1. Holocausto Nuclear o Derrota Imperialista
Washington ha iniciado la Cuarta Guerra Mundial en Ucrania. Esta guerra, que es total y planetaria, sólo tiene dos desenlaces posibles: el holocausto nuclear de la especie o una derrota militar contundente de Washington, que obliga al imperialismo a resignarse a una paz convenida, respetando las tres líneas rojas de seguridad no-negociables de Rusia: la autonomía del Donbas y Crimea y la no-adhesión de Ucrania a la OTAN. Lo que no es posible es que su delirio imperial de balcanizar a Rusia se cumpla, tal como no se cumplió para Hitler ni para Napoleón.
2. Guerra total contra Rusia
Vamos a "destruir la economía de Rusia" (wreak havoc) dice Biden y amenaza a todos los Estados del planeta qué, si no se unen a esa estrategia fascista de aniquilación, sufrirán "las consecuencias". Destruir la economía de un ente biológico significa, por supuesto, condenarlo a la muerte. No es nada nuevo para Biden. Durante el crimen de guerra que fue la agresión militar a Serbia bajo Clinton en 1999, Biden se jactó en la televisión gringa: "I was suggesting we bomb Belgrade. I was suggesting we send American pilots in and take out all the bridges on the Drina. I was suggesting we take out his oil supplies."
Es lo que los Nazis llamaron "der Totale Krieg" - "la Guerra Total". En Rusia le costó la vida a 30 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial. Hoy, sería la guerra terminal nuclear en el planeta, porque Rusia usaría su capacidad nuclear ante "una amenaza existencial" (existential threat), como advirtió el vocero del presidente Putin, Dmitry Peskov en CNN.
Y qué persona informada dudaría por un segundo, que el Imperialismo atlántico neofascista encabezado por la nomenclatura delincuencial de Washington sea una "amenaza existencial" para Rusia. Y, por supuesto, para China y el futuro de la humanidad que quiere secuestrar.
3. "Matar Rusos"
En la medida en que los Demócratas están perdiendo la contienda electoral de noviembre ante Trump y los Republicanos, y su guerra de agresión en Ucrania se estanca, sus capos políticos y sus calibanes mediáticos ya ni siquiera ocultan sus intenciones imperialistas y su lenguaje fascista.
Leon Panetta, ex secretario de Defensa de Estados Unidos y director de la CIA bajo Barack Obama; y jefe de gabinete de la Casa Blanca bajo el criminal de guerra Bill Clinton, proclama abiertamente, que "Estamos involucrados en una guerra…con Rusia, lo digamos o no". Y agregó: "Creo que la única forma básica de tratar con Putin en este momento es…proporcionar tanta ayuda militar como sea necesario… La forma en que obtienes influencia es, francamente, entrando y matando rusos".
"We are engaged in a proxy war with Russia, whether we say so or not"...I think the only way basically to deal with Putin right now is to…provide as much military aid as necessary…The way you get leverage is by, frankly, going in and killing Russians."
El comentario de Panetta se dio un día después de que Biden anunciara el envío de 1.000 millones de dólares adicionales en armas a Ucrania, que se suman a los $2.500 millones en armas entregadas desde 2014 y los 100,000 soldados gringos desplegados en Europa. Y es parte de la campaña mundial de los medios de Murdoch y Soros, que abogan porque Occidente debe promover golpes de Estado en China y Rusia contra Xi y Putin, y de algunos sectores imperialistas, como el Ex Asesor de Seguridad de Trump (sic), John Bolton, para acabar con esos "peligros para el mundo libre" con un ataque nuclear preventivo (preemptive strike).
4. ¿Quién es el Responsable de la Guerra?
La razón de la agresión militar de Washington contra Rusia es el colapso de la Unión Soviética en 1991, y la decisión de Washington de dominar ese espacio post-soviético "liberado" para sus propios intereses: prolongar la supremacía global del imperialismo estadunidense (American Century) y su sistema global unipolar, desmembrar a China y mantener subyugado a sus sátrapas europeos.
