*/La iniquidad debe detenerse. JulianAssange debe ser liberado de inmediato./*
Mientras más se prolonga la farsa de la prisión de Julian Assange, mayor aun es su denuncia contra la corrupción del gobierno de Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Assange ha sido perseguido durante tres presidencias de Estados Unidos, Obama, Trump y ahora Biden. Eso demuestra la continuidad de una política sistemáticamente criminal para destruir la libertad de expresión y el periodismo independiente.
Esta semana vimos al gobierno de Estados Unidos apelar el dictamen de una corte británica en enero pasado contra la extradición de Assange a Estados Unidos.
Hubo esta semana audiencias que duraron dos días en la Corte Suprema de Londres. Ahora dos jueces deliberarán durante las próximas semanas sobre si mantener la sentencia anterior de una corte ordinaria o conceder la solicitud de extradición de Estados Unidos. No ha sido fijada una fecha para la decisión. Si ambos jueces anulan la decisión a favor de Assange, su equipo de defensa legal podría apelar una vez más la decisión de la Corte Suprema. De este modo, la macabra saga seguiría adelante.
Ya Assange de cincuenta años de edad ha estado detenido durante dos años y medio en confinamiento solitario en una prisión de alta seguridad, la notoria prisión Belmarsh donde mantienen solo a los reos más peligrosos. Aunque Assange nunca ha sido condenado por ningún delito. Este grosero abuso del proceso legal quedó demostrado una vez más esta semana cuando Assange apareció ante la corte a través de un video. A él se le niega el debido acceso a su equipo legal.
Durante su encarcelamiento la salud de Assange se ha deteriorado bastante y los doctores advierten que su prolongada prisión podría causarle la muerte.
Este periodista y publicista de nacionalidad australiana, que fundó la organización de denuncias Wikileaks, ganó fama internacional durante el año 2010 denunciando los crímenes de guerra de Estados Unidos y los crímenes contra la Humanidad. Por su valiente servicio a los intereses públicos se le otorgaron múltiples reconocimientos. En el año 2012 Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia se coludieron para atraparlo apelando a un escandaloso e inventado asalto sexual que posteriormente se canceló por falta de evidencias. Cuando Assange escurrió la fianza durante el inicio de ese caso en Londres, se refugió en la embajada de Ecuador donde se le concedió asilo político.
En un extraño evento Assange permaneció encerrado en la embajada por alrededor de siete años. En el mes de abril de 2019 el cambio de gobierno en el Ecuador permitió que la policía británica atrapara a Assange y lo arrojara al Belmarsh.
Eso fue así a pesar del hecho de que el delito menor de escurrir la fianza el año 2012 fue invalidado y nulo ya que el caso sexual en Suecia había sido cerrado el año 2019.
Lo que describe este terrible relato es el hecho que Assange ha sido objeto de una incesante persecución política de parte de Estados Unidos asistido e inducido por las autoridades británicas.
Cada paso a lo largo de la vía durante la tortuosa persecución, ha servido para denunciar la corrupción y el deseo de venganza del establecimiento norteamericano, como también el de sus secuaces británicos y europeos. Desde los crímenes de guerra, la tortura, la ilegal vigilancia global, los golpes de estado y las maquinaciones anti democráticas hasta el asqueroso clímax de la crucifixión personal de Julian Assange bajo el cínico velo de una extradición legal y acusación de espionaje.
En primer lugar, nunca debió abrirse un caso contra Julian Assange. Su contribución a los intereses públicos fue fenomenalmente importante. Sus denuncias sobre los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos y sus aliados en Irak, Afganistán y en otras intervenciones imperialistas, están a la par con aquellas que hizo Daniel Ellsberg, quien reveló los crímenes cometidos en Viet Nam a través de su denuncia titulada Los Papeles del Pentágono publicada el año 1971. Ellsberg se ha unido a muchas otras figuras internacionales solicitando la puesta en libertad de Assange.
Indiscutiblemente, lo que Assange reveló a través de Wikileaks tuvo una mayor significación que las revelaciones de Ellsberg, porque Assange expuso a la atención internacional el sistema global de corrupción de Washington.
Aun estando confinado en la embajada del Ecuador, la organización de Assange tuvo éxito al demostrar la mayor ignominia de Estados Unidos denunciando los archivos de la Vault 7 de la CIA. Este taquillazo revelador demostró cómo los servicios de inteligencia norteamericana espían a las personas y a los gobiernos en todo el mundo.
Fue esa denuncia la que hizo incrementar el deseo de venganza de Estados Unidos.
