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¿La Revolución de Terciopelo, en 1989, que fue?

Miércoles, 13/04/2022 08:15 AM

Una mejora realmente fundamental, y esperanzadora del "sistema" no puede ocurrir sin un cambio significativo en la conciencia humana. Fin de la cita. Václav Havel.

¿Qué se conoció como la Revolución de Terciopelo? Fue el movimiento pacífico que tuvo lugar en 1989 en Checoslovaquia, y que dio lugar a la caída pacifica del gobierno comunista en ese país.

El 16 de noviembre de 1989, se celebró en la ciudad de Bratislava una manifestación de estudiantes en la que reclamaban libertades políticas, cuya protesta fue dispersada violentamente por la policía.

Cuando se conoció lo ocurrido en Bratislava, miles de estudiantes universitarios marcharon al día siguiente en Praga en protesta del régimen comunista checo. A esta nueva protesta callejera el gobierno checo respondió con una brutal represión contra los manifestantes.

En el poder desde 1975 hasta 1989, el régimen checo dirigido en ese entonces por Gustáv Husák reprimió a los jóvenes universitarios con tal contundencia que desencadenó más movilizaciones para reivindicar libertades políticas.

De esta forma se desencadenaron nuevas manifestaciones en las que cada vez la participación ciudadana era mayor. Estas protestas, junto con huelgas de teatros, hicieron más visible la movilización social contra el régimen comunista checo, que era ocultada por los medios de comunicaciones oficialistas.

Así, se formó un 19 de noviembre de ese año en Praga el grupo opositor Foro Cívico. A él se unieron disidentes, representantes de la iglesia, personalidades de la cultura y estudiantes. Vaclav Havel, dramaturgo, y uno de los disidentes más famosos en la Europa comunista se convirtió en su líder de oficio.

A medida que pasaban los días, el movimiento ganaba peso, y nuevas adhesiones. Desde los medios de comunicación del régimen comunista, el secretario general del Partido Comunista insistía en un mensaje televisivo basado en que el marxismo era: "la única alternativa para Checoslovaquia" y condenaba a los grupos disidentes.

En una huelga antigubernamental realizada el 21 de noviembre, el personal de prensa, y radiodifusión decidió seguirla e, incluso, realizar entrevistas a líderes disidentes que comentaban la situación del país, anulando así toda censura.

Continuaron las manifestaciones callejeras, alcanzando su mayor convocatoria en Praga, donde marcharon cerca de 400.000 manifestantes, y en Bratislava, donde acudieron unos 100.000 participantes; las manifestaciones fueron extendidas a otras importantes ciudades checas.

Tras una nueva huelga general a finales de noviembre, y dada la falta del apoyo de su aliado soviético, el Partido Comunista checoslovaco abandonó el poder cuando su líder Gustáv Husák dimitió como presidente.

Habían pasado 18 días desde las primeras manifestaciones pacíficas, y huelgas conocidas como la Revolución de Terciopelo, cuando el Gobierno comunista cayó. Fue el final de una de las dictaduras comunistas más criminales de la Europa Oriental.

La Revolución de Terciopelo aupó a la presidencia a Vaclav Havel un mes después en un servicio solemne en la catedral romana católica de Praga, donde el líder disidente fue designado jefe de Estado, en una forma de gobierno de República Federal Parlamentaria.

Aunque, la caída del comunismo fue sólo una fase de la transición. Apenas cuatro años después de esta revuelta pacífica, en enero de 1993, crecieron las tensiones nacionalistas dentro del Gobierno, y Checoslovaquia se separó formalmente en dos países independientes: la República Checa, y la República Eslovaca.

La Revolución de Terciopelo logró hace treinta, y tres años derribar de forma pacífica, y si disparar un solo tiro, el régimen comunista, satélite de la URSS, en Checoslovaquia, y abrir el camino hacia las reformas democráticas, y económicas, dejando en el pasado aquel país satélite de la decadente, y desaparecida Unión Soviética.

En la parte eslovaca del país la oposición funda la Sociedad contra la violencia (VPN). Su jefe, Peter Zajac, se reúne con Vaclav Havel en Praga el 21 de noviembre, en el primer encuentro de opositores de ambas partes de la Federación checoslovaca.

Se producen las primeras liberaciones de presos políticos y el Foro Cívico abre negociaciones con el Partido Comunista. Las conversaciones son infructuosas, mientras que centenares de miles de personas siguen concentrándose regularmente en Checoslovaquia.
Tras prolongadas negociaciones, el 10 de diciembre surge un gobierno de concentración nacional, en el que los comunistas son minoritarios.

El 28 de diciembre se reúne el parlamento checoslovaco, renovado con nuevos diputados tras la dimisión de varios comunistas. Alexander Dubcek, el dirigente comunista de la Primavera de Praga de 1968, aplastada por los tanques del Pacto de Varsovia, se convierte en el presidente de la nueva asamblea.

Ser neutral no era nada fácil. La política suiza se esfuerza por interpretar su neutralidad frente a una política mundial cada vez más unilateral.

Vaclav Havel se convierte al día siguiente en el presidente del país.

Aquellos sucesos en Checoslovaquia forman parte del desplome del comunismo en los ex países satélites de la URSS que pasan del comunismo a la democracia, en parte a la política de la perestroika (transformación) impulsada por el dirigente soviético Mijaíl Gorbachov, y a las presiones ejercidas por Estados Unidos bajo el liderazgo del presidente Ronald Reagan.

Polonia abre la vía al celebrar elecciones libres en junio de 1989. Rápidamente le sigue en esa oleada democratizadora Hungría, en julio de ese mismo año. El Pacto de Varsovia, la alianza militar controlada por Moscú, se desploma rápidamente.

El siguiente régimen totalitario del siglo XX, en caer es Alemania Oriental, cuyos habitantes aprovechan la liberalización en la vecina Hungría para huir, o en Checoslovaquia para pedir asilo en la embajada de la Alemania Occidental. El muro de Berlín cae el 9 de noviembre. El régimen comunista en Bulgaria empieza a hundirse tras la represión brutal de una concentración popular el 26 de octubre. Rumanía vive la revolución más sangrienta, con más de 1.100 muertos durante la insurrección popular que acaba con la detención, y el fusilamiento del dictador Nicolae Ceausescu, y su esposa en diciembre de 1989.

Luego Checoslovaquia lanza amplias reformas políticas, sociales, y económicas, incluida las privatizaciones mediante emisiones de bonos, mediante la cual todos los ciudadanos reciben casi gratuitamente participaciones en las empresas públicas.

La República Checa se une a la OTAN en 1999, y a la Unión Europea en 2004. Eslovaquia se adhiere a la Alianza Atlántica, y a la UE en 2004, y al Euro en el 2009.

 

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