Una serie de documentos desclasificados recientemente por los National Security Archives de la Universidad George Washington (http://nsarchive.gwu.edu) muestra, nuevamente, que todas las potencias occidentales que negociaron con la URSS en 1990-91 la retirada de las tropas soviéticas de la República Democrática Alemana y la reunificación alemana, dieron garantías de seguridad contra la expansión de la OTAN hacia el oriente eurasiático a los líderes soviéticos. Entre estos políticos occidentales estuvieron Baker, Bush, Genscher, Kohl, Gates, Mitterrand, Thatcher, Hurd, Major y Woerner.
La abundante evidencia empírica oficial de las partes involucradas en las negociaciones de 1990-91 confirma irrefutablemente, que la argumentación jurídica-política e histórica de Putin sobre la actual situación en Ucrania y la responsabilidad bélica de la OTAN por la guerra es objetiva y verídica. Mientras Putin habla con la verdad histórica, el imperialismo atlántico miente cínicamente a la humanidad entera para ocultar las raíces de la tragedia en Ucrania, que ha causado.
Washington, la voz dominante del Bloque Imperialista, por supuesto, nunca tuvo intención alguna de cumplir con los acuerdos de no-expansión de 1991. Dos años después de las firmas, la nomenclatura del Partido Demócrata bajo el patrocinio de Biden y los Clinton decidió la expansión hacia las fronteras rusas; decisión que en 1995 se implementó con 38,000 (sic) ataques aéreos de 1000 aviones de guerra de la OTAN contra las fuerzas de Serbia. Posteriormente, en 1999, se consumó la destrucción bélica de Yugoslavia y su balcanización en Estados nuevos, que avanzó cualitativamente la ocupación sangrienta del espacio post-soviético por el Imperialismo yanqui.
Todas las advertencias de Rusia y de múltiples estrategas (George Kennan) y políticos estadunidenses críticos, de que tal política iba a terminar en una guerra directa con Rusia, cayeron en saco roto. Después de tratar durante 15 años de parar ese cáncer occidental por medios diplomáticos y políticos, un cáncer imperialista que iba a destruir Rusia tal como había destruido a Yugoslavia antes, no le quedó otro medio a Moscú que recurrir a las armas para salvar la integridad territorial y profundidad estratégica militar indispensables para la Nación. Esa es la razón de la "operación militar específica" de Rusia en Ucrania, cuyo único responsable es el Imperialismo Atlántico, es decir, Washington y sus sátrapas europeos, particularmente Gran Bretaña y Polonia, que ya habían jugado el mismo papel en la destrucción imperialista de Irak.
5. Zelensky: el Goebbels global del Imperialismo Atlántico
Los videos pre-presidenciales de Zelensky, cuando actuaba en la televisión como comediante profesional, demuestran claramente sus tendencias racistas, principalmente contra Rusia y los judíos, al igual que sus tendencias pro-nazis. Tal perfil lo predestinaba para jugar el papel de bufón herostrático nuclear en la Endloesung (solución final) del "problema Putin", implementada a partir de la guerra asimétrica de la OTAN desde su ofensiva militar de 2021-22.
Los talentos telegénicos del comediante racista pro-nazi no pasaron desapercibidos en el Foreign Policy Establishment de Washington, de la CIA, del MI6 británico y del BND alemán. Esos servicios entendieron que el ambicioso comediante era idóneo para jugar el papel de "presidente de Ucrania", después del golpe de Estado lumpen-oligárquico (revolución de color del Euromaidán), que parcialmente fracasó en 2014. Era ventajoso usar a Zelensky, porque combinaba los dotes propagandísticos y la inescrupulosidad moral del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels con el servilismo del sátrapa neocolonial nazi Vidkun Quisling. Así llegó el comediante a la presidencia de Kiev y, desde entonces, no ha decepcionado a sus padrinos en Washington, Londres, Berlín y Bruselas.
