Los crímenes del porvenir

Miércoles, 09/02/2022 10:54 AM

Este título es el de un artículo que el personaje de Hambre, obra de 1890, del noruego Knut Hamsum, premio Nobel de Literatura en 1902, esboza para publicar. Los crímenes que décadas más tarde se cometerían en el Tercer Reich. En esa pieza Hamsum dice: "los seres humanos de hoy en día son una clase completamente diferente a los seres humanos de antaño". Y continúa,"ya no cabe ninguna duda de que los seres humanos de la época de Shakespeare eran menos complejos y divididos que ahora; la vida moderna ha influido, cambiado y refinado al ser humano". Hamsum piensa sólo en el occidental. Es corriente que escritores europeos y estadounidenses piensen al "hombre" reducido al recinto de la occidentalidad cristiana. Como cuando el sajón habla de "el hombre" piensa sólo en el "wasp", blanco, anglosajón y protestante.

Esto viene a cuento de la situación que atravesamos de amenaza grave de una conflagración entre parte de Europa integrada en la OTAN y Estados Unidos, y Rusia, a cuenta de Ukrania. Y volviendo a Hambre, Hamsum y las frases reseñadas, por supuesto que los modernos occidentales desde entonces se han ido haciendo más refinados y complejos. Pero no son muy diferentes de sus antecesores y ancestros, en inclinaciones, debilidades, condición, catadura y ambición de poder. Lo que ha cambiado entre aquellos, los de Shakespeare, los contemporáneos de Hamsum y los contemporáneos nuestros es la apariencia, en absoluto su naturaleza. No hay más que ver el despliegue armamentístico y la mención, una explícita y otra implícita, al poderío nuclear.

Y es que ciertamente a través de los decenios y los siglos los seres humanos sólo presentan cambios en la superficie, en las maneras, no en su entramado neurológico. Al menos el humano que representa el poder es siempre el mismo obtuso, el mismo mezquino, el mismo bellaco, el mismo ansioso, el mismo bruto refinado carente de los atributos asociados a lo que entendemos por nobleza y veracidad. Pero es que, dejando a un lado la retorcida, compleja y tramposa figura del dirigente político ¿se puede comparar al individuo medio de occidente con el individuo medio de China, de India o de Rusia, cuyas poblaciones suman hoy más de la mitad de la humanidad? Es más, ¿se puede considerar inteligentes a los dirigentes de toda clase que arrastran a las sociedades occidentales, que siguen basándose en una teoría y principios económicos que conducen a la ruinadel planeta, aparte la terrible desigualdad entre los seres humanos? ¿De dónde sale ese empeño en tener al crecimiento económico de las naciones hasta el infinito como único motor posible de desarrollo y progreso cuando ya están agotados tantos filones y amenazados otros esenciales, como el agua potable, cuyas consecuencias tocamos ya pero quienes van a sufrirlas sin retorno son las generaciones inminentes? En buena medida todo empezó con el industrialismo, el hacinamiento de los seres humanos en la ciudad de cualquier continente y la ruptura con las largas tradiciones de la gente del campo. Lo que constituye el gran elemento alienador del ser humano arrancado de sus orígenes que distinguen a unas épocas de otras. Las megalópolis no fueron un error, fueron una quiebra de la inteligencia humana.

Pero siguiendo la estela de la amenaza que planea sobre el asunto de Ukrania, aquí, aparte las consabidas y siempre presentes motivaciones económicas y la erótica del poder, subyace también en buena parte un choque de culturas. Esa clase de cristianismo aun interpretado de maneras diferentes por las distintas religiones que son ramas del mismo árbol ha ignorado siempre el cosmos cultural e intelectivo del orientalismo que nunca mereció su atención más allá del que despierte en el individuo aislado.

Pero es que, de un tiempo a esta parte, no sé si a causa del "reseteo" o "nuevo orden mundial", o por los efectos neurológicos en el cerebro que al parecer provocan los sueros que pasan por vacunas de la "niebla mental"; o bien porque, considerándose inteligente a sí mismo el occidental sólo porque la inteligencia creativa de individuos concretos se remonta muy por encima de la del humano común que se mimetiza con ellos y cree ser también suya (por eso emplea ordinariamente el "somos", el "hacemos"…), occidente incurre cada vez con más frecuencia en desvaríos. El caso de la pandemia fantasma es un sólido indicio si no una prueba. Parece mentira que nadie en este nuevo y necio "conflicto" mire atrás pues, como dice Tocqueville, cuando se va hacia el futurosin la luz del pasadose camina entre tinieblas.

El caso es que cada vez se hace más patente qué clase de mirada dirige al mundo ese grueso de las naciones europeas y Estados Unidos, que no es otra que cuanto más globalización, más visión sólo occidentalistade la humanidad. Con oriente, más allá del comercio, sólo se entienden con Japón. Y como esa visión no incluye ni a Rusia ni a las naciones eslavas que no siendo propiamente orientales tampoco son propiamente occidentales, ni por idiosincrasia, ni por historia, ni por vocación, la tensión se presenta como un choque de civilizaciones. Vuelven al primer plano, primero los versos del poeta español Espronceda: "allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra…" y luego un fascismo -militarismo civil en estado puro- que no es de inspiración oriental ni orientalista, extendiéndose por Europa como otra mancha de aceite después de haber sido barrido con el nazismo en1945. Sea como fuere y para confirmar que el ser humano no cambia, no parecen importar a los protagonistas el riesgo de regresarnos al invierno de una conflagración que tiene todas las trazas de ser definitiva. Pues si estalla, no se ceñirá el teatro de operaciones ni a un contorno geográfico concreto, ni a una confrontación exclusivamente entre occidente y Rusia. Todo apunta a un choque entre occidente y oriente, pues China, que por supuesto se uniría a Rusia, está ahí.

La pauta de la occidentalización de las ideas, de momento la está dando Alemania. Alemania, coincidiendo con la crisis de Ucrania o a propósito de ella, quiere suprimir un medio de información de matriz rusa, RT en su versión germánica (también lo hay en español). Un medio del comunicación que"presenta una visión alternativa a la que dan todas las cadenas de televisión estadounidenses". Ya hay muchos que afirman que la decisión del regulador alemán de prohibir la emisión en Europa de RT DE, el canal en alemán de RT, está destinada a "mantener el monopolio de los medios de comunicación", porque quieren crear y mantener el monopolio de los medios de comunicación, representando solo el discurso aprobado en Occidente, que la clase dirigente de los países occidentales les da. Este detalle tremendo enlaza con la determinación de la entente occidental de llevar su decisión a sus últimas consecuencias. El resultado seía crear su imperio sobre un planeta en ruinas…2

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