1. Ricardo Aldana –el protegido por el cacique del sindicato de petroleros- ganó las elecciones obreras casi por unanimidad. Unos 70 mil trabajadores votaron por él "porque lo aman" y los opositores, por vergüenza, quisieran que los trague la tierra. Esta es la auténtica democracia electoral que controló el PRI 70 años, el PAN 12 años y López Obrador en los tres que lleva. Pero según todos esos señoritingos de la política voto es democracia, partidos y parlamento son democracia. ¿Por qué sólo reconocen la democracia cuando ganan y lloran como cobardes cuando pierden, olvidándose de todo tipo de manipulación anterior de unos y otros? Según esos demócratas igualdad y lucha de clases son paparruchas que sólo provocan división.
2. Yo soy antidemócrata, combato con todas mis fuerzas la democracia de los ricos millonarios y guerreristas yanquis; busco siempre la autogestión de los trabajadores, es decir, sin intervención de Estado, gobiernos, partidos, para que los mismos trabajadores construyan sus planes y programas de trabajo, así como la distribución e intercambio de los productos. Por ello hay que poner en primer lugar la destrucción del capitalismo y, mientras tanto, por lo menos, combatir la desigualdad política, económica, social, cultural donde se manifiesten. La autogestión tiene que ser igualitaria, no admite las diferencias de clase; todos tienen que trabajar (con excepción de los limitados) para tener derecho de comer.
3. Los demócratas de derecha, por ser furibundos opositores a AMLO, han aplaudido el triunfo de Aldana, pero los Morenistas de centro y seudo izquierda lo han condenado olvidando lo que es y ha sido la democracia electoral. ¿Olvidan acaso que todas las elecciones en México se ganan mediante acuerdos y repartiendo todo tipo de regalos entre votantes equivalentes a muchos miles de millones de pesos? Olvidan la profunda ignorancia política de la mayoría de la población la que no votaría por nadie sin el enorme papel de los organizadores –junto a los medios de información empresariales- que manipulan todos los votos. Aldana ganó –como todos los políticos- porque supo manejar los millones de pesos de los que dispuso.
4. En México y el mundo debemos echar a la basura la llamada democracia burguesa junto a la sociedad capitalista que la creó, por ello todos los asesinos como los yanquis Reagan, Bush; los mexicanos Salinas, Calderón, los grandes empresarios y abogados, todos la halagan y hacen llamados para apoyarla. La democracia fue menos peor, menos lesiva para el pueblo, que el sistema esclavista y feudal, controlados por los grandes esclavistas y señores feudales de la monarquía y la aristocracia, pero llegó la democracia a su límite hace 500 años cuando mostró que personajes en uno por mil dominarían dejando en la miseria y el hambre a la población. Esto de aplaudir la democracia cuando se gana y llorar cuando se pierde se llama maniqueímo.
5. No sé, no he pensado, si el sistema electoral continuará tan manipulado por la clase dominante como hasta hoy. Conozco parte del desarrollo tecnológico al usar el voto por computadoras o bien que sólo se vote por representantes (voto indirecto) y éstos se encarguen del voto general. En México el voto comenzó a funcionar desde 1824, pero nunca el pueblo fue respetado; siempre las clases dominantes impusieron a los diferentes gobiernos. La gran mayoría de la población ha sido engañada diciéndole que su voto cuenta, que con su voto elige. Sin embargo, siempre que el presidente eligió a su sucesor ganó la presidencia, con excepción de Fox y López Obrador que poco se han estudiado.