Joe Biden ha llevado a la sociedad norteamericana a una gran confusión de convivencia y crisis cuyo enfoque va en búsqueda de la estabilidad comercial, algunos jerarcas del capitalismo le tienen miedo al comunismo. Pero, esta concepción se ha fragmentado en el tiempo, convirtiéndose en un gran hibrido que acobija la corrupción y un ideario, para acoplarse a las estructuras políticas, como un narcoestado. Los prismas del comunismo se fusionaron al Estado Liberal para inyectarle a los ciudadanos el conformismo y, de esta manera incumplir con las promesas de la sociedad norteamericana. Por lo tanto, ante el fracaso de Biden, los esposos Clinton y Obama, nadie sabe, hasta donde llegará la debilidad del presidente norteño. Títere de los anteriores. Históricamente está representando las documentaciones de su hijo ante el gobierno de Ucrania y cual "es su ideología política ante los grupos capitalistas ascendentes, luego dominantes". En consecuencia, tiene que haber reformas en el Nuevo Orden Mundial con la aprobación tácita de grandes compañías y, de los intereses que representan esas influencias.
Lo importante, que ya no es la pandemia, es el asunto bélico que le garantiza al capitalismo más víctimas inocentes entre civiles y militares, ahondado al ejercicio político norteamericano. Los laboratorios suman dólares al igual que la venta de armamento.
Entonces, nos encontramos ante un sistema de injusticias, dentro y fuera de las fronteras con Ucrania. Sin duda, habrá un cambio radical, estaremos frente a la desintegración de la estructura de poder existente o mediante la revolución.
La propaganda comunista es un informe directo de lo que el gobierno es capaz de ejecutar, de lo que sabemos e implica de parte nuestra una postura.
La interminable guerra de Estados Unidos en Asia exige pasividad en el país norteño y tolerancia o apatía entre los aliados de Norteamérica, léase OTAN. Gracias a USA, los ucranianos se han visto sometidos a la furia de la maquinaria militar moscovita, los campesinos rusos esclavizados por la propagando de Moscú acaba pueblos enteros de hermanos y nos recuerda al terrorismo de los chinos nacionalistas a fines de la década de 1930.
La guerra en Asía oriental, siempre ha sido una equivocación, los millones de ciudadanos muertos es fuerte., ¿Tendrán Putin y Biden un propósito? Vladimir y Trump se entendían bien y ya los rusos iban a las vinícolas de USA a catar los vinos y observar la calidad de las uvas con pasaportes temporales.
Los juicios por crímenes de guerra ha de venir en La Haya, como el de Oscar Pérez y Neomar en La Libertador, los responsables ya se conocen.
Nadie esta en la predisposición de dejarse engañar, ya estamos crecidos y, desde el COVID hasta esta guerra, todo ha sido una notable propaganda para entrar en polémica y ver hermosos niños muertos. ¿Esta Estados Unidos cometiendo una agresión contra Rusia? Cuando Rusia interviene en Venezuela, sin consultar el presidente al pueblo, ¿No es injerencia?