1. Los gobiernos yanquis, siempre asesinos de pueblos, ahora buscan poner de rodillas a los presidentes Nayib Bukele de El Salvador y a Daniel Ortega de Nicaragua por no someterse al imperio de los EEUU, hoy encabezado por Biden. Se espera que de manera inmediata China, Rusia, Cuba, Venezuela, Bolivia y otros países valientes antimperialistas frenen al imperio asesino de las rayas y las estrellas antes de que sea tarde. Esos países han sufrido en carne propia –aunque de distinta manera- las agresiones yanquis, por ello deben plantarse y ayudar a esos dos países centroamericanos a defenderse.
2. La embajadora yanqui se plantó ante los periodistas para ofender al gobierno de El Salvador diciendo que Bukele estaba haciendo mal las cosas porque no eran de interés de los EEUU; sin embargo, la realidad es que el joven gobernante ha hecho más por el pueblo pobre y miserable de El Salvador que todos los gobiernos anteriores. Pero todo el mundo sabe que los gobernantes de EEUU han dicho que "apoyan incluso a los dictadores militares con la condición de que sean sus dictadores", es decir, que estén a su servicio. Pero la amenaza yanqui no es de ahora, es histórica, de siempre.
3. Contra Daniel Ortega está toda la campaña contra las elecciones pasadas que le reconfirmó por tercer vez al gobierno. Hoy se publicó en todos los periódicos que los EEUU intervendrán contra Ortega. Incluso hay señoritos que antes se decían de izquierda y hoy se unen a los EEUU para derrocar al líder sandinista. A ambos: a Bukele y Ortega -como se ha propagado que Castro de Cuba, Chávez de Venezuela y Morales de Bolivia- son dictadores. Es lo mismo que sucede con López Obrador en México que al impedir que algunos sectores (como los medios de información) sigan recibiendo millonadas de pesos, lo acusan de dictador.
4. El gobierno de López Obrador –así como los gobiernos anteriores de México- jamás se ha enfrentado al imperio yanqui, más bien se ha subordinado a él. Por lo contrario, los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y hoy El Salvador, se vieron siempre obligados a responder al imperio porque sus permanentes intervenciones los obligaron a ponerle un alto. En México por ejemplo, intervienen desde hace décadas miles de agentes de la DEA, la CIA, el FBI coordinados desde la embajada sin que nadie les diga nada. En los cinco países antes nombrados –sobre todo en la Cuba de principios de los años sesenta- fueron expulsados.
5. Pienso que China, Rusia, la India, Irán, Corea del Norte, deben frenar al gobierno yanqui y mandarlo al carajo; además deben practicar el internacionalismo ayudando a esos dos países centroamericanos, pobres y pequeños, con préstamos muy baratos para sentar bases sólidas para su desarrollo. Nosotros, que pertenecemos al pueblo siempre olvidado, debemos buscar movilizarnos para repudiar cualquier agresión yanqui. Seguramente Ortega, más tarde Bukele, han cometido o tendrán muchos errores, pero su lucha hoy antimperialista, se transformará en anticapitalista, que es el principal objetivo de nuestras batallas. (16/XI/21)