6. El Criminal de Guerra Zelensky
En términos jurídicos y políticos, Zelensky es un peligroso criminal de guerra con un largo record de crímenes. Bajo su presidencia (mayo, 2019) permitió la matanza de miles de personas en el Donbass por sus batallones nazis, que la cloaca mediática occidental eufemísticamente llama "nacionalistas"; participó en la organización de un fuerte movimiento nazi terrorista (Batallón Azov) a nivel nacional y de una red neonazi internacional, orgánicamente integrados con las estructuras de poder del Estado (ver extensa documentación de Olga Sukharevskaya, "Under the Wolfsangel", RT, 15.3.2022).
Es responsable, desde 2019, de la preparación de las Fuerzas Armadas Ucranianas y agrupaciones paramilitares para la ofensiva final contra el Donbas y la conquista de Crimea, planeada para marzo de 2022, precedida por las (fracasadas) "revoluciones de color" en Bielorusia (sept 2020) --que la subversiva NED estadunidense había financiado con 34 proyectos de desestabilización-- y Kazajistan (enero 2022 ); es el Quisling ucraniano del proyecto de balcanización de Rusia por Washington y sus procónsules europeos.
El comediante saboteó la implementación de los Acuerdos de Minsk (2014/15), que garantizaban la paz en Ucrania con el simple compromiso de no integrarse en la OTAN; fue el responsable de la false flag operation (operación encubierta) para provocar un desastre en la planta nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa; tomó rehén a toda la población masculina de Ucrania entre 18 y 60 años, al prohibir su salida del país; es responsable, desde 2019, de permitir el trabajo de 24 laboratorios militares estadunidenses en Ucrania para la guerra biológica y química en Lugansk, Donetz y Crimea, pese a que Estados Unidos es el único Estado parte de la "Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (biológicas) y Tóxicas y sobre su Destrucción (CAB)" que no ha completado el proceso de eliminación de armas químicas" (Declaración conjunta Rusia-China).
El mismo hijo del presidente Biden, Hunter Biden, un lobbyista professional ayudó a conseguir millones de dólares del Pentágono para la preparación de la Guerra biológica imperialista contra Rusia. El diario británico Daily Mail reportó este 26 de marzo, que un memorándum ejecutivo encontrado en la laptop personal de Biden, con fecha de Abril 2014, decía a Hunter Biden que se estaba tratando de intensificar la influencia del equipo de trabajo con los patógenos biológicos: "how we can potentially leverage our team, networks and concepts to assert Ukraine’s cultural and economic independence from Russia and continued integration into Western society."
Quod erat demostrandum o, en buen romance: Washington preparaba una nueva operación bio-patológica en Rusia, según el patrón del ataque con Covid-19 contra China, en Wuhan.
Last but not least, con sus demandas de no-fly zones, armas nucleares, integración en la OTAN y su participación proactiva y sustanciosa en la actual guerra de agresión estadunidense contra Rusia en el teatro de operaciones Ucrania, Zelensky es co-responsable material e intelectual de un posible holocausto nuclear.
7. Zelensky: Cínico Mentiroso de la Guerra Propagandística
Zelensky ejecuta el mismo papel histórico para el imperialismo fascista del Siglo 21, dirigido por Washington, que ejecutaron Joseph Goebbels y Vidkun Quisling para el imperialismo fascista del Siglo 20, guiado por Adolf Hitler. Con un agravante: para ejecutar su papel de Goebbels-Quisling de la Cuarta Guerra Mundial, el heróstrata nuclear Dr. Strangelove juega con el destino de la humanidad entera al provocar la guerra nuclear.
Su video-propaganda blitz de desinformación global y comunicación estratégica (stratcom) es diseñado y operado por la CIA, el MI6, el State Department y más de 150 public relations firms, encabezado por el co-fundador de la empresa de relaciones públicas PR Network, Nicky Regazzoni, y el especialista Francis Ingham estrechamente vinculado al gobierno británico (Dan Cohen, Delphi Initiative).
