Parece ser que en España una proposición no de ley ha sido aprobada en el Congreso para recuperar la asignatura de Filosofía en la ESO y el Bachillerato. Cuánto me alegro…
Nada hay más eficaz para lograr una arquitectura ideal del pensamiento, que conocer la filosofía. Para la formación integral de la persona es imprescindible la filosofía. El pensamiento crítico y el razonamiento lógico que enseña la filosofía sirven para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta que no sea incompleta y encerrada en bucle. El filósofo, ante todo, se dedica a dudar sobre el mundo que nos rodea y se pregunta sobre el sentido de la vida. La duda es la herramienta clave para responderse uno a sí mismo a todo y a título permanentemente provisional, pues al final del trayecto "sólo sabe que nada sabe". La ciencia camina por ese mismo sendero. En la antigüedad, las preguntas fundamentales eran ¿por qué estamos vivos?, ¿cómo se mide el tiempo?, ¿qué son las cosas?, ¿hay vida después de la muerte?, ¿qué es la realidad?
Pero de entre las muchas noticias que me encuentro por ahí en Internet, aparece una que no podía faltar aun procedente del mundo de la enseñanza que, por eso mismo, hoy más que nunca me escandaliza. Esa que afirma que "formadores y docentes la consideran (a la filosofía) una herramienta necesaria para armar a la generación más expuesta a los bulos, fakes news y las pseudo ciencias como la mejor arma defensiva frente a ellos.
¿Será posible que un docente y un filósofo hayan escrito esto cuando el primer mandamiento del filósofo, al igual que el del científico, es dudar? Después de cerca ya de dos años de una situación absoluta e históricamente extraordinaria aunque sólo sea porque es la primera que implica al orbe entero, alguien, y más si preconiza y promueve la enseñanza de la filosofía, ¿puede distinguir o hacer distinguir a un educando la diferencia entre bulos, fakes news y las pseudo ciencias difundidos al margen de las instituciones, y bulos, fakes news y las pseudo ciencias salidos directamente de las instituciones?
Si la filosofía tiene por objeto la formación integral de la persona; si la filosofía enseña qué es el pensamiento crítico y el pensamiento lógico; si la filosofía se dedica ante todo a dudar, ¿es posible que el filósofo no salte como un resorte de su asiento cuando oye y ve tantas veces a lo largo de dos años, hablar de las expresiones "comunidad científica" y "evidencia científica" aplicadas ambas por mercenarios del periodismo a asertos en forma de "noticia" divulgados por los medios impresos y audiovisuales?
¿Creen en serio esos y esas que han escrito eso, que un filósofo, en los términos que se considera necesaria la filosofía para la formación integral de la persona, puede afirmar que la "comunidad científica" está alojada en un edificio, que está instituida en algún lugar o un punto concreto del planeta, como si fuese una Biblia de creyentes, como si fuese un Centro universal del estudio y conocimiento del "saber", como un híper moderno Oráculo de Delfos? ¿Creen, asimismo, que se puede hablar con tanta facilidad de "evidencia científica" sobre una materia tan resbaladiza, inestable, insegura y cambiante como esta hipotética o real pandemia, centro de gravedad de la "preocupación", veraz o impostada, de todas las sociedades humanas existentes en el mundo, cuando la evidencia científica tiene varios grados y necesita pasar por tantas pruebas y contrastes que es muy grave la imprudencia de mencionarse con rotundidad en situaciones inéditas clínicas como la presente?
Si hay en el mundo alguien que dude más de todo ello, y mucho más si conoce también la catadura, la ralea del poder allá donde sobresalga, allá donde se sospeche su sede o localización, ése es el filósofo…
Si en estos cuarenta y tres años de un régimen raro político hubiesen estudiado en España con esa misma atención que en adelante van a prestar a la filosofía las generaciones actuales, no sé si se hubiera podido decidir políticamente lo decidido en España. Pero lo que es seguro es que los incrédulos y los escépticos sobre los relatos sucesivos acerca de la situación, se hubieran multiplicado por millones…