Como fue revelado recientemente…..
en un informe investigativo de Yahoo News, fue entonces que el jefe de la CIA Mike Pompeo realizó esfuerzos para secuestrar e incluso asesinar a Julian Assange.
Esto fue el año 2017 cuando Assange todavía no había sido acusado por Estados Unidos de supuesto espionaje. Esto significa que Estados Unidos estaba dispuesto a asesinar a un inocente periodista, sencillamente sobre la base que él denunciaba masivos crímenes globales. Las posteriores acusaciones de espionaje solo fueron lanzadas el año 2019 cuando Assange fue detenido por la policía británica.
Tal como lo señaló esta semana durante una entrevista el hermano de Assange, Gabriel Shipton…..
https://www.wsws.org/en/aticles/2021/10/28/ship-o28.html?_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws
el gobierno de Estados Unidos halló una cobertura legal para raptarlo. Eso es exactamente lo que está pasando ahora. Assange se encuentra en confinamiento solitario no por ningún delito cometido. Si él es extraditado a Estados Unidos se enfrentaría a 175 años de prisión bajo los cargos de espionaje. Su único "delito" verdadero es que su periodismo de principios denunció los crímenes de Washington.
Eso es lo que está en juego. No solo el derecho a la libertad y la vida de Julian Assange sino también a los más amplios derechos de la libertad de expresión y justicia. Se supone que todos estos derechos resultan sagrados para Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Evidentemente todo eso es mentira, esa es la estremecedora realidad.
Esta semana, fuera de la Suprema Corte de Londres el editor en jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsonn dijo a los manifestantes y a los medios de prensa que las tardías seguridades de asistencia médica para Assange y mejores condiciones de cárcel no tienen "ningún valor". Todo implica que Estados Unidos está desesperadamente tratando de apaciguar la ira popular y darle a los jueces británicos espacio legal para conceder la extradición. Existen pocas dudas de que Assange morirá si es enviado a Estados Unidos. Ese es el tácito objetivo.
Hrafnsonn señaló que ambos jueces tienen solo dos alternativas: mantener la anterior decisión de no extraditar a Julian Assange o de hecho emitir una pena de muerte.
La presumida autoridad moral de Estados Unidos y de sus aliados occidentales yace expuesta como una pila de fétidas mentiras y fraudes. El proceso legal en contra de Assange ha sido un premeditado proceso de secuestro y asesinato judicial.
Los confiables informes en torno a una trama de la CIA para asesinar a Assange orquestada a los más altos niveles del gobierno norteamericano, deberían haber sido suficiente para haber cancelado el proceso por extradición. Del mismo modo….
https://stundin.is/grein/13627/key-witness-in-assange-case-admits-to-lies-in-indictment/
es lo admitido por el testigo estrella de haber mentido para Estados Unidos, el estafador islandés, Sigurdur Ingi Thordarson.
Con algunas pocas y honorables excepciones los…..
https://twitter.com/wikileaks/status/1453021576526536707
medios corporativos occidentales han guardado silencio....
en torno a esta farsa. Estos mismos medios han distribuido interminables titulares en torno al dudoso caso del estafador ruso Alexei Navalny y sus estrafalarias acusaciones que el gobierno ruso trató de envenenarlo. A comienzos de este mes el Parlamento Europeo otorgó su "prestigioso" Premio Sajarov por la Libertad a Navalny quien está cumpliendo una sentencia de cárcel en Rusia condenado por malversación. Los gobiernos europeos no han hecho nada por la libertad de Assange. Ellos utilizan galardones y expresan "preocupación" para su propia conveniencia política al servicio de cierta agenda, como en el dudoso caso de Navalny. Pero en el verdadero caso de injusticia contra Assange, guardan un vergonzoso silencio y por ende complicidad.
El gobierno australiano no ha hecho nada para ayudar a Assange. Gabriel Shipton sostiene que las autoridades australianas han tratado a su hermano como un mochilero que perdió su pasaporte, como si fuera una persona que causa una pequeña molestia.
Canberra está demasiado ocupada chupándole medias a Washington a favor de una criminal agenda guerrerista contra China.
La cruel ironía resultante es que la principal obra de la vida de Julian Assange ha sido la denuncia de los crímenes y la corrupciones de los gobiernos occidentales y ahora se encuentra en su momento más importante a pesar de hallarse en confinamiento solitario en una cárcel británica de alta seguridad.
El caso en contra de Assange "nació podrido", como lo señala enérgicamente su compañera Stella Moris y madre de sus dos hijos. Julian Assange debe ser liberado de manera inmediata.
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en
Editorial Traducción Sergio R. Anacona
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