La estratagema preferida actualmente por el Dr. Strangelove nuclear consiste en apelar a los inmensos egos de los presidentes y sus intereses electorales, cuando a cada uno le dice en sus arengas congresales que está destinado a ser el líder del mundo libre y que debe asumir su responsabilidad de ariete global contra la bestia Rusia. Así sucedió en sus recientes performances, con guiones de tipo soap opera y reality show, ante el Congreso gringo, el parlamento inglés y el parlamento alemán, donde frotó con esa cursilería kitsch los egos de los títeres políticos del gran capítal Joseph Robinette Biden, Boris Johnson, Olaf Scholz y de la clase política burguesa congresal.
8. Las Cuatro Guerras Mundiales del Capital
En perspectiva histórica el conflicto en Ucrania es la Cuarta Guerra Mundial Imperialista de los últimos cien años. Sus causas y responsables están científicamente identificados hoy día por los documentos estratégicos desclasificados de sus principales actores.
La Primera Guerra Mundial fue la de 1914-18. Los responsables de la gran matanza que cobró la vida de 10 millones de personas, fueron los gobiernos capitalistas de Londres, Berlin, Paris y St. Petersburgo. Todos ellos enfrascados en su despiadada lucha crematística-socialdarwinísta por una nueva "Repartición del Mundo" (Lenin).
La Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945) fue iniciada por el imperialismo Nazi de Hitler que trató de destruir la Unión Soviética y lograr la supremacía global para el capitalismo alemán. Al igual que los Nazis, las otras dos potencias imperialistas participantes tenían su propio proyecto histórico de dominación global. El plan estratégico de Hitler se denominaba "Lebensraum" (espacio vital), que hoy es esencialmente la Unión Europea; el de Washington "The Grand Area" y el de Japón "The Greater East Asia Co-Prosperity Sphere". Cada una de las tres superpotencias imperialistas invocó la esencia de la Doctrina Monroe (1823) como razón geopolítica y justificación jurídica de sus sendos proyectos expansionistas. En Alemania, el famoso constitucionalista Carl Schmitt elaboró la apología jurídica respectiva para el Fuehrer y sus cohortes. En esta segunda repartición crematística del mundo perecieron 50 millones de seres humanos, la mayoría de ellos en Rusia.
La Tercera Guerra Mundial (1945 a 1991), mal llamada "fría" – que incluye las guerras de Corea y Vietnam, donde murieron millones de personas-- fue causada por el imperialismo estadunidense en su perenne intento de reemplazar el sistema bipolar global de Socialismo Siglo 20-Capitalismo con el sistema unipolar de la pax americana, con la intención de liquidar al "bloque sino-soviético", es decir, a Rusia y China, como "sociedades y competidores viables" (Eisenhower) del futuro sistema global.
La actual Cuarta Guerra Mundial se inició con la caída de la Unión Soviética en 1991 y el intento de Washington de prolongar el dominio global del American Century ad calendas grecas, nuevamente con la sucesiva neutralización del "bloque sino-ruso", de Rusia y China.
9. Defensa total de Rusia
Ante la guerra de agresión total de Washington y sus títeres europeos, al gobierno ruso no le queda otra opción que la defensa total de Rusia y el triunfo militar contundente. Su guerra defensiva de sobrevivencia requiere la concentración de todas las fuerzas internas de Rusia bajo una organización vertical estricta. En buen romance, exige la dictadura funcional temporal interna de la República romana ejercida por un magistrado que establecía Roma en situaciones críticas de emergencias militares o escenarios amenazantes de carácter excepcional. Si los liberales burgueses actuales no quieren ese tipo de Estado de excepción en Rusia, deben luchar ahora contra la dictadura global del Imperialismo atlántico.
El Estado de excepción, la intensificación de la alianza estratégica con China, la reorganización de toda economía rusia hacia su futuro centro de gravitación (Siberia y China), la separación drástica y un cordon sanitaire riguroso en la comunicación con los agresores occidentales, el fortalecimiento de las relaciones exteriores con India, Vietnam, Corea del Norte, los países de América Latina, la sustitución de importaciones tan eficaz y rápida como en la primera agresión gringa de la revolución de color de 2014; la reorientación de los flujos de comercio y capital, cadenas de suministro y valores, el reemplazo del dólar por monedas nacionales, particularmente el yuan/rublo y las CBDC (Central Bank Digital Currencies), y la desconfianza total y desacoplamiento (decoupling) del supuestamente rules based system del capitalismo burgués global, todas estas son vectores de la situación de crisis que Rusia y el mundo vivirán por muchos años.
