Cali: La nueva revocatoria del alcalde Ospina está condenada al fracaso

Domingo, 30/01/2022 09:13 AM

Con el liderazgo del medico Alfonso Riascos y del ex alcalde Rodrigo Guerrero en Cali se está promoviendo una segunda iniciativa para revocar al alcalde Iván Marino Ospina (https://bit.ly/3gafPBU ) quien ciertamente se ha convertido en una verdadera pesadilla para la ciudad dada la grave corrupción imperante en su gobierno, (la misma que ejecutan sus hermanos y familiares sin ninguna clase de escrúpulo) y por el caos institucional que prevalece en la administración afectando seriamente el bienestar de la ciudadanía y la convivencia democrática.

La primera revocatoria fue un fracaso y la razón de este se encuentra en sus promotores que están ligados a las redes neonazis del uribismo ampliamente rechazado por los caleños que desconfían de personajes como el Senador Velasco, el señor Christian Garces, integrantes de la caverna del Centro Democrático y de José Renan Trujillo artífice del saqueo a la salud desde que fue el Superintendente de Salud.

Al alcalde Ospina no le quedara difícil entrabar y bloquear con muchas argucias y leguleyadas el nuevo intento por sacarlo del cargo, pues la figura de la revocatoria es un dispositivo enmarañado que hace imposible la democracia participativa establecida en la Constitución de 1991. En 30 años apenas si una revocatoria se ha hecho efectiva en Tarso, un pequeño municipio de Boyacá.

Agréguele que la capacidad de convocatoria de los promotores es bastante baja, pues se trata de otra variante de la derecha oligárquica caleña sin mucha conexión con la ciudadanía. Se trata de unos cuantos privilegiados que menosprecian al pueblo de la capital vallecaucana.

Pero que la revocatoria sea inútil no quiere decir que la gente afectada por el mal gobierno de Ospina deba cruzarse de brazos y esperar resignada hasta el 2023 para elegir un nuevo burgomaestre.

El movimiento popular y social de la ciudad ha demostrado que es uno de los mas potentes y organizados del país.

Lo que sugiero es que para resolver este problema se convoque una asamblea general de movimientos sociales y populares y se aborde allí la propuesta de organizar un paro o huelga general de uno o dos días, en la que participemos todos: obreros, desempleados, educadores, pequeños y medianos empresarios, comerciantes, mujeres, afros e indígenas, para sacar de las oficinas de la Alcaldía a Ospina y su banda delincuencial (organizada por sus hermanos Mauricio y Diego) que se roba descaradamente la ciudad mediante una contratación oscura y fraudulenta.

Adicionalmente que se exija a los gobiernos nacional y departamental la asignación de un nuevo alcalde mediante la concertación y el consenso con el movimiento social y poder así avanzar en la atención de los problemas más complejos de Cali.

Una movilización general de la ciudadanía, como ocurrió el 28 de abril del 2021, debe hacer con un Programa mínimo que coloque en primer lugar la salida de Ospina y la depuración de las redes criminales del clientelismo infiltradas en la administración publica y enfocadas en el infame despojo de los bienes y presupuestos públicos.

Así que lo mejor es no perder el tiempo en esta nueva propuesta de revocatoria que lo único que hará es distraer a la gente y darle margen de maniobra a Ospina para que se enchufe aun mas en su cargo. Esa revocatoria lo que persigue es construir un escenario de negociaciones entre Ospina y los promotores para repartirse burocracia y gobierno dejando al margen los problemas mas importantes de la ciudad.

Sugiero hacer la asamblea popular en las próximas dos semanas y convocar al Paro general en el transcurso del mes de febrero 2022 y cerrar así este nefasto capitulo de Ospina y su rosca delincuencial en el gobierno local.

Lo que se debe impedir es que la ultraderecha fascista y las bandas de la politiquería tradicional pesquen en rio revuelto, como lo intentan hacer los herederos de Holmes Trujillo, de Rodrigo Lloreda y de Carlos Holguín.

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