Una lectura sobre el conflicto en Ucrania

Martes, 08/03/2022 08:12 AM

Vosotros sabéis, como nosotros sabemos, que, tal como suceden las cosas en el mundo, el derecho es un tema del que tratan sólo los que son iguales entre sí por su poder, en tanto que los fuertes imponen su poder, tocándoles a los débiles padecer lo que deben padecer". (Tucídides en la Historia de la Guerra del Peloponeso).

Así se domina al mundo, es el título del libro escrito por el escritor español Pedro Baños, en el que se sostiene la tesis de que el mundo es como el patio de un colegio en donde se encuentran niños y niñas que controlan a su pequeño círculo de compañeros. Son los dominadores de una clase o del curso completo, conocido, respetado y temido, en todo el colegio.

Esa metáfora-realidad se puede trasladar al actual escenario internacional donde existen potencias con distinto grado de capacidad de influencia en las decisiones mundiales y los acontecimientos en ucrania lo revelan.

¿Una profecía autocumplida?

Desde diciembre los medios como The Washington Post, CNN, Reuters, The Wall Street Journal, The New York Times, Financial Times, BBC entre otros, citando "fuentes de inteligencia" han estado publicando información sobre los supuestos planes de Rusia de invadir a Ucranía. Bloomberg, uno de los medios más importante de EEUU, publicó en su página web el titular "Rusia invade Ucrania", y aunque si bien lo borró unos 30 minutos, porque era falso de toda falsedad, ya la noticia le había dado la vuelta al mundo.

Mientras tanto, el presidente de la primera potencia nuclear de mundo, Joe Biden, como un "guapetón de barrios", todos los días estaba hablando de fechas para esa invasión. Dijo que ocurriría el 16 de febrero, luego 18 de febrero o sino que "ocurriría en los próximos días". Pero como no se daba la anunciada invasión, el Gobierno ucraniano, sintiéndose apoyado por EEUU, Gran Bretaña y la OTAN, inició una escalada militar contra la población del este de Ucrania, donde viven aproximadamente 800.000 ciudadanos rusos, lanzando varios ataques contra la provincia rusa de Rostov y destruyendo un puesto de control fronterizo en territorio ruso.

Como respuesta, la madrugada del 24 de febrero, el presidente Vladímir Putin, anunció el lanzamiento de una "operación militar especial" en el territorio de Ucrania argumentando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de los gobernantes actuales de Ucrania, y aseguró que el objetivo de la operación era la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.

¿La "trampa de Tucídides"?

Ningún análisis e interpretación de conflicto alguno que tenga lugar en el mundo de hoy puede obviar la lucha tripolar por la hegemonía mundial que está en pleno desarrollo entre EEUU, quien se resiste con todo su poder a dejar de ser el que marque la pauta del mundo, y Rusia y China, que emergen con toda fuerza y pareciera que no hay obstáculo que impidan su "marcha triunfal". La "trampa de Tucídides" (Graham Allison) parece resurgir al encontrarse una potencia hegemónica en declive y otras en ascenso y la tensión entre estas potencias puede conducirlas a una guerra hegemónica en la que la potencia hasta ahora hegemónica venza y asegure su primacía, o pierda y sea reemplazada por alguna de las potencia en ascenso.

Es evidente que Rusia y China están disputándole la hegemonía a la potencia actual, Estados Unidos, en numerosos ámbitos, incluyendo el económico, el militar, el tecnológico y el espacial. Ambas, además, se están convirtiéndose en aliadas.

En este "juego" por la hegemonía, la Unión Europea (UE) no participa porque ha decidido ser comparsa de la política exterior gringa y eso es un elemento que genera mucha incertidumbre sobre todo porque ni siquiera en el propio continente europeo ha decidido ser autónoma.

¿Una lucha ideológica?

En la era bipolar se desarrolló la "guerra fría" entre EEUU, como potencia hegemónica del capitalismo, y la Unión de Republica Socialistas Soviéticas (URSS), como potencia hegemónica del "socialismo realmente existente". Esa "guerra fría" se convirtió muchas veces en "guerras calientes" en países que se encontraban en sus respectivas "áreas de influencia". Ejemplo se podrían citar por doquier.

En el conflicto actual de Europa del Este, existe ciertamente una disputa, una lucha, pero no es ideológica entre el capitalismo y socialismo. Se trata más bien de una disputa entre países y naciones que comparten, con grandes diferencias en el comportamiento internacional, el desiderátum del capital como el mejor modo de vida para los seres humano.

Lo que sí está claro es que en el fondo de ese conflicto está en juego el interés nacional entre Rusia que reclaman que sus fronteras deben estar seguras, ha insistido en que no acepta la incorporación de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se siente víctima de un cúmulo de sanciones azuzadas por Washington y una descomunal campaña estigmatizadora, calumniosa y xenófoba contra la dignidad de su pueblo, y el interés transnacional de EEUU, que convencido de constituir el "imperio sin fronteras" (Como lo llamó el francés Claude Julien) no sólo "defienden" las que se encuentra en su territorio sino que se siente "elegido por la providencia" para "defender" las fronteras de todos sus aliados en cualquier rincón del mundo. Como siempre, los gringos generan conflictos lejos de su territorio, para que otros pongan los muertos y la destrucción que dejan las guerras, mientras sus empresas, sobre todo la de los "perros de la guerra", amasen nuevas y jugosas ganancias.

Como siempre ocurre, son los pueblos los que terminan sufriendo.

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