Primero la Patria

Argentina: La crisis civilizatoria pospandémica mundial reafirma la tercera posición justicialista

Jueves, 04/11/2021 03:49 PM

Buenos Aires, 4 de noviembre de 2021

La lucha por la hegemonía mundial que se viene dando desde siempre, desde el fondo da la Historia entre los Imperios y ha tenido como observadores y víctimas al resto de los países, quienes han sufrido permanentemente las consecuencias de despojos, invasiones, destrucciones, colonizaciones, guerras, desplazamientos de población y muerte, acontecimientos que han pintado el escenario internacional de los Pueblos como sujeto y objeto de esas imposiciones, que fueron naturalizadas por generaciones resultado de la colonización producida.

La Pandemia arrasó gran parte de esos fundamentos supuestamente teóricos, de un neoliberalismo escondido detrás grandes masas de dinero llamados Fondos de Inversión , rebautizados Buitres, que en las últimas cinco décadas se han apropiado de miles de empresas multinacionales, de medios de comunicación globales, arrasando soberanías nacionales y creando sentido, culturalmente hablando, en la conciencia colectiva de los pueblos, construyendo hacia la manipulación de los Estados, que como herramientas de defensa de los intereses populares quedaron reducidos a los intereses coloniales del capital privado, fomentando el individualismo egoísta que llevó a la diáspora social a las comunidades.

Las luchas ocultadas por los medios hegemónicos de los pueblos, aplastadas por represiones inhumanas o invasiones sangrientas fueron siempre justificadas en nombre de la democracia y la libertad. Hecho calcado de los bombardeos de 1955 en Plaza de Mayo con una masacre programada y ejecutada, con la misma frialdad de un juego de ajedrez: sin emociones, simple ejecución, genocidio.

Es así que aparecen en el panorama internacional de hoy, como hechos novedosos el calentamiento global, la extorsión de los organismos de crédito multilaterales tipo FMI o Banco Mundial, imponiendo políticas ajenas a las soberanía nacionales, destruyendo bloques regionales, creando pobreza y marginación social, privilegiando los Mercados sobre la vida de los pueblos, imponiendo naturalizaciones macro económicas por sobre la calidad de vida de los pueblos, destruyendo la naturaleza, alterando el medio ambiente, amputando los pulmones planetarios como los bosque que respiran y contaminando el agua dulce vital para la vida.

Hechos que desde hace décadas se vienen planteando desde los sectores políticos y sociales de la militancia que resiste y persiste, pese a la denigración a que viene siendo sometida la política, desde el inicio mismo del proceso neoliberal del Fin de la Historia de Fukuyama de los 80, de la mano de Reagan-Thacher en la peor versión del darwinismo en una ingeniería social, tan macabra como las del siglo XX en las guerras mundiales. La eliminación de la política como herramienta de construcción de los modelos sociales y la defensa de los intereses populares en los estados nacionales, fue uno de los objetivos primarios a someter de la colonización neoliberal, como antes en la guerra fría, la presión y la extorsión para tomar partido por uno de los bandos en pugna en un mundo polarizado, que ahora cambian por la denominación del "eje del mal" para intentar alinear las áreas de influencia internacionales en uno tablero mundial de disputa.

Esa es la razón por la cual los medios que antes eran de comunicación, ahora comprados o al servicio de los Fondos Buitres, ocultan la información internacional, sesgan las noticias a su conveniencia, mienten sobre procesos lejanos, imponen pautas supuestamente universales de conductas económicas o sociales, desvían la mirada de los hechos trascendentes en una operación de ocupación del espacio simbólico común de los pueblos, imponiendo un colonialismo cultural que determina conductas por generaciones.