Pero, cuando termine la crisis –si es que homo sapiens la sobreviva— habrá nacido el Nuevo Orden Mundial multipolar, que el anacrónico capitalismo crematístico actual trata de suprimir como Don Quijote a los molinos de viento en la aurora histórica del orden mundial burgués.
10. Sin Armas nucleares, no hay Soberanía
La soberanía de las naciones tiene hoy día un precio más alto que nunca en la historia. Este precio es doble: la posesión de armas nucleares y la voluntad de utilizarlas en caso de una amenaza existencial para la nación agredida. Sin lugar a dudas, esta es la situación actual de Rusia, como reafirmó Biden en su regime change discurso del 26 de marzo en Varsovia referiéndose al presidente Putin: "For God's sake, this man cannot remain in power" – "Por el amor a Dios, este hombre no puede seguir en el poder."
Habiendo fallado el intento de Washington-Unión Europea de lograr el aislamiento y colapso económico total de Rusia, el futuro de las partes beligerantes se decide en el campo de batalla militar. Y la decisión en ese teatro de operaciones es nuclear.
11. Imperialismo: Principal Peligro Nuclear para la Humanidad
Todas las fuerzas armadas nucleares del mundo están actualmente en alerta de combate, siendo las más importantes las de Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, Israel, Pakistán e India. El actor más peligroso de estas fuerzas es, por supuesto, Washington. Con 100,000 tropas desplegadas en Europa, dotado con más de 5,000 armas nucleares y la inquebrantable voluntad imperialista de destruir a los "rivales" Rusia y China, el capitalismo gringo tiene fuerzas materiales, ideológicas, la voluntad criminal y el record criminal para aniquilar a la humanidad por sus intereses imperialistas.
Es el único Estado en la historia, que ha empleado esas Armas de Destrucción Masiva (AMD). Con el agravante, que las usó contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Durante la guerra fría Washington planeó, bajo Eisenhower, aniquilar al 71% de la población urbana rusa y al 53% de la población urbana de China mediante un ataque nuclear sorpresivo (preemptive strike, SIOP). Exactamente, lo que Bolton volvió a sugerir ahora públicamente y que está implícito en el discurso de Panetta. En alrededor de 30 ocasiones durante la guerra fría Washington amenazó a otros estados con el uso de un ataque nuclear, lo que es una plena violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
12. Hitler y Biden: Der Totale Krieg
Sergey Lavrov, brillante analista geopolítico y ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, ha comentado acertadamente que Occidente implementa una "guerra híbrida total" contra Rusia, con el fin de "exterminar" su economía - a "total, hybrid war" to "exterminate" its economy. Ésta, de hecho, es la esencia de la brutal guerra de agresión del imperialismo atlántico contra Rusia, que el liderazgo político-militar ruso ha descifrado correctamente, como la lógica operativa del capitalismo imperialista avanzado del Siglo 21.
En Ucrania se trata de un juego de suma cero, donde la acumulación de beneficios del ganador iguala la suma cero de pérdidas del vencido. No hay "tercera vía" en esta guerra. Para acabar con el cáncer expansionista de Washington, Rusia necesita una victoria militar contundente en Ucrania. Esto significa la destrucción de las estructuras de poder neo-nazis, militares e imperialistas, que han convertido al país en un Estado fallido y una forward operating base del imperialismo occidental. Ésta es la precondición para una nueva arquitectura mundial de seguridad en Eurasia y el mundo. Sólo de la derrota contundente del Imperialismo Atlántico puede nacer el nuevo sistema mundial multipolar.
Esto es lo que está en juego en la guerra de Ucrania. El destino de la especie. Ni más, ni menos.