Biden a Maduro: I want you back (Te quiero de vuelta)

Y posible es que Maduro le haya preguntado después a Biden con su inglés de revolucionario intervenido: ¿You want me to como back? Y, yes, pudo haber sido la respuesta, con un tono más jovial y sensato entre presidentes que no se odian, sino que no se comprenden, entonces a lo mejor fue: yes, mr dictator Maduro.

Suena gracioso, pero cabe en la imaginación progresista de resistencia un volver, volver, volver y, Maduro pudo pensar, pero no a mi lado, eso debe quedar claro, pues ellos los gringos son muy pasados y abusadores por demás y, más en el poder y en sus películas mediocres.

Comienza la picardía imaginaria que razones más que suficientes hay, por lo que Maduro pudo haberle dicho a Biden con trasfondo preciso, ¿qué acaso algunas medidas por lo que debería ceder al chorro de peticiones que de seguro habrá y vendrán? Y acaso serán de imaginar sin picardía ninguna. ¿Acaso Rusia juega papel preponderante en ellas que tenga que involucrarme más de lo que estoy o, tengo que jugar para los dos bandos? ¿Situación actual de Rusia y Ucrania, en qué debo ceder? -diría Maduro.

Rusia es nuestra, pudo haberle dicho Biden, ese es nuestro entierro y encierro que de alguna forma el provecho será nuestro como siempre que, ellos son guerreros y nada más, además la OTAN como nuestra, está bien resguardada por Josep Borrell en Europa y, acá en Colombia por Duque como dos zares de pareceres rancios de la vieja Rusia.

Será posible -soltó Maduro- que nos hayamos salido del posible guión que ha de venir como diálogo frondoso de tu comisión propuesta y que pronto estará acá en Caracas. ¿Acaso estoy en lo cierto? O divago entre nos o, quizás te quieres aprovechar de mi buena voluntad como imparcial e hijo de Chávez que, con motivos más que suficientes presume un interés que de algo te ha de servir, ¿cierto o falso? Pudo haber preguntado Maduro como voluntarioso pro Putin, pero sin penetrar los carámbanos particulares sobre Ucrania y su tortuoso desvío de un destino incierto como apocalíptico en alguna medida de desbordamiento subrepticio.

Biden pensó antes de responde para responder: y si yo te doy sin que tú me des, que los adelantos algo traen y más ahora que estás de pláceme con tu distraído aumento de sueldo mínimo con que tratas de enderezar y adormecer sueños tras sueños de mucho cansancio económico que involucra a toda Venezuela y más si hay más producción de petróleo como parece ser que, hasta Citgo pudiera estar en el paquete, que tiempo habrá para que cada cual diga y desdiga sin caer en más confrontaciones aunque sean unilateral, pero en todo caso hay que dar para poder recibir, aunque siempre se digan cosas bien contradictorias y hasta se sepulten voluntades apartándolas por el momento por el bien común de dos Estados con uno más superior que el otro y siempre pensando a futuro por el bienestar como felicidad de ambos. Frase hermosa que le salio del alma a Biden.

La conversación pudo haber sido amena sin tratar de pisar la manguera del contacto consciente que, de eso se trata de contactar opiniones, siempre en la efervescencia en que tanto el bien como el mal existen y cada quien tiene que tomar sus decisiones y los habladores internacionales que avivan la llama de la discordia no es el fin.

Con Rusia metida de lleno en Ucrania atornillándose a unas consecuencias que no solo van en una sola dirección, el tiempo lo dirá y los pobres como pobres no dejarán de sufrir más de lo que sufre y va a sufrir la vieja Europa y, entonces llegó la comisión gringa a Miraflores y como jefe de ella un venezolano ahora estadounidense con poder e importante en ese mundo político de procesiones que nunca se sabe, pero algo traían entre manos, demasiado temprano para saberlo y, Biden esperando y saboreando a su gusto la,injerencia que con medidas oportunas se tapan medidas inoportunas. Mientras, la guerra de pareceres continúa en alguna dirección.