"Ningún pueblo quiere guerra, no nos conviene, pero el imperialismo se nutre de la guerra, por eso la promueve"
Para nadie es un secreto que los grandes promotores de la guerra, los groseramente beneficiarios de las guerras son los que dominan el llamado complejo militar industrial de EEUU y de otras potencias aglutinadas en la OTAN; por cierto, organismo donde metieron de cabeza a la neocolonia gringa en suramérica, Colombia, aunque esto a los bolivarianos nos duele en el alma, la realidad no la podemos endulzar, por muy amarga que ésta sea, Colombia es parte de la OTAN y los ideólogos que la llevaron allí son enemigos declarados de la revolución bolivariana.
Tratamos de hacer un ejercicio tomando en cuenta el conmocionado mundo que hoy vivimos; un mundo lleno de acertijos. Una realidad virtual creada por los intereses mediáticos de los imperialistas que crean una narrativa adecuada para adormecer la opinión pública mundial. La pandemia se convirtió en un ensayo de pragmatismo político cada vez más vertiginoso en su desarrollo que cuesta asimilar un montón de cosas.
Pero lo esencial de lo que se desarrolla en estos momentos en Lugansk y Donetsk, repúblicas reconocidas por buena parte del mundo, paradójicamente Rusia no lo había hecho, ya lo hizo, y de qué forma y en qué momento, porque si algo quedó claro es que "los rusos no juegan carrito".
El imperio, como siempre maniobrando y manipulando ha convertido el llamado Acuerdo de Minsk de 2014 en una tira elástica usada a su conveniencia. Veamos lo que establece dicho acuerdo:
- Asegurar un alto el fuego bilateral inmediato.
- Asegurar el seguimiento y verificación del alto el fuego por parte de la OSCE .
- Descentralización del poder, incluso mediante la aprobación de la ley ucraniana "Sobre la orden temporal de autogobierno local en distritos particulares de las provincias de Donetsk y Lugansk".
- Asegurar el monitoreo permanente de la frontera entre Ucrania y Rusia y la verificación por parte de la OSCE con la creación de zonas de seguridad en las regiones fronterizas de Ucrania y la Federación Rusa.
- Liberación inmediata de todos los rehenes y personas detenidas ilegalmente.
- Una ley que impide el enjuiciamiento y castigo de personas en relación con los hechos que han tenido lugar en algunas áreas de los óblasts de Donetsk y Luhansk .
- Continuar el diálogo nacional inclusivo.
- Tomar medidas para mejorar la situación humanitaria en Donbass.
- Garantizar elecciones locales anticipadas de conformidad con la ley ucraniana "Sobre el orden temporal de autogobierno local en distritos particulares de las provincias de Donetsk y Lugansk".
- Retirar los grupos armados ilegales y el equipo militar, así como los combatientes y mercenarios del territorio de Ucrania.
- Adoptar un programa de recuperación económica y reconstrucción para la región de Donbass.
- Proporcionar seguridad personal a los participantes en las consultas.
Por lo visto, tanto el régimen de Ucrania como los que mueven la cuna desde sus centros imperiales se han interesado por hacer avanzar hacia un mejoramiento de la situación socio-económica de los cientos de miles de personas que allí viven, por el contrario, convirtieron esta situación inestable en una especie de termómetro para controlar la Rusia, pero Putin no se chupa el dedo y sabe mover la mano zurda. Pero a nosotros todo esto nos interesa sobremanera, guardando las distancias y diferencias, que sin dudas las hay, tenemos el caso atípico de Colombia, como país miembro de la OTAN, y país gobernado por una élite política sustentada en el narcotráfico y el paramilitarismo. Colombia ha sido un peón muy aplicado del imperio en la región https://www.resumenlatinoamericano.org/2022/02/16/colombia-duque-se-muestra-como-instrumento-de-washington-para-ofensiva-imperial/ y es obvio que como socio del mismo imperio del cual es socio Ucrania y la derecha fascista que allí gobierna, a nosotros los venezolanos y venezolanas nos interesa sobremanera que el mundo conozca cosas que a veces se meten debajo de la alfombra, así como para esconderlas. Las situaciones que se presentan en la narrativa imperialista mundial, por muy lejanas que parezcan, tienen semejanza. Recordemos que ellos aquí venden a su pupila, Colombia, como el país de la democracia y a Venezuela, como el país de la dictadura. Pero su empresa de narcotráfico sigue funcionando y con ello financia los ataques de todo tipo, donde el fascismo aflora, o ¿Hay diferencia en la actuación de unos asesinos llamados paracos y los fascistas que actúan en otras partes del mundo? Habrá diferencias de estilo, pero la violencia y el cinismo con que se ejecutan crímenes es idéntica. Pues todo este escenario que se configura mundialmente puede generar y esparcir una lógica que se haga metastásica en varias regiones del planeta del cual no estamos exentos. Ya voceros imperialistas "celebran", que sufriremos "las consecuencias de las sanciones a Rusia", algo así como tirandosela de adivinos o brujos; les recomendamos que conozcan la hierba primero, porque nosotros en Venezuela hemos demostrado que a nuestro ritmo y con nuestro estilo tampoco jugamos carrito.