Es así que no aparecen noticias sobre situaciones importante del mundo globalizado: el Estrecho de Malaca ni de Ormuz, ni nadie sabe los intereses que se juegan ahí, tampoco la importancia de la pugna del Mar de la China, la guerra corta, las islas artificiales, el mayor mercado mundial de comercio que es la Organización de Cooperación de Shanghai con dos tercios de la humanidad, ni del Banco Asiático de Infraestructura e Inversión con más de 100 países adheridos, que permitió instalar el yuan como moneda de cambio. Menos se informa masivamente la importancia de la Ruta de la Seda China con convenios con Italia y Francia ya firmados, ni la Ruta del Ártico de China y Rusia, tampoco de Nord-Stream ll gasoducto ruso alemán, la peor pesadilla de EEUU que impacta sobre la UE. Es entonces cuando EEUU despliega la estrategia del Acuerdo Trilateral AUKUS con el Reino Unido y Australia para contrarrestar el giro del mundo hacia Oriente, que es una buena noticia al mundo Multipolar, pero pésima para nuestra región, porque todos los contratos a futuro de petróleo y granos se hacen en monedas locales, desplazando al dólar como moneda de cambio y mientras EEUU ajusta su presión sobre América Latina intentando eliminar los gobiernos populares.

Es la Tercera guerra mundial como lo denomina a estos episodios el Papa Francisco, en un grito desesperado a la Humanidad para el cese de las políticas expansivas de un capitalismo destructivo y brutal, que no para de comprometer el futuro de la Humanidad tal cual la conocemos, llevando al mundo a su destrucción. Es que el proceso extractivista salvaje e infinito que contribuye a la formación de capital concentrado, es el que saca tierras de los alimentos, contamina el medio ambiente, desertiza y calienta el clima, llevando a la eliminación vaporizada del agua dulce necesaria para la vida, convirtiendo a la misma en un insumo crítico ya cotizado en los Mercados de capitales financieros.

Es tiempo entonces de universalizar un concepto básico de la vida de los pueblos: los seres humanos y la Madre Tierra estamos juntos en este viaje de descubrimientos y avances científicos tecnológicos o nos embarcamos en un Arca del siglo XXl para alejarnos del desastre que han provocado la voracidad y la crueldad del mundo moderno. No hay más espacio para la explotación infinita, ni para el consumismo sin razón, ni para el desprecio por el "otro" avasallado, ni para la colonización sutil, porque los pueblos han de despertar con la violencia que impone la violencia del conquistador, más allá que sus formas sean adornadas de palabras, siempre llenas de intenciones, nunca de realizaciones.

La supuesta lucha contra la pobreza se ha transformado en un fin en sí mismo, un objeto de análisis y estudio como una rareza a describir antes que un tema a erradicar, es un nuevo ícono de luchas mundiales inviables, como la lucha contra las drogas o el terrorismo que siempre, invocando causas justas impone condiciones injustas a los pueblos. Nunca se aborda el tema de la riqueza, de la obscenidad de su concentración y la manipulación que produce sobre la política, la sociedad, los seres humanos y la destrucción de valores que la Humanidad ha mantenido incólumes durante siglos, que van desde la transmisión oral familiar a la historia de las comunidades como identitarias de los pueblos, que a partir de su memoria compartida acumulan sueños en común, de destinos a alcanzar, de felicidades a construir en capacidad de decisión sin tutelajes externos a su propia identidad que destruyen colonizando.

En ese camino la lucha contra el colonialismo es central en la necesidad de recuperar Soberanía tanto nacional como regional de la Patria Matria Grande, ya que las imposiciones del mismo condenan a la estructura estatal y al manejo nacional, a la Dependencia absoluta a los intereses concentrados, que articulan su poder con las fuerzas imperiales, que extorsionan a los pueblos y sus gobernantes, imponiendo pautas imposibles de cumplir, sin incumplir si lo hacen, el mandato legítimo de la defensa del bien común de los intereses populares.

Es entonces hora de jerarquizar el pensamiento y la acción de los pueblos americanos, de los sueños postergados, es hora de la reparación de derrotas acumuladas y reconstrucción de la Patria Matria Grande siempre dispuesta a emprender una nueva gesta emancipadora, que nos permita como pueblos trazar una sociedad en paz, solidaria, soberana y con Justicia Social, desde ese diagnóstico "situado" americano, mestizo, moreno criollo, profundo que nos da Identidad y que el peronismo filosófico sintetizó en su tiempo, que mantiene actualidad.

 

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