En medio de la pandemia del covid-19, el Reino Unido está en una situación extremadamente volátil, la llegada del invierno y la demanda navideña ha conllevando al país a una crisis muy profunda. Tim Oliver, Director de Estudios de la Universidad de Loughborough (Londres), afirma que, "El gobierno de Boris Johnson no ha dicho toda la verdad sobre las consecuencias del Brexit y augura que los problemas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se dejará sentir durante los próximos meses."
El escepticismo de algunos analistas y expertos que hacen vida en la mediática internacional, creen que el Gobierno de Boris Johnson, no saldrá de esta crisis tan fácil, ya que, el Brexit y la crisis económica derivada al Covid-19 han dejado a los británicos con problemas para repostar las entregas de combustible, alimentos y medicamentos por falta de conductores. La escasez de combustible se ha convertido en un campo de batalla, donde se han visto escenas de golpizas y disparos.
El Secretario Jefe del Tesoro, Simon Clarke, en una entrevista en la BBC el pasado jueves 30 de septiembre, negó que el Brexit sea responsable de la escasez en el país, indicó que, "el objetivo es aumentar el número de transportistas formados en el Reino Unido, además, dejamos la Unión Europea para controlar la inmigración." En cambio, el ministro de Transporte, Grant Shapps, reconoció que, "el Brexit es una de las causas de esta crisis, que ha provocado colas enormes en las estaciones de servicios, enfrentamientos entre conductores y hasta persecuciones a los camiones cisternas." Los analistas pro Brexit, insisten que la separación de la UE, ayuda al gobierno británico a mejorar las reglas para garantizarles empleos a los británicos, resulta es todo lo contrario, porque así lo nieguen, ese país se sostiene de los extranjeros.
Ya se venía advirtiendo de la tensión que iba a ocasionar el Brexit sobre las cadenas de suministros, un fenómeno que no ha hecho más que disparar los costos, debido a las trabas burocráticas. Todas esas trabas (Documentación), alargan los viajes; antes eran de una semana y ahora no bajan de 10 días, es decir que los costos van a ser de alto impacto para maniobrar los efectos del Brexit, que hasta ahora ha dejado desabastecimiento, aumento en los precios del gas y la electricidad, que para los mayoristas se ha triplicado en este 2021, llevando a la quiebra a una docena de compañías de energía en lo que va del año y el aumento de la factura para los consumidores.
Para aliviar la situación ante los efectos del Covid-19 y el Brexit, la estrategia del gobierno británico liderado por Johnson, ha sido suspender la ley de competencia del Reino Unido, que permitirá a las compañías petroleras compartir información sobre el suministro de combustible; así como flexibilizar las reglas de inmigración para los visados de trabajo temporal a conductores extranjeros. Todo esto, es para amortiguar la crisis y no se les salga de control, ya que, si esto sucede, los británicos se sumirán en una crisis prolongada hasta el 2024.