Después de tantos años de ser los europeos y norteamericanos los únicos que dictan la bitácora de los acontecimientos intervencionistas internacionales, justificados con falsedades y torceduras informativas. Como ha sucedido en la desintegración de Yugoslavia a puros bombazos, la intervención en Irak con el uso de uranio empobrecido, la destrucción de Libia y el magnicidio de Kadafi, el asalto a Siria y la protección de un gigantesco ejército de terroristas, la invasión a Afganistán y su retirada atropellada.
Ahora, los europeos y norteamericanos siguiendo la misma estrategia de dictar la agenda a seguir en Ucrania e informar torcidamente los hechos: ¡Ahí vienen los rusos! Han realizado en Ucrania y sus alrededores geopolíticos, un despliegue militar con una panoplia avanzada de misiles de todos los alcances y otros armamentos.
Sin embargo; los rusos y su presidente Putin, Les mostraron con firmeza, a los agresores gringos y europeos una lección de valentía e inteligencia político-militar, reconociendo la independencia de Donetsk y Luganks. Les expresaron, como decía mi Tío Pedro: "Siéntate niño". La OTAN simplemente escupe sobre los temores de Rusia por su seguridad, pero Moscú no estará de acuerdo con esto. Parte del mensaje a la nación que Putín expresó cuando firmó la independencia de las repúblicas de Donetsk y Luganks y el documento de colaboración recíproca.
Los occidentales fueron sorprendidos por la resolución del presidente Putin, del Consejo de Seguridad, la Duma y el Ministerio de Defensa rusos de apoyo a los nuevos países Donetsk y Luganks.
En un buen sentido, la resolución del Kremlin, mostró a todas luces que los occidentales terminaron mal parados, pues se quedaron sin guerra.
Ahora, ellos descargan públicamente su resentimiento, despecho y desprecio a Rusia, agudizando el bloqueo y las sanciones. Y estamos de nuevo en el ciclo de negación de la valentía histórica de los rusos y su influencia política regional e internacional y ante las pretensiones de detener su desarrollo.
Como dijo Putin defendemos lo bueno con fuerza y firmeza.