1. Los procesos electorales fueron invento de las clases dominantes en el capitalismo; han funcionado como una distracción –que llaman democrática- para que las clases en el poder decidan desde muy arriba sobre quienes ocuparán unos u otros cargos. Este sistema que llamaron "democracia" sustituyó a la aristocracia monárquica con mandos familiares acudiendo a las mismas formas que hoy dominan: el llamado sistema democrático es una familia ampliada de políticos que cada tres o seis años cambian de máscara intercambiando en los cargos de gobierno según conveniencias de las nuevas clases capitalistas dominantes.
2. ¿No se recuerda acaso la instauración del feudalismo en los años 400 sobre las ruinas del sistema esclavista que dominó en las antiguas Grecia y Roma? ¿Puede olvidarse que ese poderoso sistema feudal dominado por señores dueños de inmensos territorios se vino abajo cuando los revolucionarios de la burguesía francesa en 1789 decidieron abolir todos "los derechos feudales" con el grito de libertad, democracia y justicia social? La democracia burguesa fue revolucionaria, pero una vez instalada en el poder volteó sus armas contra el pueblo. Hoy todos los gobiernos electoralistas burgueses apoyan esa "democracia".
3. El primer invento de la democracia burguesa fue lo que llamaron "democracia electoral" absolutamente controlada por los aparatos de gobierno, pero aislándola totalmente de la igualdad social y económica. Con lo electoral mantienen la mediatización del pueblo explotado y oprimido. En México, con la de López Obrador en 2018, hemos tenido exactamente 20 elecciones presidenciales; pero desde Madero en 1911, los grandes ricos, sus hijos, nietos y bisnietos, han seguido reinando sobre el 80 por ciento de pobres y miserables de cada generación. Esa ha sido la "democracia" de los EEUU, México y casi todos los países.
4. Los pueblos no deben hacerle caso a esa democracia burguesa inventada por la revolución francesa para abolir a los reyes, los príncipes, los duques, cuando aún era revolucionaria. Esa democracia que hoy es de ladrones y asesinos que infestan los legisladores, así como el poder ejecutivo y judicial; es la misma democracia burguesa electoral que defienden todos los partidos, los multimillonarios y los medios de información (prensa, radio y TV). El pueblo trabajador tiene que obtener conciencia de salir a la calles a gritar, a exigir, a bloquear, si quiere obtener cambios radicales verdaderos. Lo electoral lo imponen los dominadores.
5. Los trabajadores sólo se educarán en las luchas de calle, las plazas, las fábricas y defendiendo sus tierras. La burguesía gobernante siempre prohíbe y reprime con brutalidad esas luchas; pero si el pueblo y sus trabajadores no batallan abiertamente, continuarán engañados y oprimidos. Por ello, para engañar y seguir oprimiendo, los millonarios y los gobiernos invierten muchos miles de millones de pesos en los procesos electorales que ellos mismos organizan. Los pleitos y confrontaciones entre personajes de gobiernos, partidos –todos burgueses- son para quedarse con la mayor parte de la riqueza; lo demás es una farsa.