el simple hecho de abrir la boca, basta y sobra para amamantarlo.

Nota leída aproximadamente 1518 veces.

Las noticias más leídas: