La derrota del ejército ucraniano, ya está decidida. Aun con el colosal apoyo en dinero, armas, sanciones y mentiras, sostenido diariamente por Estados Unidos y la Unión Europea, el régimen del otrora comediante Zelenski y "su" ejército, están al borde del colapso.
A esta conclusión han llegado asesores militares, analistas militares e historiadores de las guerras, como Douglas McGregor, Fernando Cocho Pérez, Manuel J. Gazapo y César Vidal.
Una de las caras de la guerra de Putin contra la militarización y el neo fascismo en sus fronteras, tiene que ver con, la remoción de las cenizas ideológicas que resguardaban la pasión y el afecto que las élites políticas europeas han conservado por años, con un sentimiento y con una concepción determinada del mundo: el odio a los rusos y el entusiasmo por el fascismo.
La guerra puso al descubierto los residuos, o talvez el embrión de los sentimientos neo fascistas, que han aparecido transitando libremente por las ciudades europeas. Pareciera que tales movimientos nacionalistas han pasado invernando en el corazón de los europeos desde el final de la Segunda Guerra Mundial y Putin los despertó.
Congruente con ese despertar, los europeos reaniman el desagradecimiento y tergiversan la historia de quien liberó a judíos, comunistas y gitanos europeos de los campos de exterminio nazi establecidos en Polonia. Quien liberó del fascismo a Grecia, quien liberó a Europa del fascismo y acabó con Hitler. Ahora hasta honran la memoria de quienes cometieron los mas atroces genocidios en toda Europa y principalmente en Rusia.
La historia, sin tergiversaciones, no puede ocultar que quienes revirtieron la ofensiva fascista sobre Rusia y tomaron Berlín, obligando la capitulación del fascismo fue el Ejército Rojo, los bolcheviques rusos.
La historia contemporánea tampoco puede ocultar los vicios de Zelenski, a quien los medios quieren presentar como el tipo bueno de la película. Esta buena persona, es el líder de la comedia pornográfica donde aparece con los pantalones abajo y tocando el piano con el pene, ejecutando Haba Nagila. Como presidente, Zelenski ordenó el encarcelamiento del líder de la oposición de la Rada Suprema, el cierre de 4 canales de televisión opositora, los bombardeos sobre Donest y Luganks durante 8 años causando la muerte de más de 14,000 ciudadanos. Y hacer parte del ejército ucraniano al batallón neo fascista AZOV.
La reacción anti rusa que toma cuerpo en una descomunal cantidad de sanciones, declaraciones de odio, colectas gigantescas de armas, dinero y falsedades expresadas en "fake news" o bulos mediáticos contra Rusia; se va enfrentando a la realidad y se convierte en la ambigüedad o hipocresía de la política occidental: te sanciono, pero seguí vendiéndome barato.
De ahí que los deseos de Washington de derrotar económicamente a Rusia, o creer que Rusia va a sucumbir con las sanciones; según los analistas, es un argumento muy débil. Pues, mientras se sanciona al Banco Central de Rusia, hay otros bancos rusos que reciben el dinero de los pagos por la compra de gas y petróleo; porque norteamericanos y europeos, todavía siguen comprando gas y petróleo ruso, barato.
Más bien, esas fanfarroneadas de Washington sirven para promover las ventas billonarias de armas, el negocio de recursos energéticos (gas, petróleo, carbón), la imposición de préstamos en dólares, y especialmente para mantener la hegemonía norteamericana sobre Europa.
Es por ello que queda al descubierto el oficio de la Casa Blanca y la Otan en Ucrania, que consiste en atizar la braza a la cual Putin le quitó la ceniza y mantener a Zelenski como presidente, aunque sea en el exilio.