Mientras la prensa internacional, obedeciendo al guión manipulador de Estados Unidos al crear un "falso positivo" de la posible "invasión rusa" a Ucrania y que a pesar que el gobierno estadounidense aseguró que la invasión se haría en el mes de enero y al no ocurrir, afirmó que Rusia lo ejecutaría el 16 de febrero, por lo cual, retiró parte de su personal diplomático y militar desplegados en Kiev, Estados Unidos concretaba otras acciones militares y económicas en varias partes del mundo que pasaron desapercibidas por la fuerte intoxicación mediática que ocupó los espacios de las redes sociales y todos los medios de comunicación del planeta. ¿Qué medio de comunicación no se hizo eco de hablar en pro o en contra de la posible "invasión rusa" a Ucrania?
Mientras el mundo estaba ocupado y tenso por lo que representa una guerra, las implicaciones desastrosas que traerían para la humanidad, Estados Unidos, a finales de enero, bombardeó la sede universitaria del Instituto Politécnico y silos de trigo en la ciudad de Raqqa en la República Árabe Siria e infiltró varios convoyes de equipos militares para agrandar y fortalecer sus bases militares instaladas ilegalmente en el norte, donde se encuentran las reservas de petróleo y gas del país árabe.
El 11 de febrero, en una decisión arbitraria, el presidente de EEUU, Joe Biden, ordenó robar 7 mil millones de dólares de activos del Banco Central Afgano (DAB) depositados en EEUU en forma de efectivo, oro y de bonos del Tesoro y congelados a raíz del cambio de gobierno en Afganistán en agosto de 2021, para indemnizar a las familias estadounidenses que perdieron familias con el ataque a las torres gemelas en 2001 y donde no existen pruebas de participación de algún ciudadano de Afganistán.
Durante esa semana cuatro destructores de la armada de EEUU ingresaron en el mar Mediterráneo para reforzar las fuerzas de la OTAN, tras el despliegue de buques rusos en su base marítima que mantiene en la ciudad de Tartús en Siria.
El 12 de febrero, el Pentágono ordenó el despliegue de aviones de combates F-22 Raptor en la base aérea de Al Dhafra en Emiratos Árabes Unidos, "como parte de una demostración multifacética de apoyo", después de una serie de ataques de los hutíes de Yemen a territorio emiratí (en respuesta a las agresiones recibidas por la aviación bélica de Emiratos), que, según ellos, "amenazaron a las fuerzas armadas estadounidenses estacionadas en la instalación anfitriona".
Ese mismo día, Estados Unidos coaccionó al Líbano dándole un plazo de seis semanas para que responda sobre las sugerencias de aceptar las líneas trazadas en la disputa del diferendo marítimo fronteriza que mantiene con "Israel", diciéndole a los libaneses "que se concentren en lo que ganan y no en lo que pueden perder."
Una coalición liderada por Arabia Saudita, con apoyo de inteligencia, imágenes satelitales y armas de EEUU, realizaron un ataque el 14 de febrero a la sede de telecomunicaciones TeleYemen en Sana´a Yemen, destruyendo en su totalidad el edificio y dejando sin conectividad al pueblo yemení, que lucha desde hace 7 años por alcanzar su independencia de las monarquías del golfo y de las políticas hegemonistas de EEUU.
Con respecto a las negociaciones en Viena que lleva a cabo Irán —con la participación indirecta de EE.UU.— con el objetivo de levantar las sanciones impuestas a la nación iraní, y, con ello, reavivar el pacto nuclear, está en riesgo de estancarse por la postura de Washington, quien ha afirmado que "están enfrentando problemas durante este período porque la otra parte (Irán) carece de una iniciativa seria". EEUU ha solicitado conversaciones directas, el cual, Irán ha pedido garantías si hay un "buen acuerdo", pero, el gobierno de Joe Biden sigue dilatando el tema, sin ofrecer garantías y tratando de crear falsas opiniones de la República Islámica de Irán.
La guerra mediática fabricada a través de los medios de comunicación de una supuesta "invasión rusa" a Ucrania, que no sucedió, ha servido a EEUU y a la OTAN, para re-acomodar sus tropas y fuerzas militares al este de Europa, Medio Oriente y en la región Indo – pacífico. Las estrategias y los objetivos, aparte de contener el desarrollo de Rusia y de China, las podremos ver los próximos meses.
Por supuesto, China y Rusia, también tomarán sus acciones, y como lo dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, cuando sostuvo una reunión con el canciller alemán, Olaf Scholf: no se harán "la vista gorda ante la libertad con la que EEUU y la OTAN interpretan los principios de invisibilidad de la seguridad".